Una vida de intimidad con DiosMuestra

Protegidos espiritualmente
“Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre”, Lucas 10:17.
La evangelización es un método de defensa espiritual. En el momento en que los discípulos predicaban, Jesús veía caer a Satanás. Y a los demonios postrados a los pies de los apóstoles. La evangelización no solo alegra a Dios sino que es la mejor manera de vencer las fuerzas demoníacas.
Cuando testificamos estamos protegidos. La victoria sobre la apatía, la ansiedad y la tristeza se logra de la misma manera. ¿Quieres vivir en victoria permanente sobre el mal? Comparte a Cristo ¿Deseas vivir contento? Predica el evangelio.
La evangelización desarticula al infierno, constituye una amenaza para Satanás y neutraliza cualquier estrategia tendiente a robarnos la efectividad de nuestro ministerio. Ora a Dios para que te muestre la persona a quien le compartirás el evangelio esta semana. Decídete a hacerlo sin dejar pasar ninguna oportunidad. Disfruta de antemano la alegría y el gozo rebosante que experimentarás.
La vida cristiana es un campo de batalla, no un parque de diversiones. Efesios 6:15 dice: “Calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz”, RV 1995. Pablo utiliza la figura de la armadura de un soldado porque en el momento de escribir la carta estaba encadenado a un guardia. El soldado romano usaba sandalias con tachuelas en las suelas que le daba más firmeza para la batalla. Si vamos a estar firmes y resistir frente a todo ataque espiritual, entonces necesitamos usar el calzado de la evangelización. ¡El creyente más victorioso es aquel que testifica! Pablo destaca que la evangelización es una estrategia de protección para el cristiano. Mientras más comparte a Cristo, más seguro y protegido está. ¿Testificas de Cristo? La iglesia es la boca por la que Jesús habla, los pies que llevan su mensaje y las manos que hacen su trabajo. “‘Muy breve es la vida que me has dado’ (Salmo 39:5, BAD) y luego entramos en la eternidad, ya sea en el gozo eterno con Dios en el cielo o en el tormento eterno en el infierno. Dios no tiene una casa intermedia. Tú y yo nos vamos al cielo o al infierno”, Billy Sunday.
“Predica para convencer y convertir. Tu tarea no es entretener. Tampoco es la de hacer sonreír a la gente, a fin de que regresen a sus casas sintiéndose relajados. La salvación no es una medicina que adormece. No acaricies las almas, ¡sálvalas!”, Reinhard Bonnke.
Escrituras
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/