Descubriendo la verdad de Dios en las tormentas de la vidaMuestra

La realidad de las pruebas

Si eres demasiado joven como para recordar los teléfonos en los autos y las caseteras, tal vez no conozcas a Keith Green. Pero las palabras que plasmó en la canción "Trials Turned to Gold" son tan relevantes hoy, como cuando lanzó la canción en 1977.

La vista desde aquí no tiene comparación con la que tienes Tú. Intenté saber tu plan para mí, pero solo simulé que lo sabía. Oh Señor, perdóname por tratar de leer tu mente, porque Tú dices que si estoy quieto, entonces podré escuchar tu voz.

Muchos de nosotros enfrentamos pruebas realmente difíciles cada día. Ser cristianos no nos libra de ellas. Pero saber que nuestro Salvador está de nuestro lado, y puede ver el panorama completo, sin importar las pruebas que enfrentemos, es tranquilizador por muchas razones. Nos da seguridad saber que no estamos solos en nuestras luchas y padecimientos. Y entender que están cumpliendo un propósito mucho mayor en nosotros y en el mundo, nos brinda una perspectiva bastante más amplia de nuestros problemas.

En Santiago 1:2-4 se nos recuerda este propósito, Santiago nos da el mandato, aparentemente poco razonable, de estar gozosos en las pruebas.

¿Tienes gozo en las pruebas? ¡Pareciera imposible! Sin embargo, desde la perspectiva de Dios, tiene sentido. Las aflicciones nos acercan a Dios, de tal forma, que no nos falta nada.

Probablemente, no queramos enfrentar sufrimientos en nuestra vida, Y tal vez no los veamos como beneficiosos o necesarios inmediatamente, ya que no tenemos la perspectiva de Dios, o, como Keith Green lo canta, “La vista desde aquí no tiene comparación con la que tienes Tú."

Aún, cuando nuestro mundo se estremezca, nunca dejemos las manos o el plan de Dios.

Oración: Amado Dios, gracias por la esperanza que tengo en Tí, incluso en medio de las pruebas. Por favor ayúdame a tener tu perspectiva mientras experimento dificultades en mi vida. Confío en que llevarás a cabo grandes cosas a través de mis batallas. Gracias, porque aunque mi mundo es inestable, siempre puedo confiar en Tí. Amén.