Descubriendo la verdad de Dios en las tormentas de la vidaMuestra

La batalla de la emoción
¿Alguna vez haz sentido que tu espíritu ha sido aplastado? A veces, todo en la vida va bien, pero cuando se desmorona, es fácil sentir que no tiene sentido tratar de rearmarla. Tristeza, enojo, desesperanza y miedo, son emociones muy reales que hasta el más firme de los cristianos experimenta en tiempos de adversidad. Solo hay que mirar a David o a muchos otros héroes de la fé.
Con frecuencia podemos sentir temor al reconocer emociones como estas. Pero es importante lidiar con todas nuestras emociones, especialmente las negativas, cuando estamos enfrentamos las dificultades. Cuando miramos nuestra rabia y tristeza a la luz de la verdad de Dios, podemos encontrar tranquilidad en lugar de vivir en la negación.
Cuando estamos tristes podemos encontrar alegría en la verdad de que Dios está cercano a los quebrantados de corazón (Salmo 34:18). Cuando estamos enojados, podemos encontrar paz en la promesa de que el amor infalible de Dios nunca será quebrantado, ni siquiera por nuestra ira (Isaías 54:10). Cuando la desesperanza parece dominar, podemos echar nuestras cargas sobre el Señor porque Él nunca nos dejará caer (Salmo 55:22). Cuando estamos tentados a ceder al miedo, podemos ser fuertes porque Dios es nuestro refugio y sabemos que nunca nos fallará (Salmo 18:2).
Dios nos hace muchas promesas en las Escrituras, pero una que nos recuerda constantemente, es su tranquilidad. Él entiende nuestra lucha con las emociones, y tiene compasión por nosotros.
Dios quiere que le entreguemos nuestras cargas y nos apoyemos en Él con fé cuando nuestras emociones son demasiado abrumadoras para que las manejemos solos.
Cuando nuestro espíritu está desolado, Dios nos asegura que Él sigue siendo suficiente.
Así que la próxima vez que te sientas tentado a negar tus emociones o intentes manejarlas por ti mismo, en su lugar, entrégaselas a Dios. Él te dará una esperanza que es más grande que cualquier lucha emocional que puedas enfrentar.
Oración: Amado Dios, gracias por la seguridad de tu amor por nosotros que nos dan las Escrituras. Sé que siempre serás más poderoso que cualquier problema que enfrente. Ayúdame a entregarte mis batallas emocionales. Gracias por la tranquilidad que me das cuando más la necesito. Amén.
Acerca de este Plan

Como cristianos, no somos inmunes a los problemas de este mundo. De hecho, Juan 16:33 asegura que vendrán dificultades. Si estás enfrentando las tormentas de la vida en este momento, este devocional es para ti. Este es un recordatorio de la esperanza que nos ayuda a atravesar las tormentas. Y si no estás experimentando ningún conflicto hoy, te dará el fundamento que te ayudará a hacer frente a las pruebas futuras.
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