Descubriendo la verdad de Dios en las tormentas de la vidaMuestra

Mirando más allá de nuestras pruebas

Cuando atravesamos por tormentas, sentimos que el mundo comienza a girar rápidamente a nuestro alrededor. Al instante nos enfocamos únicamente en nuestros problemas. Suele ser un mecanismo de supervivencia: debemos preocuparnos de nosotros para poder superar nuestras dificultades. Pero en ocasiones, ese instinto nos lastima.

Nuestro instinto dice que cuidemos de nosotros porque nadie más lo hará y, en momentos de debilidad, es fácil creer esa mentira. Pero Isaías 58:10-11 revela una realidad diferente, dice que si nos concentramos en servir a los hambrientos y oprimidos, Dios satisfará nuestras necesidades. Nos muestra la belleza de mirar más allá de nuestras propias vidas al bendecir a los demás.

¡Este hermoso pasaje nos muestra que amar a los demás es un regalo! Y es un regalo que estamos especialmente preparados para recibir cuando estamos atravesando la tormenta.

Más que en cualquier otro momento, las personas necesitan nuestro amor cuando están sufriendo. Y cuando atravesamos nuestras propias pruebas, somos realmente capaces de comprender el dolor de los demás. Incluso si sus pruebas no son las mismas que las nuestras, podemos entender, aunque sea en una pequeña medida, el dolor que están experimentando.

¡La comprensión nos ayuda a amar más a los demás! En lugar de mirarnos a nosotros mismos todo el tiempo, podemos mirar a nuestro alrededor en busca de oportunidades para bendecir a otros.

Al fijar nuestros ojos en Dios y centrarnos en las necesidades de los demás, en lugar de las nuestras, obtenemos una nueva perspectiva. Cambiamos el dolor y la debilidad de nuestros propios problemas, por la alegría y las victorias de ayudar a los demás, y en el proceso, nos acercamos más a Dios.

Oración: Amado Dios, por favor dame claridad para reconocer a aquellos a mi alrededor que necesitan ayuda. Muéstrame lo que quieres que haga en medio de mis pruebas para ayudar a quienes se encuentran en situaciones similares. Gracias por darme la capacidad de experimentar la bendición de servir a los demás incluso cuando mi propia vida es complicada. Amén.