Mateo 4:1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11
Mateo 4:1 NVI
Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para ser tentado por el diablo.
Mateo 4:2 NVI
Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Mateo 4:3 NVI
El tentador se acercó y le propuso: —Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.
Mateo 4:5 NVI
Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del Templo
Mateo 4:6 NVI
y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Pues escrito está: »“Ordenará que sus ángeles te protejan y ellos te sostendrán en sus manos para que no tropieces con piedra alguna”».
Mateo 4:7 NVI
—También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —contestó Jesús.
Mateo 4:8 NVI
De nuevo el diablo lo llevó a una montaña muy alta. Allí le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.
Mateo 4:10 NVI
—¡Vete, Satanás! —dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
Mateo 4:11 NVI
Entonces el diablo lo dejó y ángeles acudieron a servirle.





