El proceso de Dios para el corazón quebrantadoMuestra

La iglesia
¿Quién no ha anhelado alguna vez la casa de sus sueños? ¡Dios también lo ha hecho! Pero a diferencia de nosotros, sus sueños no son ilusiones pasajeras, sino la expresión perfecta de su voluntad eterna.
Imagina un lugar donde la culpa no tiene poder, donde las heridas son sanadas y donde cada persona encuentra un hogar. No es una fantasía ni una utopía; es la realidad que Dios ha diseñado para nosotros, su pueblo. Esa realidad se llama la iglesia.
«Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular» (Efesios 2:19-20, NBLA).
La canción Imagina de Un Corazón nos invita a anhelar y trabajar por la edificación de ese lugar donde el perdón y la gracia reinan. Aunque la iglesia no es perfecta, es el espacio donde Dios manifiesta su amor a través de personas imperfectas redimidas por Cristo. Es el refugio de los cansados, el taller donde el Espíritu Santo moldea nuestro carácter y la familia donde aprendemos a amar como hemos sido amados: con un amor incondicional. Por eso podemos cantar: «Bienvenidos a la iglesia, donde reina el perdón, y aunque no sea perfecta, es la familia de Dios».
¡Jesús es el centro de su iglesia! No de un edificio, sino de una comunidad viva que respira su gracia. Cada reunión, cada canto y cada acto de servicio apuntan a él. Nosotros, como iglesia, tenemos la misión de recordarle al mundo que la esperanza no está perdida, porque el amor de Dios sigue transformando vidas.
Y hay una promesa que sostiene nuestra fe: ¡Cristo regresará por su iglesia! En aquel día glorioso, se presentará sin mancha ni arruga, tal como la canción lo declara: «El día llegará cuando él regresará, con el cielo en sus manos por su iglesia vendrá».
Esa esperanza es el motor que impulsa a cada creyente. Vivimos mirando al pasado de la cruz y al futuro glorioso de su regreso. Cada lágrima que hoy derramamos, cada oración que elevamos y cada acto de fe que sembramos encontrará su cumplimiento en aquel día cuando lo veamos cara a cara.
Así que, mientras nuestros pies permanecen en la tierra, que nuestras manos se eleven al cielo y nuestros ojos sigan fijos en Jesús. Imaginemos y vivamos como una iglesia centrada en Él, unida en amor y expectante de su regreso.
Este Plan Bíblico está basado en el álbum «Kintsugi» de la banda Un Corazón. Si le gustaría escucharlo, encuéntrelo aquí.
Acerca de este Plan

En medio del ruido del mundo, de las pruebas y el desgaste diario, conectémonos con las verdades eternas de la Palabra para apreciar su gracia, despertar gratitud y buscar renovación espiritual. Encendamos nuevamente nuestro corazón en pasión por Cristo, pues fuimos creados para vivir en comunión con él, brillar en la oscuridad y predicar el mensaje de esperanza. Este plan fue creado con motivo del álbum «Kintsugi» de la banda Un Corazón.
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Nos gustaría agradecer a CanZion por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: canzion.com
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