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EL CAOS NO ES IGUAL A AUSENCIA DE DIOS

Durante los próximos días estaremos reflexionando sobre distintas situaciones en las que varias personas parecían ser inVISIBLES, pero en realidad Dios tenía un plan mayor para sus vidas. Te invito a que, antes de comenzar, hagas una pausa y le pidas a Dios que hable a tu corazón, guíe tus pensamientos y selle Su palabra en tu interior para que puedas ser transformado.

Para empezar, es necesario volver al origen de todas las cosas y recordar en manos de quién estamos. El libro del Génesis nos relata cómo cada cosa fue creada. Día tras día, Dios tomó el tiempo de formar todo con detalle y de asegurarse de que lo creado fuese bueno.

En Génesis 1 se menciona que la tierra estaba desordenada y vacía. Ante el caos, Él se hizo presente y, con Su palabra, creó todo lo que ves a tu alrededor. Nada lo detuvo: el desorden y el vacío se convirtieron en inspiración para dar vida a los cielos, los mares, las estrellas, los planetas, los animales, las montañas, a ti y a mí. Y todo lo que hizo fue bueno en gran manera (Génesis 1:31). Su voz, llena de autoridad, dio a cada cosa un lugar, un propósito, un sentido, un espacio y una temporada. El versículo 27 nos muestra cómo dedicó el tiempo necesario para crearnos a Su imagen y semejanza. En Su gran amor, dio al hombre el propósito de administrar y disfrutar de todo lo creado, de tener una relación con Él en plena libertad y transparencia. Sin embargo, conocemos la historia: tiempo después el pecado nos apartó de ese propósito.

Por ello, a veces enfrentamos situaciones o pensamientos que nos hacen sentir inVISIBLES, perdidos, aislados o sin esperanza. Parece que el caos se agranda y no alcanzamos a ver la salida. Quizá incluso intentamos aparentar, con una sonrisa, que todo está bien, aunque en nuestro interior sabemos que no es así. Nuestro dolor y nuestras circunstancias no siempre son visibles para los demás, pero para Dios nada es inVISIBLE.

Tal como en el principio, el caos no significa ausencia de Dios. Más bien, es el lugar perfecto para que Él creara lo inimaginable, para dar sentido, lugar, principio, fin y propósito a todo lo que ocurre. Su voz de autoridad y Su amor siguen vigentes hoy para ti. Tu caos no es inVISIBLE para Dios: eres VISIBLE, Él te conoce por tu nombre y desea crear, sanar, enderezar, dar propósito y mostrarte Su plan. Gracias a Jesucristo, que entregó Su vida en la cruz del calvario por amor, el plan original sigue estando vigente para todos los que creen en Él.

No importa cuán grande sea tu caos, ni lo vacío o desordenado que te sientas: eres VISIBLE para Él. ¡Tu vida está en manos del Dios eterno e increíble! Entrégale tu corazón y permite que te abrace para confirmar Su propósito para tu vida.