Actitudes de un Matrimonio IndivisibleMuestra

Cambia queja por agradecimiento
Nuestras actitudes fueron formadas mucho antes de nuestro matrimonio. En nuestra familia de origen aprendimos cómo reaccionar ante diversas situaciones, y en muchas familias la reacción más común es la queja. De hecho, en algunos hogares, la queja se convierte en su principal lenguaje de comunicación.
La queja nos lleva a enfocarnos en las fallas de los demás mientras convenientemente ignoramos las nuestras. Su raíz proviene de una visión distorsionada de nosotros mismos: creemos que merecemos todo, y por lo tanto, que los demás están obligados a cumplir nuestras expectativas.
Cuando no recibimos lo que esperamos, recurrimos a la queja como un arma para presionar a nuestra pareja, esperando que esto la haga cambiar y nos dé lo que queremos. Pero lejos de lograrlo, la queja no solo coloca un muro entre nosotros, sino que es como lanzar un ladrillo a la cabeza de nuestra pareja. Como resultado, genera distancia y desgaste en la relación.
Si tuviéramos una percepción realista de nosotros mismos, reconoceríamos que no merecemos tanto como creemos y que todo lo bueno que tenemos es un regalo inmerecido de Dios (Su gracia), incluyendo a nuestro esposo(a). Este entendimiento transforma nuestra actitud de queja en gratitud, tanto hacia Dios como hacia nuestro cónyuge.
Cuando cambiamos la queja por gratitud, las fallas se minimizan y comenzamos a disfrutar más lo que tenemos en lugar de enfocarnos en lo que nos falta.
Además, la gratitud motiva a nuestro cónyuge a seguir haciendo lo bueno y a trabajar en sus áreas de mejora. En cambio, la queja es frustrante y desmotivadora. Debilita, apaga el deseo de cambiar y deja la sensación de que nadie valora los esfuerzos, como si solo importaran los errores y carencias.
Reflexión para hoy:
- ¿Eres un manantial de agua fresca o un insoportable desierto para tu cónyuge?
- ¿Qué abunda más en tus palabras: la queja o el agradecimiento?
Decide eliminar la queja de tu boca. Por cada observación que necesites hacerle a tu cónyuge sobre algo que hace mal o deja de hacer, asegúrate de haberle agradecido por cinco cosas que hace bien. Haz un recuento de todo lo que tu esposo(a) hace por ti y por tus hijos. Tómate el tiempo de expresarle tu gratitud y de reconocerlo(a) públicamente delante de tus hijos, tus padres y tus amigos. Esto será un gran estímulo para él/ella y fortalecerá su relación.
Acerca de este Plan

A través de este devocional, descubrirán las actitudes que están generando división en su matrimonio y aprenderán cómo transformarlas en actitudes que fortalecen su unión.
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Nos gustaría agradecer a Indivisibles por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.vivoalternativo.com