Dar lo mejor.

Los cielos ya están abiertos para poder evangelizar, y estamos listos para ganar almas para Cristo de una manera eficaz. Al hacerlo de esta manera, Dios nos va a regalar abundante fruto.

Veamos cinco características para que el evangelismo sea realmente eficaz:

1. Evangelismo de Poder. No salimos a convencer a la gente con palabras persuasivas de sabiduría humana, sino con demostración del Espíritu y poder, para que la fe no esté basada en sabiduría de hombres sino en el poder de Dios. Por eso, si ves una necesidad, activá toda la potencia que hay en vos y desatá ese milagro ahí mismo como punto de partida para una conversión poderosa.

2. Evangelismo ungido. El manto de Dios que ya nos fue delegado para hacer este trabajo. No salgamos a la calle sin antes haber orado para que Dios nos respalde y active esa unción que está sobre todos los cristianos.

3. Evangelismo inteligente. Además de lo que el Espíritu Santo nos muestre, intentemos leer la necesidad de la persona cuando no lo exprese con palabras. Tenemos que ser inteligentes para llevar el mensaje del Evangelio.

4. Evangelismo en fe. Salgamos a la calle sabiendo que somos enviados de Dios, confiando en que las personas se van a convertir, se van a sanar, van a recibir su milagro, y nuevos creyentes llegarán a las iglesias.

5. Evangelismo apasionado. Es un evangelismo de corazón, Jesús fue apasionado en todo lo que hizo, y así como él fue capaz de dar Su vida y el Padre fue capaz de dar a Su hijo, nosotros no podemos evangelizar en forma tibia, sino que debemos salir tan apasionados como lo hizo nuestro Señor. Estamos listos, ¡es tiempo de evangelismo!

Oremos: Padre, te pedimos que nos ayudes a ser eficaces en la evangelización. Activa un evangelismo de poder, con señales y milagros, ungido, inteligente y apasionado. ¡Señor, queremos servirte con eficacia! Amén.