10 días contemplativos en el Padre NuestroMuestra

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Aquí estás después de diez días de oración, y es tiempo de decir: "¡Amén!". Es una palabra que comunica cierre, acuerdo y verdad, tal como hoy diríamos "por supuesto", "así es", o "¡absolutamente!". Lo hermoso acerca de la palabra "amén" es que tú puedes usarla antes de que todo el "felices para siempre" se haya hecho realidad. En muchas oraciones de tradición africana, no se preocupan por pedirle algo a Jesús; simplemente pasan a agradecerle, con la certeza de que ya lo han recibido. Haríamos bien en orar así más seguido.

En este último día de oración, deja que Jesús reúna todo lo que ha sido compartido y dicho entre ustedes. ¿Qué fue tan cierto y placentero por lo que quieres volver a orar y decir: "¡Amén!"? ¿Qué fue tan verdadero, que a pesar de no haber sido dado aún, quieres seguir orando con un gran "¡Amén!"? ¿Quisieras tomar nota de algunas de estas cosas para luego recordar lo que Él te dio? Hagas lo que hagas, recopila tus oraciones y sigue adelante.