10 días contemplativos en el Padre NuestroMuestra

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén

Te equivocaste. Te ayudará el admitirlo en vez de estar dándole vueltas para verte y sentirte mejor de lo que eres. Has hecho cosas malas y sigues haciendo cosas malas. Te equivocas. ¡Alabado sea Jesús, quien corrigió las cosas por ti! Cualquier cosa que haya estado mal acerca de ti, murió con Jesús. Tal fue el precio del perdón, Él lo pagó y ahora te da su perdón como un regalo en las áreas donde más lo necesitas.

Al orar hoy “Perdona nuestras ofensas,” comienza observando cómo tus pecados te han formado a ti y a los tuyos. Estás pidiéndole a Dios que te dé más que una lista. Pídele que te ayude a ver el cuadro que está siendo pintado por aquellos pecados. Mientras el cuadro se forma, no te apresures en pedir perdón. Permite que tu corazón discierna lo que siente por ese cuadro, y que luego tu corazón lo exprese en una oración.

Observa a Jesús, Su cruz y la determinación amorosa que lo llevó hasta allí. Sostén el cuadro de tu pecado y ponlo junto al cuadro de Jesús muerto en la cruz por ese pecado. Descansa tranquilamente en Su perdón (siempre ha sido tuyo, pero no lo sentirás completamente hasta que tomes conciencia de ello).

Convierte lo que observaste en una oración verdadera. ¿Qué es lo verdadero acerca de ti y lo verdadero acerca de Jesús, que necesita ser dicho acerca de tu pecado? Esta oración necesita ser dicha en voz alta hoy.