Obtener la appPreparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra
"Día 40: La Tumba"
La afirmación central del mensaje cristiano histórico es que Jesucristo resucitó de los muertos. Puede que suene tentador, para saltarnos rápidamente del viernes al domingo, de la Cruz a la resurrección, Mateo pausa y nos lleva a través del silencio y la quietud de la tumba.
Muchos han tratado de desmontar la esperanza del cristianismo, lo que sugiere que Jesús no había muerto realmente o que los discípulos ansiosos habían robado su cuerpo para apoyar sus reivindicaciones de un Salvador resucitado. Sin embargo el interludio de Mateo entre la respiración final y la primera aparición habla inequívocamente de una muerte que no era real, un sepulcro que estaba en silencio y una situación que parecía más allá de la esperanza.
Los romanos eran cuidadoso en la ejecución de penas capitales, particularmente para los acusados de traición. Que José fuera capaz de recuperar el cuerpo de Jesús significó que los verdugos estaban satisfechos con su obra. Los judíos, en todo el Antiguo Testamento, amontonarían piedras en el más vil de los criminales para representar que para algunos no habría ninguna vida más allá del sepulcro. Una gran piedra que cubre la entrada de la tumba significó que no había ninguna esperanza de vida más allá de este sepulcro. La tumba es, oscura, silenciosa.
Este es el destino que debería haber sido nuestro y el destino de la humanidad. Y sin embargo, nuestra esperanza es que a través de la persona que entró en la tumba antes que nosotros, hay un camino a través del cual hay un nuevo mundo de la creaci´´on de Dios. Es la esperanza de que aunque transcendiera al sepulcro, también podemos experimentar nueva vida con él. La descripción de Mateo de la tumba es un recordatorio de que la tumba estaba en silencio y sin embargo el silencio sólo duraría un día más.
Oración
Nuestro padre, recuérdanos que la oscuridad de la tumba pronto será superada por el brillo del tercer día. En el Nombre de Cristo, Amén.
Copyright (c) 2012 por la Iglesia Presbiteriana Redentora.
La afirmación central del mensaje cristiano histórico es que Jesucristo resucitó de los muertos. Puede que suene tentador, para saltarnos rápidamente del viernes al domingo, de la Cruz a la resurrección, Mateo pausa y nos lleva a través del silencio y la quietud de la tumba.
Muchos han tratado de desmontar la esperanza del cristianismo, lo que sugiere que Jesús no había muerto realmente o que los discípulos ansiosos habían robado su cuerpo para apoyar sus reivindicaciones de un Salvador resucitado. Sin embargo el interludio de Mateo entre la respiración final y la primera aparición habla inequívocamente de una muerte que no era real, un sepulcro que estaba en silencio y una situación que parecía más allá de la esperanza.
Los romanos eran cuidadoso en la ejecución de penas capitales, particularmente para los acusados de traición. Que José fuera capaz de recuperar el cuerpo de Jesús significó que los verdugos estaban satisfechos con su obra. Los judíos, en todo el Antiguo Testamento, amontonarían piedras en el más vil de los criminales para representar que para algunos no habría ninguna vida más allá del sepulcro. Una gran piedra que cubre la entrada de la tumba significó que no había ninguna esperanza de vida más allá de este sepulcro. La tumba es, oscura, silenciosa.
Este es el destino que debería haber sido nuestro y el destino de la humanidad. Y sin embargo, nuestra esperanza es que a través de la persona que entró en la tumba antes que nosotros, hay un camino a través del cual hay un nuevo mundo de la creaci´´on de Dios. Es la esperanza de que aunque transcendiera al sepulcro, también podemos experimentar nueva vida con él. La descripción de Mateo de la tumba es un recordatorio de que la tumba estaba en silencio y sin embargo el silencio sólo duraría un día más.
Oración
Nuestro padre, recuérdanos que la oscuridad de la tumba pronto será superada por el brillo del tercer día. En el Nombre de Cristo, Amén.
Copyright (c) 2012 por la Iglesia Presbiteriana Redentora.
Escritura
Acerca de este Plan
¿Qué es la Cuaresma? Es un tiempo en el cual anticipamos la victoria de la luz y la vida de Cristo sobre las tinieblas del pecado y la muerte. Conforme vamos avanzando desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua, nos recuerda la realidad de nuestra fragilidad y la gracia redentora de Dios.
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Este devocional fue creado por el personal de la Iglesia Presbiteriana del Redentor y fue originalmente publicado en www.redeemer.com en 2012. Usado con permiso.
