Obtener la appPreparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra
"Día 37: La Trama"
Incluso cuando la vida de Jesús se estaba acabando, se mantuvo notablemente en control. Predijo su arresto y crucifixión antes de que los líderes religiosos se reunieran para conspirar contra Él. Sabía que Judas, uno de sus apóstoles de confianza, le traicionaría. Cuán preocupante debió ser para Judas saber que Jesús podría ver toda su farsa. Aunque los seres humanos tienen sus parcelas y planes, es el plan de Dios el que siempre prevalece. Nada puede interferir con lo que ha propuesto hacer. Y nada es más importante para el plan eterno de Dios que Jesús, el Hijo del Hombre, sería entregado para ser crucificado. Su última comida, la Pascua, llevó un importante simbolismo y señaló el propósito de la muerte de Jesús. La Pascua era una celebración anual del éxodo de Israel de la esclavitud en Egipto. La muerte de Jesús sería la nueva Pascua. Aquellos que confían en Él experimentan el éxodo final — la liberación de la esclavitud del pecado. En consecuencia, gozan el privilegio de vivir en la libertad de su amor para siempre.
Cuando la vida parece caótica, cuando las cosas no parecen coherentes, gran comodidad puede encontrarse en recordar la propia experiencia de Jesús al final de su vida. Aunque los seres humanos conspiraron contra Él y tuvo éxito en la ejecución de su plan, sin embargo podría no hacer fracasar el plan de Dios. ¡Qué comodidad es saber que nada puede interferir con el plan de aquel que está en control! Él está obrando en todos los detalles para sus buenos propósitos. Mirando a Jesús, especialmente su muerte por nosotros, descubrimos lo que es central en el plan de Dios para nosotros: a través de la muerte de Jesús encontramos la vida, a través de su sangre derramada por nosotros, experimentamos el éxodo de la esclavitud de pecado y la libertad de vivir en su amor.
Oración
Gracias Padre, gracias por estar en control de nuestras vidas, especialmente cuando nos sentimos desesperadamente fuera de control. Céntranos en aquel que es central a tu plan para todos. Permítenos, Espíritu Santo, a confiar en Cristo que podemos experimentar el verdadero éxodo. Y habiendo experimentado el perdón de pecados, podemos vivir diariamente en la libertad de su amor, plenamente dedicados a ti. En el Nombre de Cristo, Amén.
Copyright (c) 2012 por la Iglesia Presbiteriana Redentora.
Incluso cuando la vida de Jesús se estaba acabando, se mantuvo notablemente en control. Predijo su arresto y crucifixión antes de que los líderes religiosos se reunieran para conspirar contra Él. Sabía que Judas, uno de sus apóstoles de confianza, le traicionaría. Cuán preocupante debió ser para Judas saber que Jesús podría ver toda su farsa. Aunque los seres humanos tienen sus parcelas y planes, es el plan de Dios el que siempre prevalece. Nada puede interferir con lo que ha propuesto hacer. Y nada es más importante para el plan eterno de Dios que Jesús, el Hijo del Hombre, sería entregado para ser crucificado. Su última comida, la Pascua, llevó un importante simbolismo y señaló el propósito de la muerte de Jesús. La Pascua era una celebración anual del éxodo de Israel de la esclavitud en Egipto. La muerte de Jesús sería la nueva Pascua. Aquellos que confían en Él experimentan el éxodo final — la liberación de la esclavitud del pecado. En consecuencia, gozan el privilegio de vivir en la libertad de su amor para siempre.
Cuando la vida parece caótica, cuando las cosas no parecen coherentes, gran comodidad puede encontrarse en recordar la propia experiencia de Jesús al final de su vida. Aunque los seres humanos conspiraron contra Él y tuvo éxito en la ejecución de su plan, sin embargo podría no hacer fracasar el plan de Dios. ¡Qué comodidad es saber que nada puede interferir con el plan de aquel que está en control! Él está obrando en todos los detalles para sus buenos propósitos. Mirando a Jesús, especialmente su muerte por nosotros, descubrimos lo que es central en el plan de Dios para nosotros: a través de la muerte de Jesús encontramos la vida, a través de su sangre derramada por nosotros, experimentamos el éxodo de la esclavitud de pecado y la libertad de vivir en su amor.
Oración
Gracias Padre, gracias por estar en control de nuestras vidas, especialmente cuando nos sentimos desesperadamente fuera de control. Céntranos en aquel que es central a tu plan para todos. Permítenos, Espíritu Santo, a confiar en Cristo que podemos experimentar el verdadero éxodo. Y habiendo experimentado el perdón de pecados, podemos vivir diariamente en la libertad de su amor, plenamente dedicados a ti. En el Nombre de Cristo, Amén.
Copyright (c) 2012 por la Iglesia Presbiteriana Redentora.
Escritura
Acerca de este Plan
¿Qué es la Cuaresma? Es un tiempo en el cual anticipamos la victoria de la luz y la vida de Cristo sobre las tinieblas del pecado y la muerte. Conforme vamos avanzando desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua, nos recuerda la realidad de nuestra fragilidad y la gracia redentora de Dios.
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Este devocional fue creado por el personal de la Iglesia Presbiteriana del Redentor y fue originalmente publicado en www.redeemer.com en 2012. Usado con permiso.
