SALMOS 4
4
Salmo de lamento y de alabanza
Confianza absoluta en Dios en tiempos de angustia
Salmo de David#4:0 מִזְמוֹר לְדָוִד (Mizmor LeDavid). Esta expresión לְדָוִד (LeDavid) se puede traducir como de David, a David o para David. La ambigüedad está en la preposición לְ (Le), dicha letra cuando se pone como prefijo ante un sustantivo, se convierte en una preposición que tiene tres posibles traducciones: 1. de (pertenencia), 2. a o 3. para (de dirección). Por esta razón, no es posible afirmar con certeza si el salmo fue escrito por David, atribuido a David o dirigido a David.: Al director musical. Este himno deberá cantarse acompañado de instrumentos de cuerda.
1¡Dios de mi justicia, responde a mi clamor!
En mi angustia dame alivio; ten misericordia#4:1 חָנַן (jánan) sustantivo masculino singular, traduce: piedad, misericordia, compasión, gracia, favor, afecto, corazón, entrañas, vientre. Al reflexionar sobre el misterio de Dios, los escritores de la Biblia lo describen constantemente como "compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en amor y fidelidad". La primera palabra usada en esta descripción de Dios es compasivo o חָכּוּם (jakum) en hebreo. Curiosamente, esta palabra está relacionada con la palabra hebrea para vientre, חכּם (jekem), lo que enfatiza que la compasión bíblica se centra en la esencia de la persona, como la ternura de una madre hacia su hijo vulnerable. La palabra חָכּוּם (jakum) transmite una emoción intensa, que a menudo se traduce como una profunda conmoción. En la historia del rey Salomón, esta compasión se manifiesta cuando él se enfrenta a dos mujeres que afirman ser la madre de un mismo niño. La prueba propuesta por Salomón revela cual de ellas es la verdadera madre, gracias a su reacción compasiva, que la lleva a renunciar a su reclamo con tal de salvar la vida del niño. En la Biblia, חָכּוּם (jakum) no es solo una palabra emotiva, sino que también implica acción. Sorprendentemente, esta palabra se usa con frecuencia para describir las acciones de Dios para describir acciones de Dios que brotan de su compasión profunda. Por ejemplo, cuando los israelitas sufrían en Egipto, Dios escuchó su clamor y, movido por su compasión, los rescató. De igual manera, cuando viajaban por el desierto, Dios les proveyó como un padre, mostrándoles su cuidado y provisión. A pesar de la persistente compasión de Dios, los israelitas se apartaron de Él repetidamente. Sin embargo, en el libro de Isaías, Dios se compara con una madre llena de rakhamim hacia su hijo, prometiendo rescatar a su pueblo. Esta compasión maternal de Dios se ve en Jesús, quien encarna la compasión de Yahvé. En griego, la palabra para compasión es οἰκτιρμός (oiktirmos). Jesús, conmovido por el sufrimiento humano, abraza a los enfermos y cuida de los marginados. Su máximo acto de compasión es su sacrificio en la cruz, rescatando a la humanidad del pecado y reconciliándola con Dios. Jesús llama a sus seguidores a imitar esta vida de compasión, a dejarnos conmover por el dolor ajeno, abrazar a quienes sufren y aliviar el sufrimiento del mundo. Al hacerlo, podemos encarnar la compasión de Yahvé, como enseña Jesús: «Sean compasivos como nuestro Padre es compasivo». Cuando sentimos dolor o vemos sufrir a otros, podemos estar seguros de que Dios se siente profundamente conmovido y responde, encontrándonos con su profunda compasión. de mí y escucha#4:1 שָׁמַע (shamáᶜ) verbo, traduce: escuchar, oír, poner atención, obedecer, hacer caso, practicar, advertir, consentir, discernir. El escuchar es activo, no solo un sentido, es también una habilidad que requiere atención; es más que solamente oír, es comprender, recordar y poner en práctica. El “Shemá Israel” (Dt. 6:4), es el ejemplo de la escucha que debía tener Israel, es una oración central en la tradición judía que se recita dos veces al día y expresa la devoción al único Dios. Comienza con la palabra “Escucha” ( שְׁמַע "Shemá" en hebreo), que implica más que solo oír. En la Biblia, “shemá” significa prestar atención, entender y responder activamente. Es un llamado a no solo escuchar, sino a obedecer, como cuando Dios le pide a Israel que escuche y guarde su pacto. Escuchar en el contexto bíblico es un acto de respeto y obediencia hacia Dios, lo que convierte al “Shemá” en una expresión profunda de fe. mi oración.
2Y ustedes, hombres, ¿hasta cuándo ridiculizarán mi gloria, arruinando mi reputación?
¿Hasta cuándo amarán el orgullo y la mentira?
Selah
3Sepan que Jehová ha separado para sí al que le es fiel;
Jehová me escucha cuando clamo.
4Se pueden enojar, pero no permitan que la rabia los domine y los lleve a pecar.
Cuando estén en su cama, examinen en silencio sus corazones.
Selah
5Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en Jehová.
6Muchos comentan que Tú no eres bondadoso con nosotros.
¡Oh, Jehová, haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
7Hay personas que se alegran por lo que tienen; por sus excesos, por su consumismo, sus comidas y sus borracheras.
Pero yo soy verdaderamente feliz, porque has dado alegría a mi corazón.
8En paz me acuesto y me duermo,
porque solo Tú, Jehová, me das descanso y seguridad.
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Proyecto Evanggelio: Traducción Contemporánea de la Biblia.
Copyright ©. 2022 por Yattenciy Bonilla.
Todos los derechos reservados.
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SALMOS 4
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Salmo de lamento y de alabanza
Confianza absoluta en Dios en tiempos de angustia
Salmo de David#4:0 מִזְמוֹר לְדָוִד (Mizmor LeDavid). Esta expresión לְדָוִד (LeDavid) se puede traducir como de David, a David o para David. La ambigüedad está en la preposición לְ (Le), dicha letra cuando se pone como prefijo ante un sustantivo, se convierte en una preposición que tiene tres posibles traducciones: 1. de (pertenencia), 2. a o 3. para (de dirección). Por esta razón, no es posible afirmar con certeza si el salmo fue escrito por David, atribuido a David o dirigido a David.: Al director musical. Este himno deberá cantarse acompañado de instrumentos de cuerda.
1¡Dios de mi justicia, responde a mi clamor!
En mi angustia dame alivio; ten misericordia#4:1 חָנַן (jánan) sustantivo masculino singular, traduce: piedad, misericordia, compasión, gracia, favor, afecto, corazón, entrañas, vientre. Al reflexionar sobre el misterio de Dios, los escritores de la Biblia lo describen constantemente como "compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en amor y fidelidad". La primera palabra usada en esta descripción de Dios es compasivo o חָכּוּם (jakum) en hebreo. Curiosamente, esta palabra está relacionada con la palabra hebrea para vientre, חכּם (jekem), lo que enfatiza que la compasión bíblica se centra en la esencia de la persona, como la ternura de una madre hacia su hijo vulnerable. La palabra חָכּוּם (jakum) transmite una emoción intensa, que a menudo se traduce como una profunda conmoción. En la historia del rey Salomón, esta compasión se manifiesta cuando él se enfrenta a dos mujeres que afirman ser la madre de un mismo niño. La prueba propuesta por Salomón revela cual de ellas es la verdadera madre, gracias a su reacción compasiva, que la lleva a renunciar a su reclamo con tal de salvar la vida del niño. En la Biblia, חָכּוּם (jakum) no es solo una palabra emotiva, sino que también implica acción. Sorprendentemente, esta palabra se usa con frecuencia para describir las acciones de Dios para describir acciones de Dios que brotan de su compasión profunda. Por ejemplo, cuando los israelitas sufrían en Egipto, Dios escuchó su clamor y, movido por su compasión, los rescató. De igual manera, cuando viajaban por el desierto, Dios les proveyó como un padre, mostrándoles su cuidado y provisión. A pesar de la persistente compasión de Dios, los israelitas se apartaron de Él repetidamente. Sin embargo, en el libro de Isaías, Dios se compara con una madre llena de rakhamim hacia su hijo, prometiendo rescatar a su pueblo. Esta compasión maternal de Dios se ve en Jesús, quien encarna la compasión de Yahvé. En griego, la palabra para compasión es οἰκτιρμός (oiktirmos). Jesús, conmovido por el sufrimiento humano, abraza a los enfermos y cuida de los marginados. Su máximo acto de compasión es su sacrificio en la cruz, rescatando a la humanidad del pecado y reconciliándola con Dios. Jesús llama a sus seguidores a imitar esta vida de compasión, a dejarnos conmover por el dolor ajeno, abrazar a quienes sufren y aliviar el sufrimiento del mundo. Al hacerlo, podemos encarnar la compasión de Yahvé, como enseña Jesús: «Sean compasivos como nuestro Padre es compasivo». Cuando sentimos dolor o vemos sufrir a otros, podemos estar seguros de que Dios se siente profundamente conmovido y responde, encontrándonos con su profunda compasión. de mí y escucha#4:1 שָׁמַע (shamáᶜ) verbo, traduce: escuchar, oír, poner atención, obedecer, hacer caso, practicar, advertir, consentir, discernir. El escuchar es activo, no solo un sentido, es también una habilidad que requiere atención; es más que solamente oír, es comprender, recordar y poner en práctica. El “Shemá Israel” (Dt. 6:4), es el ejemplo de la escucha que debía tener Israel, es una oración central en la tradición judía que se recita dos veces al día y expresa la devoción al único Dios. Comienza con la palabra “Escucha” ( שְׁמַע "Shemá" en hebreo), que implica más que solo oír. En la Biblia, “shemá” significa prestar atención, entender y responder activamente. Es un llamado a no solo escuchar, sino a obedecer, como cuando Dios le pide a Israel que escuche y guarde su pacto. Escuchar en el contexto bíblico es un acto de respeto y obediencia hacia Dios, lo que convierte al “Shemá” en una expresión profunda de fe. mi oración.
2Y ustedes, hombres, ¿hasta cuándo ridiculizarán mi gloria, arruinando mi reputación?
¿Hasta cuándo amarán el orgullo y la mentira?
Selah
3Sepan que Jehová ha separado para sí al que le es fiel;
Jehová me escucha cuando clamo.
4Se pueden enojar, pero no permitan que la rabia los domine y los lleve a pecar.
Cuando estén en su cama, examinen en silencio sus corazones.
Selah
5Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en Jehová.
6Muchos comentan que Tú no eres bondadoso con nosotros.
¡Oh, Jehová, haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!
7Hay personas que se alegran por lo que tienen; por sus excesos, por su consumismo, sus comidas y sus borracheras.
Pero yo soy verdaderamente feliz, porque has dado alegría a mi corazón.
8En paz me acuesto y me duermo,
porque solo Tú, Jehová, me das descanso y seguridad.
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