EZEQUIEL 24
24
Jerusalén, la olla herrumbrosa
1El año noveno#24,1: el año noveno: Se trata del año noveno de la deportación de Jeconías. Estamos entre diciembre del 589 y enero del 588 a. C., el día diez del décimo mes, el Señor me dirigió la palabra:
2— Hijo de hombre: Pon por escrito esta fecha, la del día de hoy, pues el rey de Babilonia ha iniciado el asedio de Jerusalén precisamente hoy. 3Cuenta una parábola a ese pueblo de rebeldes. Diles: Esto dice el Señor Dios:
Pon ya la olla#24,3: pon ya la olla: La imagen de la olla nos es conocida por 11,1-12. Aquí la orden está dirigida a Nabucodonosor, el general invasor. Quien dirige las operaciones bélicas es el propio Señor., ponla,
vete llenándola de agua;#11,3-12.
4echa en ella tajadas
selectas de pierna y de lomo,
llénala de huesos escogidos#24,4-5: tajadas selectas, huesos escogidos: Tétricas imágenes, referentes a los que van a morir en Jerusalén. No se va a salvar ni la gente más distinguida, como lo indican los adjetivos selectas, escogidos, mejores.;
5elige los mejores corderos.
Coloca la leña debajo,
que cuezan a borbotones los huesos
que hay dentro de ella.
6Pues esto dice el Señor Dios:
¡Ay de la ciudad sanguinaria,
de la olla llena de roña#24,6: la ciudad sanguinaria… llena de roña: Es el apelativo más duro dado a Jerusalén en el AT; sin embargo, cuando todo quede restaurado, se llamará: el Señor está allí (48,35). La roña o herrumbre es la culpa.,
cuya herrumbre no se quita!
Vacíala tajada a tajada
pues no tiene posibilidad de perdón.
7Sigue todavía ensangrentada
y su sangre está esparcida sobre roca;
no ha sido derramada por el suelo
para cubrirla después con tierra#24,7: cubrirla con tierra: Mientras no sea cubierta con tierra, la sangre de un inocente clama al cielo pidiendo venganza (ver Gn 4,10; Jb 16,18)..
8Para que la cólera estalle
y se cumpla la venganza,
he esparcido su sangre
sobre roca pelada:
así no será cubierta.
9Por eso, así dice el Señor Dios:
¡Ay de la ciudad sanguinaria!
Yo mismo agrandaré la pira:
10trae más cantidad de leña,
enciende el fuego,
deja que se cueza la carne,
retira el caldo,
que se quemen los huesos.
11Déjala vacía sobre las brasas,
haz que se caliente a tope
para que el bronce se ponga al rojo;
así se desprenderá su roña
y se consumirá su herrumbre.
12Pero, a pesar de los esfuerzos,
no desaparece la roña,
ni con fuego se le quita.
13He intentado purificarte de tu impureza y tú no te has dejado; pues bien, no quedarás limpia hasta que descargue mi cólera en ti. 14Yo, el Señor, he hablado de lo que va a suceder y lo haré. No me contendré, no tendré misericordia ni me compadeceré. Te juzgarán conforme a tu conducta y tus acciones —oráculo del Señor Dios—.#5,11+.
Muere la mujer del profeta
15El Señor me dirigió la palabra:
16— Hijo de hombre, voy a quitarte de repente la delicia de tus ojos#24,16: la delicia de tus ojos: Aunque se trata de un término cariñoso para describir a la mujer del profeta, en el marco de este oráculo puede ser una referencia simbólica al Templo de Jerusalén (ver 24,21).. Pero no harás duelo ni llorarás, ni derramarás una sola lágrima. 17Suspira en silencio, no hagas duelo de difuntos; ponte el turbante, cálzate las sandalias, no te cubras la barba ni comas el pan de duelo#24,17: el pan de duelo: Otros leen: el pan de los hombres..
18Yo hablé a la gente por la mañana, y por la tarde murió mi esposa. A la mañana siguiente hice lo que se me había ordenado. 19La gente me dijo:
— ¿No nos explicas qué relación tiene con nosotros lo que estás haciendo?
20Yo les respondí:
— Es que el Señor me ha hablado así: 21Di a los israelitas: Esto dice el Señor Dios: Voy a profanar mi santuario, manifestación del orgullo y poder de ustedes, delicia de sus ojos, aquello por lo que suspiran apasionados. Los hijos e hijas que dejaron#24,21: que dejaron: Se sobreentiende: “en Jerusalén”. caerán a espada.#Jr 7,13-14; Lm 2,7. 22Harán lo mismo que yo: no se cubrirán la barba ni comerán pan de duelo; 23se pondrán el turbante y se calzarán las sandalias; no harán duelo ni llorarán. Se consumirán pensando en sus culpas y gemirán los unos por los otros. 24Ezequiel les servirá de ejemplo; harán lo que él ha hecho. Y cuando esas cosas sucedan, reconocerán que yo soy el Señor Dios.#12,6; (ver Jr 16,2-4).
25Por lo que a ti respecta, hijo de hombre, cuando yo los despoje de su seguridad, del gozo que les proporciona su esplendor, de la alegría de sus ojos, de aquello por lo que suspiran, cuando los deje sin hijos e hijas, 26ese día llegará a ti un fugitivo para darte la noticia#24,26: la noticia: A saber, que Jerusalén ha sucumbido definitivamente.. 27Ese día se abrirá tu boca, podrás hablar con el fugitivo y no volverás a enmudecer#24,27: a enmudecer: Referencia a 3,26. Ahora, sin embargo, que el castigo se ha consumado, el profeta puede hablar para enjuiciar la catástrofe sufrida por la nación.. Les servirás de ejemplo, y reconocerán que yo soy el Señor.#3,26; 12,6.
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EZEQUIEL 24: BHTI
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La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso