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EL EVANGELIO. SEGVN S. MATTHEO. 25

25
CAPIT. XXV.
Continuãdo el proposito de la findel preced. ca. con vna elegãte parabola deſcriue la negligencia que puede auer en los profeſſores de la piedad, y singularmẽte en los ministros, laqual con ninguna emprestada diligencia podran restaurar, y la diligẽcia que tendrán à laqual exhorta de nueuo, y tanto mas quãto el dia de ſu venida es ignorado de todos. II. Cõ otra les exhorta à la misma diligẽcia en emplear ſus dones. III. Descriue ſu venida àl juyzio, y el apartamiento que entõces ſe hará de los buenos y de losmalos, el lugar que ſe dará à los vnos y a los otros: las sentencias, y las cauſas deellas.
1Entõces el Reyno de los cielos ſerá semejante à diez virgines, que tomando ſus lamparas ſalieron à recebir àl esposo. 2Y las cinco deellas eran prudentes: y las cinco, locas. 3Las que eran locas, tomando ſus lamparas, no tomaron azeyte consigo. 4Mas las prudentes tomaron azeyte en ſus vaſos juntamente con ſus lamparas. 5Y tardandoſe el esposo, cabecearon todas, y durmieronſe. 6Y à la media noche fué hecho pregõ, Heaqui, el esposo viene: ſalildo à recebir. 7Entonces todas a quellas virgines ſe leuantaron, y adereçaron ſus lamparas. 8Y las locas dixeron à las prudentes, Dadnos de vuestro azeyte: porque nuestras lamparas ſe apagan. 9Mas las prudentes respondieron diziendo, Porque no nos falte à nosotras y à vosotras, yd antes à losque venden, y cõprad para vosotras. 10Y ydas ellas à comprar, vino el esposo: y las que eſtauan apercebidas, entraron con el à las bodas: y cerrose la puerta. 11Y deſpues vinieron tambien las otras virgines, diziendo, Señor, Señor, abrenos. 12Mas respondiendo el, dixo, Decierto os digo, que no os conozco. 13 Velad pues, porque no sabeys el dia ni la hora, en laqual el Hijo delhõbre hà de ve nir.
14¶ Porque el Reyno de los cielos es como vn hombre que partiendoſe lexos llamó à ſus sieruos, y entrególes ſus bienes. 15Y à eſte dió cinco talentos, y àl otro dos, y àl otro vno: à cada vno conforme à ſu facultad, y partióse luego lexos. 16Y partido el, el que auia recebido cinco talentos, granjeó cõ ellos, y hizo otros cinco talentos. 17Semejantemente tambien el que auia recebido dos, ganó tambien el otros dos. 18Mas elque auia recebido vno, fue y enterrólo en tierra, y escondió el dinero de ſu señor. 19Y deſpues de mucho tiempo vino el señor de aquellos sieruos, y hizo cuentas con ellos. 20Y llegando el que auia recebido cinco talentos, truxo otros cinco talẽtos, diziendo, Señor, cinco talentos me entregaste, heaqui otros cinco talentos hé ganado con ellos. 21Y ſu señor le dixo, Bien eſtá, buẽ sieruo y fiel; ſobre poco has sido fiel, ſobre mucho te pondré: entra enel gozo de tu señor. 22Y llegãdo tãbien el que auia recebido dos talentos, dixo, Señor, dos talentos me entregaste, heaqui otros dos talentos he ganado ſobre ellos. 23Su señor le dixo, Bien eſtá buen sieruo y fiel: ſobre poco has sido fiel, ſobre mucho te pondré: entra enel gozo de tu señor. 24Y llegando tambiẽ el que auia recebido vn talento, dixo, Señor yo te conocia que eres hõbre duro, que siegas dõde no sembraste, y coges donde no derramaste. 25Portanto vue mido, y fue y escondi tu talento en tierra; heaqui tienes loque es tuyo. 26Y respondiẽdo ſu señor dixole, Mal sieruo y negligente, sabias que siego dõde no sembré, y que coxgo donde no derramé. 27Portanto te conuenia dar mi dinero à los vanqueros: y viniendo yo recibiera loque es mio con vsura. 28Quitalde pues el talento, y daldo àl que tiene diez talentos. 29 Porque à qualquiera que tuuiere le ſerá dado, y tẽdrá mas: y àlque no tuuiere, aun loque tiene le ſerá quitado. 30Y àl sieruo inutil echaldo en las tinieblas de à fuera: alli ſerá el lloro, y el batimiento de dientes.
31¶ Y quando el Hijo del hombre vendrá en ſu gloria, y todos los sanctos angeles conel, entõces ſe sentará ſobre el throno de ſu gloria. 32Y serán juntadas delante deel todas las gẽtes: y apartarloshá losvnos de los otros, como aparta el pastor las ouejas de los cabritos. 33Y põdrá las ouejas à ſu derecha, y los cabritos à la yz quierda. 34Entonces el Rey dirá à los que estarán à ſu derecha, Venid benditos de mi Padre, poſſeed el Reyno aparejado para vosotros desde la fundacion del mundo. 35 Porque tuue hambre, y diſtes me de comer: tuue sed, y diſtesme de beuer: fue huesped, y recogitesme: 36Desnudo, y cubristesme: enfermo, y visitastesme: estuue en la carcel, y venistes à mi. 37Entõces los juſtos le respõderán, diziẽdo, Señor, quãdo te vimos hãbriento, y te sustẽtamos? o sediẽto, y te dimos de beuer? 38Y quãdo te vimos huesped, y te recogimos? o desnudo, y te cubrimos? 39O, quando te vimos enfermo, o en la carcel, y venimos à ti? 40Y respondiendo el Rey, dezirleshá, Decierto os digo que enquanto lo hezistes à vno de estos mis hermanos pequeñitos, à mi lo hezistes.
41¶ Entõces dirá tambien à los que estarán à la yzquierda, Yd hos de mi malditos àl fuego eterno que eſtá aparejado para el diablo y ſus angeles. 42Porque tuue hambre, y no me diſtes de comer: tuue sed, y no me diſtes debeuer: 43Fue huesped, y no me recogistes: desnudo, y no me cubristes: enfermo y en la carcel estuue, y no me visitastes. 44Entonces tãbien ellos le responderã, diziendo, Señor, quando te vimos hãbriẽto, o sediento, o huesped, o desnudo, o enfermo, o en la carcel, y no te seruimos? 45Entõces responderleshá, diziendo, De cierto os digo que en quãto no lo hezistes à vno deestos pequeñitos, ni àmi lo hezistes. 46 Y iran estos àl tormento eterno, y los juſtos à la vida eterna.

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