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EL EVANGELIO. SEGVN S. MATTHEO. 18

18
CAP. XVIII.
Enseña el Señor que la entrada en ſu Yglesia y Reyno es por verdadera humildad, y la dignidad y estima que el haze deelque anſi vuiere entrado, estimandolo en parte y encomendandolo como à ſu propria perſona. 1. porque los angeles a Dios familiares, ſon ſus ministros. 2. porque el mismo lo vino à buscar, como el pio pastor à ſu oueja perdida, y ſe goza summamente de auerlo hallado. II. Portanto ay del que lo escandalizáre o dañare. III. Señala el remedio que ſe pondrá por la Ecclesiastica disciplina, quando los vnos hermanos offendieren à los otros: y de que rigor ſe vsará cõ el contumaz à la Yglesia. IIII. Donde como de paſſada instituye la externa Igleſia, y señala ſu authoridad celestial por presidir el en ella. V, Prosiguiendo en el dicho orden de la fraterna correcion, declara à la requesta de Pedro, que enel perdonar de los hermanos à los hermanos penitentes ninguna taſſaha de auer de vezes ni de qualidad, porque ninguna tuuo Dios para con noſotros, loqual amplifica por vna elegante parabola.
1EN aquel tiempo llegaronſe los Diſcipulos à Iesus, diziendo, Quien es el muy grande enel Reyno de los cielos? 2Y llamando Iesus vn niño, pusolo en medio deellos: 3 Y dixo, De cierto os digo que ſino os boluierdes, y fuerdes, como niños, no entrareys enel Reyno de los cielos. 4Anſique qualquiera que ſe abaxâre, como eſte miño, eſte es el muy grande enel Reyno de los cielos. 5Y qualquiera que recibiere à vn tal niño en mi nombre, á mi recibe.
6¶ Y qualquiera que offendiere à alguno de estos pequeños, que creen en mi, mejor le fueraque le fuera colgada del cuello vna piedra de molino de asno, y que fuera anegado enel profundo de la mar. 7Ay del mundo por los escandalos: porque neceſſario es que vengan escandalos: mas ay de aquel hombre por el qual viene el escandalo. 8 Portanto ſi tu mano o tu pie te fuere occasion de caer, cortalos y echa los de ti: mejor te es entrar coxo o manco à la vida, que teniendo dos manos o dos pies ſer echado àl fuego eterno. 9Y ſi tu ojo te es occasion de caer, sacalo y echa lo de ti: que mejor te es entrar con vn ojo à la vida, que teniendo dos ojos ſer echado àl quemadero del fuego. 10Mirad no tẽgays en poco à alguno de estos pequeños: porque yo os digo que ſus angeles en los cielos veen siempre la faz de mi Padre que eſtá en los cielos. 11 Porque el Hijo del hombre es venido para saluar loque ſe auia perdido. 12 Que os parece? Si tuuieſſe algun hõbre cien ouejas, y ſe perdieſſe vna deellas, no yria por los montes, dexadas las nouenta y nueue, à buscar la que ſe auria perdido? 13Y ſi acontecieſſe hallarla, decierto os digo, que mas ſe goza de aquella, que de las nouenta y nueue que nose perdieron. 14Ansi no es la voluntad de vuestro Padre, que eſtá en los cielos, que ſe pierda vno de estos pequeños.
15¶ Portãto ſi tu hermano peccâre cõtrati, vé y redarguyelo entre ti y el solo: ſi te oyere, ganado hás à tu hermano. 16Mas ſino te oyere, toma aun contigo vno o dos: para que en boca de dos o de tres teſtigos consista toda la coſa. 17Y ſino oyere à ellos, di lo à la Congregacion: Y ſi no oyere à la Congregacion, tenló por vn ethnico, y vn publicano. 18 Decierto os digo que todo loque ligardes en la tierra, ſerá ligado enel cielo: y todo loque desatardes en la tierra ſerá desatado enel cielo. 19Item, digo os, que ſi dos de vosotros consintieren en la tierra, de toda cosaque pidieren, serleshá hecho por mi Padre que eſtá en los cielos. 20Porque donde eſtan dos o tres congregados en mi nombre, alli estoy en medio deellos.
21¶ Entonces Pedro llegandoſe à el, dixo, Señor, quantas vezes perdonaré à mi hermano que peccâre contra mi? Hastasiete? 22Iesus le dize, No te digo haſta ſiete, mas aun haſta setenta vezes ſiete. 23 Por loqual el Reyno de los cielos es semejante à vn hombre Rey, que quiſo hazer cuentas con ſus sieruos. 24Y començando à hazer cuentas, fuele preſentado vno que le deuia diez mil talentos. 25Mas aeste, no pudiendo pagar, mandó ſu señor vender, à el y à ſu muger y hijos, con todo loque tenia, y pagar. 26Entonces aquel sieruo prostrado adoraualo, diziendo, Señor deten la ira para conmigo, y todo telo pagaré. 27El señor mouido à misericordia de aquel sieruo, soltólo, y perdonóle la deuda. 28Y ſaliendo aquel sieruo, halló vno de ſus compañèros que le deuia ciẽ dineros: y trauando deel apretaualo, diziendo, Paga loque deues. 29Entonces ſu compañero, proſtrandoſe à ſus pies, rogauale diziendo, Deten la irapara conmigo, y todo telo pagaré. 30Mas el no quiſo, ſi no fue, y echôlo en la carcel haſta que pagaſſe la deuda. 31Y viendo ſus compañeros loque paſſaua entristecieronſe mucho: y viniendo declararon à ſu señor todo lo que auia paſſado. 32Entóces llamandolo ſu señor, dizele, Mal sieruo, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste: 33No te conuenia tamhiẽ à ti tener misericordia de tu compañero, como tambiẽ yo tuue misericordia de ti? 34Entonces ſu señor enojado, entrególo à los verdugos haſta que pagaſſe todo lo que le deuia. 35Ansi tambien hará cõ vosotros mi Padre celestial, ſi no perdonardes devuestros coraçones cada vno à vuestros hermanos ſus offensas.

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