«Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días», declara el SEÑOR. «Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo. No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: “Conoce al SEÑOR”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande», declara el SEÑOR, «pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado».