Nuestra Eternidad Segura预览

Semana 5 - Día 3
Lectura: Juan 13:1–30
DEVOCIONAL: Juan 13:20
Os aseguro que quien reciba al que yo envíe, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me envió.
En el capítulo 13 de Juan vemos la transición del ministerio público de Jesús a su ministerio privado. Jesús compartió una cena con sus discípulos, sus doce amigos y seguidores más cercanos. Jesús sabía lo que vendría; Sabía que Dios le había entregado todas las cosas, sabía que venía de Dios y que volvería a Dios, y sabía que Judas, uno de los suyos, lo traicionaría.
Al comienzo de la cena, Jesús tomó una toalla y un recipiente con agua y lavó los pies de sus discípulos. Normalmente, esta responsabilidad estaba reservada para el esclavo doméstico. Era una práctica normal para un esclavo, pero que el dueño de una casa se humillara y lavara los pies de sus invitados era algo inaudito. Las acciones de Jesús contradecían todas las normas sociales, todas las ideas de jerarquía. Jesús se humilló a sí mismo al lugar del siervo para modelar a sus discípulos cómo debían actuar en su ausencia. Jesús mostró humildad, servicio y amor a sus discípulos al lavarles los pies. Él fue el ejemplo y les instruyó que hicieran lo que Él había hecho.
Así como Dios envió a Jesús al mundo, Jesús envió a sus discípulos al mundo. Aquí, en la última cena juntos, Jesús les dio un ejemplo e instrucciones de cómo vivir como Sus mensajeros. Porque así como Él no es mayor que el Padre, Él que le envió, sus discípulos no eran mayores que Jesús. Jesús les instruyó a servirse unos a otros, a amarse humildemente unos a otros como Él los amaba.
Los discípulos aceptaron a Cristo y, a su vez, aceptaron al Padre. Aquellos que aceptan a los envíados también lo aceptan a Él. Aquellos que aceptan y creen el testimonio de estos discípulos aceptan y creen en Jesús mismo. Al igual que la jerarquía entre esclavo y maestro, existe una jerarquía entre remitente y mensajero. Jesús es el remitente, envía a sus discípulos al mundo para servir con humildad, amarse unos a otros y llevar el mensaje de la verdad al mundo: Jesús es el Hijo de Dios y el único camino a la vida eterna. Los discípulos fueron enviados por Jesús, y aquellos que les respondieron a ellos le respondieron a Jesús. Pero para que los discípulos fueran testigos de Jesús, necesitaban actuar como Jesús. Este ejemplo de servicio, amor y humildad es cómo los seguidores de Jesús deben representarlo ante el mundo. No siempre significa lavar los pies, sino luchar contra las presiones sociales y la comodidad personal para darlo a conocer.
读经计划介绍

A través de la lectura del Evangelio de Juan podemos saber qué significa tener fe en Jesús y qué significa tener la vida eterna. Su propósito y mensaje son claros. Podemos leer el testimonio de Juan sobre Jesús sabiendo que no quiere engañarnos, sino ofrecernos la esperanza y la paz que solo proviene de Jesús. Nuestra Eternidad Segura profundizará tu comprensión de quién es Jesús.
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