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Día 13: DIEZMOS

Una manera de vivir una vida generosa es diezmar consistentemente a la iglesia local. El diezmo es separar el 10% de toda ganancia de dinero que recibes cada semana, y dársela a Dios. Éste concepto bíblico lo vemos primeramente en Génesis 14, cuando Abraham le entrega una décima parte de toda la riqueza que obtuvo en la batalla, a un hombre llamado Melquisedec, quien era el sumo sacerdote de Dios. El diezmar es nuestra respuesta a una bendición, no la fuente de ella; Dios es la fuente. No diezmamos para que Dios nos de; nosotros diezmamos porque Él ya nos dió.

Nuestras finanzas deben declarar las bendiciones de tener a nuestro Salvador como nuestra única fuente. Al Jesús ser la fuente de bendición, esto nos libera de estar atados a nada ni nadie que no sea El. Ya no operamos bajo el temor, el yo, o con insensatez; pero con sabiduría y fe. Nuestro dinero sirve a Cristo. Nosotros no servimos a nuestro dinero.

Mateo 6:24