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2 Samuel 22:51 (NVI)
»“Él da grandes victorias a su rey; a su ungido David y a sus descendientes les muestra por siempre su gran amor”».
2 Samuel 1:3 (NVI)
—¿De dónde vienes? —preguntó David. —Vengo huyendo del campamento israelita —respondió.
2 Samuel 1:4 (NVI)
—Pero ¿qué ha pasado? —exclamó David—. ¡Cuéntamelo todo! —Pues resulta que nuestro ejército ha huido de la batalla y muchos han caído muertos —contestó el mensajero—. Entre los caídos en combate se cuentan Saúl y su hijo Jonatán.
2 Samuel 1:5 (NVI)
—¿Y cómo sabes tú que Saúl y su hijo Jonatán han muerto? —preguntó David al criado que había traído la noticia.
2 Samuel 1:6 (NVI)
—Por casualidad me encontraba yo en el monte Guilboa. De pronto, vi a Saúl apoyado en su lanza y asediado por los carros y la caballería —respondió el criado—.
2 Samuel 1:7 (NVI)
Saúl se volvió y al verme me llamó. Yo me puse a sus órdenes.
2 Samuel 1:8 (NVI)
Me preguntó quién era yo y respondí que era amalecita.
2 Samuel 1:9 (NVI)
Entonces me pidió que me acercara y me ordenó: “¡Mátame de una vez, pues estoy agonizando y no acabo de morir!”.
2 Samuel 1:10 (NVI)
Yo me acerqué y lo maté, pues me di cuenta de que no iba a sobrevivir al desastre. Luego le quité la corona de la cabeza y el brazalete que llevaba en el brazo para traérselos a usted, mi señor.
2 Samuel 1:11 (NVI)
Al oírlo, David y los que estaban con él se rasgaron las vestiduras.
2 Samuel 1:12 (NVI)
Lloraron y ayunaron hasta el anochecer porque Saúl y su hijo Jonatán habían caído a filo de espada, y también por el ejército del Señor y por la nación de Israel.
2 Samuel 1:13 (NVI)
Entonces David preguntó al joven que había traído la noticia: —¿De dónde eres? —Soy un extranjero amalecita —respondió.
2 Samuel 1:14 (NVI)
—¿Y cómo te atreviste a alzar la mano para matar al ungido del Señor ? —reclamó David.
2 Samuel 1:15 (NVI)
Y enseguida llamó a uno de sus hombres y ordenó: —¡Anda, mátalo! Aquel cumplió la orden y lo mató.
2 Samuel 1:16 (NVI)
David, por su parte, dijo: —¡Que tu sangre caiga sobre tu cabeza! Tu boca misma te condena al admitir que mataste al ungido del Señor .
2 Samuel 1:17 (NVI)
David compuso este lamento en honor de Saúl y de su hijo Jonatán.
2 Samuel 1:18 (NVI)
Lo llamó el «Cántico del Arco» y ordenó que lo enseñaran a los habitantes de Judá. Así consta en el libro de Jaser:
2 Samuel 1:19 (NVI)
«¡Ay, Israel! Tus héroes yacen heridos en las alturas de tus montes. ¡Cómo han caído los valientes!
2 Samuel 1:20 (NVI)
»No lo anuncien en Gat ni lo pregonen en las calles de Ascalón para que no se alegren las filisteas ni lo celebren esas hijas de incircuncisos.
2 Samuel 1:21 (NVI)
»¡Ay, montes de Guilboa, que no caiga sobre ustedes lluvia ni rocío! ¡Que no crezca nada en sus campos! Porque allí deshonraron el escudo de Saúl: ¡nunca más será ungido con aceite!
2 Samuel 1:22 (NVI)
»¡Jamás volvía el arco de Jonatán sin haberse saciado con la sangre de los heridos ni regresaba la espada de Saúl sin haberse hartado con la grasa de sus oponentes!
2 Samuel 1:23 (NVI)
¡Saúl! ¡Jonatán! Fueron amados y admirados, y en la vida y en la muerte, inseparables. Más veloces eran que las águilas y más fuertes que los leones.
2 Samuel 1:24 (NVI)
»¡Ay, mujeres de Israel! Lloren por Saúl, que las vestía con lujosa seda carmesí y las adornaba con joyas de oro.
2 Samuel 1:25 (NVI)
»¡Cómo han caído los valientes en batalla! Jonatán yace muerto en tus alturas.
2 Samuel 1:26 (NVI)
¡Cuánto sufro por ti, Jonatán, pues te quería como a un hermano! Más preciosa fue para mí tu amistad que el amor de las mujeres.