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1 Reyes 8:26 (NVI)
Dios de Israel, ¡confirma ahora la promesa que hiciste a mi padre David, tu siervo!
1 Reyes 8:27 (NVI)
»Pero ¿será posible que tú, Dios mío, habites en la tierra? Si los cielos, por altos que sean, no pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!
1 Reyes 8:28 (NVI)
Sin embargo, Señor mi Dios, atiende a la oración y a la súplica de este siervo tuyo. Oye el clamor y la oración que hoy elevo en tu presencia.
1 Reyes 8:29 (NVI)
¡Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre este templo, el lugar donde decidiste poner tu Nombre, para que oigas la oración que tu siervo eleva hacia ese lugar!
1 Reyes 8:30 (NVI)
Oye la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Oye desde el cielo, donde habitas; escucha y perdona.
1 Reyes 8:31 (NVI)
»Si alguien peca contra su prójimo y se le exige venir a este templo para jurar frente a tu altar,
1 Reyes 8:32 (NVI)
óyelo tú desde el cielo y juzga a tus siervos. Condena al culpable y haz que reciba su merecido; absuelve al inocente y vindícalo por su rectitud.
1 Reyes 8:33 (NVI)
»Cuando tu pueblo Israel sea derrotado por el enemigo por haber pecado contra ti, si luego se vuelve a ti para alabar tu nombre, y ora y te suplica en este templo,
1 Reyes 8:34 (NVI)
óyelo tú desde el cielo, perdona su pecado y hazlo regresar a la tierra que diste a sus antepasados.
1 Reyes 8:35 (NVI)
»Cuando tu pueblo peque contra ti y tú lo aflijas cerrando el cielo para que no llueva, si luego ellos oran hacia este lugar y alaban tu nombre y se arrepienten de su pecado,
1 Reyes 8:36 (NVI)
óyelos tú desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, de tu pueblo Israel. Guíalos para que sigan el buen camino y envía la lluvia sobre esta tierra, que es tuya, pues tú se la diste a tu pueblo por herencia.
1 Reyes 8:37 (NVI)
»Cuando en el país haya hambre, plaga, peste, langostas o saltamontes en los sembrados; cuando el enemigo sitie alguna de nuestras ciudades; en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad,
1 Reyes 8:38 (NVI)
si luego algún israelita, consciente de su dolor, extiende sus manos hacia este templo, ora y te suplica,
1 Reyes 8:39 (NVI)
óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Trata a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.
1 Reyes 8:40 (NVI)
Así todos tendrán temor de ti mientras vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.
1 Reyes 8:41 (NVI)
»Trata de igual manera al extranjero que no pertenece a tu pueblo Israel, pero que atraído por tu fama ha venido de lejanas tierras.
1 Reyes 8:42 (NVI)
(En efecto, los pueblos oirán hablar de tu gran nombre y de tus despliegues de fuerza y poder). Cuando ese extranjero venga y ore orientado hacia este templo,
1 Reyes 8:43 (NVI)
óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y concédele cualquier petición que te haga. Así todos los pueblos de la tierra conocerán tu nombre y, al igual que tu pueblo Israel, tendrán temor de ti y comprenderán que este templo que he construido lleva tu Nombre.
1 Reyes 8:44 (NVI)
» Señor , cuando saques a tu pueblo para combatir a sus enemigos, sea donde sea, si el pueblo ora a ti y dirige la mirada hacia la ciudad que has escogido, hacia el Templo que he construido en honor de tu Nombre,
1 Reyes 8:45 (NVI)
oye tú desde el cielo su oración, su súplica y defiende su causa.
1 Reyes 8:46 (NVI)
»Ya que no hay ser humano que no peque, si tu pueblo peca contra ti, y tú te enojas con ellos y los entregas al enemigo para que se los lleven cautivos a otro país, lejano o cercano;
1 Reyes 8:47 (NVI)
y si en el destierro, en el país de los conquistadores, se arrepienten, se vuelven a ti y oran diciendo: “Somos culpables, hemos pecado, hemos hecho lo malo”;
1 Reyes 8:48 (NVI)
y si en la tierra de sus enemigos que los tomaron cautivos se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma, y oran a ti y dirigen la mirada hacia la tierra que diste a sus antepasados, hacia la ciudad que has escogido y hacia el templo que he construido en honor de tu Nombre,
1 Reyes 8:49 (NVI)
oye tú su oración y su súplica desde el cielo donde habitas y defiende su causa.
1 Reyes 8:50 (NVI)
Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti; perdona todas las ofensas que te haya infligido. Haz que sus conquistadores le muestren clemencia,