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Eclesiastés 5:17 (NVI)
Toda su vida come en tinieblas, en medio de muchas molestias, enfermedades y enojos.
Eclesiastés 5:18 (NVI)
Esto es lo que he comprobado: que en la vida bajo el sol lo mejor es comer, beber y disfrutar del fruto de nuestros afanes. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado.
Eclesiastés 5:19 (NVI)
Además, a quien Dios concede abundancia y riquezas, también concede comer de ellas, así como tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios.
Eclesiastés 5:20 (NVI)
Y como Dios le llena de alegría el corazón, muy poco reflexiona el hombre en cuanto a su vida.
Eclesiastés 6:1 (NVI)
Hay un mal que he visto bajo el sol y que afecta a todos:
Eclesiastés 6:2 (NVI)
a algunos Dios da abundancia, riquezas, honores y no les falta nada que pudieran desear. Sin embargo, es a otros a quienes concede disfrutar de todo ello. ¡Esto es vanidad, una penosa aflicción!
Eclesiastés 6:3 (NVI)
Si un hombre tiene cien hijos y vive muchos años, no importa cuánto viva, si no se ha saciado de las cosas buenas ni llega a recibir sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él.
Eclesiastés 6:5 (NVI)
Nunca llegará a ver el sol, ni sabrá nada; sin embargo, habrá tenido más reposo que aquel
Eclesiastés 6:6 (NVI)
que pudo haber vivido dos mil años sin disfrutar jamás de lo bueno. ¿Y acaso no van todos a un mismo lugar?
Eclesiastés 6:7 (NVI)
Mucho trabaja el hombre para comer, pero nunca se sacia.
Eclesiastés 6:8 (NVI)
¿Qué ventaja tiene el sabio sobre el necio? ¿Y qué gana el pobre con saber enfrentarse a la vida?
Eclesiastés 6:9 (NVI)
Vale más lo visible que lo imaginario. Y también esto es vanidad; ¡es correr tras el viento!
Eclesiastés 6:10 (NVI)
Lo que ahora existe ya ha recibido nombre y se sabe lo que es: humanidad. Nadie puede luchar contra alguien más fuerte.
Eclesiastés 6:11 (NVI)
Donde abundan las palabras, abunda la vanidad. ¿Y qué se gana con eso?
Eclesiastés 6:12 (NVI)
En realidad, ¿quién sabe qué le conviene a una persona en esta breve y vana vida suya por donde pasa como una sombra? ¿Y quién puede decirle lo que sucederá bajo el sol después de su muerte?
Eclesiastés 7:1 (NVI)
Es mejor el buen nombre que el buen perfume. Es mejor el día en que se muere que el día en que se nace.
Eclesiastés 7:2 (NVI)
Es mejor ir a un funeral que a una casa de fiestas. Pues la muerte es el fin de todo ser humano, y los que viven debieran tenerlo presente.
Eclesiastés 7:3 (NVI)
Es mejor llorar que reír; porque un rostro triste le hace bien al corazón.
Eclesiastés 7:5 (NVI)
Es mejor la reprensión de sabios que el canto de necios.
Eclesiastés 7:6 (NVI)
Pues las carcajadas de los necios son como el crepitar de las espinas bajo la olla. ¡Y también esto es vanidad!
Eclesiastés 7:7 (NVI)
La extorsión entorpece al sabio y el soborno corrompe su corazón.
Eclesiastés 7:8 (NVI)
Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.
Eclesiastés 7:9 (NVI)
No permitas que el enojo domine tu espíritu, porque el enojo se aloja en lo íntimo de los necios.
Eclesiastés 7:10 (NVI)
Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas.
Eclesiastés 7:11 (NVI)
Buena es la sabiduría sumada a la heredad y provechosa para los que ven la luz del sol.