YouVersion Logo
Search Icon

Search results for: 2 Corintios 5

2 Corintios 2:1 (NVI)

En efecto, decidí no hacerles otra visita que causara tristeza.

2 Corintios 3:13 (NVI)

No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.

2 Corintios 3:1 (NVI)

¿Acaso comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso tenemos que presentarles o pedirles a ustedes cartas de recomendación, como hacen algunos?

2 Corintios 6:17 (NVI)

Por tanto, el Señor añade: «¡Salgan de en medio de ellos y apártense! No toquen nada impuro y yo los recibiré».

2 Corintios 7:6 (NVI)

Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito

2 Corintios 3:7 (NVI)

El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.

2 Corintios 3:14 (NVI)

Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque solo se quita en Cristo.

2 Corintios 1:2 (NVI)

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.

2 Corintios 10:9 (NVI)

No quiero dar la impresión de que trato de asustarlos con mis cartas,

2 Corintios 4:9 (NVI)

perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.

2 Corintios 4:14 (NVI)

Pues sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará también a nosotros con él y nos llevará junto con ustedes a su presencia.

2 Corintios 1:12 (NVI)

Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.

2 Corintios 2:16 (NVI)

Para estos somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquellos, olor de vida que los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?

2 Corintios 12:2 (NVI)

Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si en el cuerpo o fuera del cuerpo; Dios lo sabe.

2 Corintios 11:9 (NVI)

Cuando estuve entre ustedes y necesité algo, no fui una carga para nadie, pues los hermanos que llegaron de Macedonia suplieron mis necesidades. He evitado serles una carga en cualquier sentido y seguiré evitándolo.

2 Corintios 12:3 (NVI)

Y sé que este hombre —no sé si en el cuerpo o aparte del cuerpo, Dios lo sabe—

2 Corintios 4:6 (NVI)

Porque Dios, que dijo: «¡Que la luz resplandezca en las tinieblas!», hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo.

2 Corintios 1:9 (NVI)

nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos.

2 Corintios 7:8 (NVI)

Si bien los entristecí con mi carta, no me pesa. Es verdad que antes me pesó, porque me di cuenta de que por un tiempo mi carta los había entristecido.

2 Corintios 1:20 (NVI)

Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios.

2 Corintios 2:13 (NVI)

Aun así, me sentí intranquilo por no haber encontrado allí a mi hermano Tito, por lo cual me despedí de ellos y me fui a Macedonia.

2 Corintios 7:5 (NVI)

Cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, nos vimos acosados por todas partes: conflictos por fuera, temores por dentro.

2 Corintios 3:8 (NVI)

Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu?

2 Corintios 1:8 (NVI)

Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida:

2 Corintios 2:2 (NVI)

Porque, si yo los entristezco, ¿quién me brindará alegría, sino aquel a quien yo haya entristecido?

YouVersion uses cookies to personalize your experience. By using our website, you accept our use of cookies as described in our Privacy Policy