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2 Reyes 1:5 (NVI)
Cuando los mensajeros regresaron, el rey les preguntó: —¡Cómo! ¿Ya están de regreso?
2 Reyes 1:6 (NVI)
Ellos respondieron: —Es que un hombre nos salió al encuentro y nos dijo que regresáramos al rey que nos había enviado y le dijéramos: “Así dice el Señor : ‘¿Por qué mandas a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón? ¿Acaso no hay Dios en Israel? Pues bien, ya no te levantarás de tu lecho de enfermo, sino que morirás, sin duda alguna’ ”.
2 Reyes 1:7 (NVI)
El rey preguntó: —¿Qué aspecto tenía el hombre que les salió al encuentro y les habló de ese modo?
2 Reyes 1:8 (NVI)
—Llevaba puesto un manto de piel y tenía un cinturón de cuero atado a la cintura —contestaron ellos. —¡Ah! ¡Era Elías el tisbita! —exclamó el rey.
2 Reyes 1:9 (NVI)
Y enseguida envió a un capitán con cincuenta soldados a buscarlo. El capitán fue y encontró a Elías sentado en la cima de un monte. —Hombre de Dios —dijo—, el rey le ordena que baje.
2 Reyes 1:10 (NVI)
—Si soy hombre de Dios —respondió Elías—, ¡que caiga fuego del cielo y te consuma junto con tus cincuenta soldados! Al instante cayó fuego del cielo y consumió al capitán y a sus soldados.
2 Reyes 1:11 (NVI)
Así que el rey envió a otro capitán con otros cincuenta soldados en busca de Elías. —Hombre de Dios —dijo—, el rey le ordena que baje inmediatamente.
2 Reyes 1:12 (NVI)
—Si soy hombre de Dios —repuso Elías—, ¡que caiga fuego del cielo y te consuma junto con tus cincuenta soldados! Una vez más, fuego de Dios cayó del cielo y consumió al oficial y a sus soldados.
2 Reyes 1:13 (NVI)
Por tercera vez el rey envió a un capitán con otros cincuenta soldados. Cuando este llegó hasta donde estaba Elías, se puso de rodillas delante de él y le imploró: —Hombre de Dios, le ruego que respete mi vida y la de estos cincuenta servidores suyos.
2 Reyes 1:14 (NVI)
Sé bien que cayó fuego del cielo y consumió a los dos primeros capitanes y a sus soldados. Por eso le pido ahora que respete mi vida.
2 Reyes 1:15 (NVI)
El ángel del Señor ordenó a Elías: «Baja con él; no le tengas miedo». Así que Elías se levantó y bajó con el oficial para ver al rey,
2 Reyes 1:16 (NVI)
a quien le dijo: «Así dice el Señor : “Enviaste mensajeros a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón. ¿Acaso no hay Dios en Israel a quien puedas consultar? Puesto que has actuado así, ya no te levantarás de tu lecho de enfermo, sino que morirás, sin duda alguna”».
2 Reyes 1:17 (NVI)
Así fue como murió el rey, según la palabra que el Señor había anunciado por medio de Elías. Como Ocozías no llegó a tener hijos, Jorán lo sucedió en el trono. Esto aconteció en el segundo año de Jorán, hijo de Josafat y rey de Judá.
2 Reyes 1:18 (NVI)
Los demás acontecimientos del reinado de Ocozías están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
2 Reyes 2:1 (NVI)
Cuando se acercaba la hora en que el Señor se llevaría a Elías al cielo en un torbellino, Elías y Eliseo salieron de Guilgal.
2 Reyes 2:2 (NVI)
Entonces Elías dijo a Eliseo: —Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado a Betel. Pero Eliseo respondió: —Tan cierto como el Señor y tú viven, te aseguro que no te dejaré solo. Así que fueron juntos a Betel.
2 Reyes 2:3 (NVI)
Allí los miembros de la comunidad de profetas de Betel salieron a recibirlos y preguntaron a Eliseo: —¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro? —Lo sé muy bien; ¡cállense!
2 Reyes 2:4 (NVI)
Elías, por su parte, volvió a decirle: —Quédate aquí, Eliseo, pues el Señor me ha enviado a Jericó. Pero Eliseo repitió: —Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo. Así que fueron juntos a Jericó.
2 Reyes 2:5 (NVI)
También allí los miembros de la comunidad de profetas de la ciudad se acercaron a Eliseo y preguntaron: —¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro? —Lo sé muy bien; ¡cállense!
2 Reyes 2:6 (NVI)
Una vez más Elías dijo: —Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado al Jordán. Pero Eliseo insistió: —Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo. Así que los dos siguieron caminando
2 Reyes 2:7 (NVI)
y se detuvieron junto al río Jordán. Cincuenta miembros de la comunidad de profetas fueron también hasta ese lugar, pero se mantuvieron a cierta distancia, frente a ellos.
2 Reyes 2:8 (NVI)
Elías tomó su manto, lo enrolló y golpeó el agua. El río se dividió en dos y ambos lo cruzaron en seco.
2 Reyes 2:9 (NVI)
Al cruzar, Elías preguntó a Eliseo: —¿Qué quieres que haga por ti antes de que me separen de tu lado? —Te pido que yo herede una doble porción de tu espíritu —respondió Eliseo.
2 Reyes 2:10 (NVI)
—Has pedido algo difícil —dijo Elías—, pero si logras verme cuando me separen de tu lado, te será concedido; de lo contrario, no.
2 Reyes 2:11 (NVI)
Iban caminando y conversando cuando, de pronto, los separó un carro de fuego con caballos de fuego y Elías subió al cielo en medio de un torbellino.