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Search results for: Esdras 8

Esdras 8:26 (NVI)

Lo que pesé fue lo siguiente: seiscientos cincuenta talentos de plata, utensilios de plata que pesaban cien talentos, cien talentos de oro,

Esdras 8:27 (NVI)

veinte tazas de oro que pesaban mil dáricos, y dos recipientes de bronce pulido de la mejor calidad, tan preciosos como el oro.

Esdras 8:28 (NVI)

Luego les dije: «Ustedes y los utensilios han sido consagrados al Señor . La plata y el oro son una ofrenda voluntaria para el Señor , Dios de nuestros antepasados.

Esdras 8:29 (NVI)

Vigílenlos y guárdenlos hasta que los pesen en los aposentos del Templo del Señor en Jerusalén, en presencia de los líderes de los sacerdotes, de los levitas y de los jefes de las familias del pueblo de Israel».

Esdras 8:30 (NVI)

Así que los sacerdotes y levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios que fueron pesados para llevarlos al Templo de nuestro Dios en Jerusalén.

Esdras 8:31 (NVI)

El día doce del mes primero partimos del río Ahava para ir a Jerusalén. Durante todo el trayecto la mano de Dios estaba sobre nosotros y nos libró de enemigos y asaltantes.

Esdras 8:32 (NVI)

Al llegar a Jerusalén nos quedamos descansando tres días.

Esdras 8:33 (NVI)

Al cuarto día pesamos la plata, el oro y los utensilios en el Templo de nuestro Dios, y entregamos todo al sacerdote Meremot, hijo de Urías. Eleazar, hijo de Finés, estaba allí con él, lo mismo que los levitas Jozabad, hijo de Jesúa, y Noadías, hijo de Binuy.

Esdras 8:34 (NVI)

Ese día pesamos y contamos todo y registramos el peso total.

Esdras 8:35 (NVI)

Luego, en honor del Señor , Dios de Israel, los que habían regresado del cautiverio ofrecieron, en holocausto y como ofrenda por el perdón del pecado de todo el pueblo, doce novillos, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce chivos.

Esdras 8:36 (NVI)

Y se les entregaron los decretos del rey a los sátrapas del reino y a los gobernadores de la provincia al oeste del río Éufrates, los cuales prestaron todo su apoyo al pueblo y al Templo de Dios.

Esdras 1:8 (NVI)

Ciro, el rey de Persia, los entregó a su tesorero Mitrídates, el cual los contó y se los pasó a Sesbasar, gobernador de Judá.

Esdras 3:8 (NVI)

Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, junto con el resto de sus parientes, que eran sacerdotes, y con los levitas y con todos los que habían regresado del cautiverio, comenzaron la reconstrucción del templo de Dios en el mes segundo del segundo año de haber llegado a Jerusalén. A los levitas mayores de veinte años les encomendaron la tarea de supervisar las obras del templo del Señor .

Esdras 4:8 (NVI)

Además, el comandante Rejún y el cronista Simsay enviaron a Artajerjes una carta en contra de los habitantes de Jerusalén. La carta decía:

Esdras 5:8 (NVI)

Ponemos en conocimiento de Su Majestad que fuimos a la provincia de Judá, al templo del gran Dios, y vimos que se está reconstruyendo con grandes piedras, y que sus paredes se están recubriendo con madera. El trabajo se hace con esmero y avanza rápidamente.

Esdras 6:8 (NVI)

También he decidido que ustedes deben prestarles ayuda, sufragando los gastos de la reconstrucción del templo con los impuestos que la provincia al oeste del río Éufrates paga al tesoro real. No se tarden en pagar todos los gastos, para que no se interrumpan las obras.

Esdras 7:8 (NVI)

Así que Esdras llegó a Jerusalén en el mes quinto del séptimo año del reinado de Artajerjes.

Esdras 9:8 (NVI)

»Pero ahora tú, Señor y Dios nuestro, por un breve momento nos has mostrado tu bondad al permitir que un remanente quede en libertad y se establezca en tu santuario. Has permitido que nuestros ojos vean una nueva luz y nos has concedido un pequeño alivio en medio de nuestra esclavitud.

Esdras 10:8 (NVI)

Y advirtieron que a todo el que no se presentara en el plazo de tres días, según la decisión de los oficiales y los jefes, se le quitarían sus propiedades y se le expulsaría de la asamblea de los repatriados.

Esdras 1:1 (NVI)

En el primer año del reinado de Ciro, rey de Persia, el Señor movió el espíritu del rey para que promulgara un decreto en todo su reino y así se cumpliera la palabra del Señor por medio del profeta Jeremías. Tanto oralmente como por escrito, el rey decretó lo siguiente:

Esdras 1:2 (NVI)

«Esto es lo que ordena Ciro, rey de Persia: »El Señor , Dios del cielo, que me ha dado todos los reinos de la tierra, me ha encargado que le construya un templo en la ciudad de Jerusalén, que está en Judá.

Esdras 1:3 (NVI)

Por tanto, cualquiera que pertenezca a Judá, suba a Jerusalén a construir el templo del Señor , Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusalén; y que Dios lo acompañe.

Esdras 1:4 (NVI)

También ordeno que los habitantes de cada lugar donde haya judíos sobrevivientes los ayuden dándoles plata y oro, bienes y ganado, y ofrendas voluntarias para el templo de Dios en Jerusalén».

Esdras 1:5 (NVI)

Entonces los jefes de familia de Benjamín y de Judá, junto con los sacerdotes y levitas, es decir, con todos aquellos en cuyo espíritu Dios puso el deseo de construir el templo del Señor , se dispusieron a subir a Jerusalén.

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