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Search results for: ‭‭Apocalipsis‬ ‭21

Apocalipsis 21:26 (NVI)

Y llevarán a ella todas las riquezas y el honor de las naciones.

Apocalipsis 21:27 (NVI)

Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.

Apocalipsis 2:21 (NVI)

Le he dado tiempo para que se arrepienta de su inmoralidad, pero no quiere hacerlo.

Apocalipsis 3:21 (NVI)

»Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.

Apocalipsis 9:21 (NVI)

Tampoco se arrepintieron de sus asesinatos ni de sus artes mágicas, inmoralidad sexual y robos.

Apocalipsis 16:21 (NVI)

Del cielo cayeron sobre la gente enormes granizos, de casi cuarenta y cinco kilogramos cada uno. Y maldecían a Dios por esa terrible plaga.

Apocalipsis 18:21 (NVI)

Entonces un ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una gran rueda de molino y la arrojó al mar diciendo: «Así también tú, Babilonia, gran ciudad, serás derribada con la misma violencia y desaparecerás de la faz de la tierra.

Apocalipsis 19:21 (NVI)

Los demás fueron muertos por medio de la espada que salía de la boca del que montaba a caballo. Todas las aves se saciaron devorando la carne de ellos.

Apocalipsis 22:21 (NVI)

Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.

Apocalipsis 1:1 (NVI)

Esta es la revelación de Jesucristo, que Dios le dio para mostrar a sus siervos lo que sin demora tiene que suceder. Jesucristo envió a su ángel para dar a conocer la revelación a su siervo Juan,

Apocalipsis 1:2 (NVI)

quien por su parte da fe de la verdad, escribiendo todo lo que vio: la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

Apocalipsis 1:3 (NVI)

Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito, porque el tiempo de su cumplimiento está cerca.

Apocalipsis 1:4 (NVI)

Yo, Juan, escribo a las siete iglesias que están en la provincia de Asia: Gracia y paz a ustedes de parte de aquel que es y que era y que ha de venir, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono;

Apocalipsis 1:5 (NVI)

también de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados,

Apocalipsis 1:6 (NVI)

al que ha hecho de nosotros un reino, sacerdotes al servicio de Dios su Padre, ¡a él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén.

Apocalipsis 1:7 (NVI)

¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos, incluso quienes lo traspasaron; y por él harán lamentación todos los pueblos de la tierra. ¡Así será! Amén.

Apocalipsis 1:8 (NVI)

«Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso».

Apocalipsis 1:9 (NVI)

Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la perseverancia que tenemos en Jesús, estaba en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.

Apocalipsis 1:10 (NVI)

En el día del Señor vino sobre mí el Espíritu y oí detrás de mí una voz fuerte, como de trompeta,

Apocalipsis 1:11 (NVI)

que decía: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea».

Apocalipsis 1:12 (NVI)

Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba y al volverme vi siete candelabros de oro.

Apocalipsis 1:13 (NVI)

En medio de los candelabros estaba alguien «con aspecto de un hijo de hombre», vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido con una banda de oro a la altura del pecho.

Apocalipsis 1:14 (NVI)

Su cabellera lucía como la lana blanca, como la nieve; y sus ojos resplandecían como llama de fuego.

Apocalipsis 1:15 (NVI)

Sus pies parecían bronce al rojo vivo en un horno y su voz era tan fuerte como el estruendo de muchas aguas.

Apocalipsis 1:16 (NVI)

En su mano derecha tenía siete estrellas y de su boca salía una aguda espada de dos filos. Su rostro era como el sol cuando brilla en todo su esplendor.