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Search results for: ‭‭Apocalipsis‬ ‭21

Apocalipsis 20:7 (NVI)

Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión

Apocalipsis 20:8 (NVI)

y saldrá para engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra —a Gog y a Magog—, a fin de reunirlas para la batalla. Su número será como el de las arenas del mar.

Apocalipsis 20:9 (NVI)

Marcharán a lo largo y a lo ancho de la tierra y rodearán el campamento del pueblo de Dios, la ciudad amada. Pero caerá fuego del cielo y los consumirá por completo.

Apocalipsis 20:10 (NVI)

El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

Apocalipsis 20:11 (NVI)

Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno.

Apocalipsis 20:12 (NVI)

Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros y luego otro que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.

Apocalipsis 20:13 (NVI)

El mar devolvió sus muertos, la muerte y sus dominios devolvieron los suyos; entonces cada uno fue juzgado según lo que había hecho.

Apocalipsis 20:14 (NVI)

La muerte y sus dominios fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda.

Apocalipsis 20:15 (NVI)

Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.

Apocalipsis 22:1 (NVI)

Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero

Apocalipsis 22:2 (NVI)

y corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones.

Apocalipsis 22:3 (NVI)

Ya no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos lo adorarán;

Apocalipsis 22:4 (NVI)

lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.

Apocalipsis 22:5 (NVI)

Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará. Y reinarán por los siglos de los siglos.

Apocalipsis 22:6 (NVI)

El ángel me dijo: «Estas palabras son verdaderas y dignas de confianza. El Señor, el Dios que inspira a los profetas, ha enviado a su ángel para mostrar a sus siervos lo que tiene que suceder sin demora».

Apocalipsis 22:7 (NVI)

«¡Miren que vengo pronto! Dichoso el que cumple las palabras del mensaje profético de este libro».

Apocalipsis 22:8 (NVI)

Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Y cuando lo vi y oí, me postré para adorar al ángel que me había estado mostrando todo esto.

Apocalipsis 22:9 (NVI)

Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú, como tus hermanos los profetas y como todos los que cumplen las palabras de este libro. ¡Adora solo a Dios!».

Apocalipsis 22:10 (NVI)

También me dijo: «No guardes en secreto las palabras del mensaje profético de este libro, porque el tiempo de su cumplimiento está cerca.

Apocalipsis 22:11 (NVI)

Que el malo siga haciendo el mal y que el vil siga envileciéndose; deja que el justo siga practicando la justicia y que el santo siga santificándose».

Apocalipsis 22:12 (NVI)

«¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho.

Apocalipsis 22:13 (NVI)

Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.

Apocalipsis 22:14 (NVI)

»Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad.

Apocalipsis 22:15 (NVI)

Pero afuera se quedarán los perros, los que practican las artes mágicas, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.

Apocalipsis 22:16 (NVI)

»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de estas cosas que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana».