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Search results for: ‭‭Apocalipsis‬ ‭21

Apocalipsis 13:9 (NVI)

El que tenga oídos, que oiga.

Apocalipsis 13:10 (NVI)

El que deba ser llevado cautivo, a la cautividad irá. El que deba morir a espada, a filo de espada morirá. ¡En esto consisten la perseverancia y la fidelidad de los creyentes!

Apocalipsis 13:11 (NVI)

Después vi que de la tierra subía otra bestia. Tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como dragón.

Apocalipsis 13:12 (NVI)

Ejercía toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella y hacía que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera bestia, cuya herida mortal había sido sanada.

Apocalipsis 13:13 (NVI)

También hacía grandes señales, incluso la de hacer caer fuego del cielo a la tierra, a la vista de todos.

Apocalipsis 13:14 (NVI)

Con estas señales que se le permitió hacer en presencia de la primera bestia, engañó a los habitantes de la tierra. Ordenó que hicieran una imagen en honor de la bestia que, después de ser herida a espada, revivió.

Apocalipsis 13:15 (NVI)

Se le permitió infundir vida a la imagen de la primera bestia, para que hablara y mandara matar a quienes no adoraran la imagen.

Apocalipsis 13:16 (NVI)

Además logró que a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente,

Apocalipsis 13:17 (NVI)

para que nadie pudiera comprar ni vender, a menos que llevara la marca que es el nombre de la bestia o el número de ese nombre.

Apocalipsis 13:18 (NVI)

En esto consiste la sabiduría: el que tenga entendimiento, calcule el número de la bestia, pues es número de un ser humano: seiscientos sesenta y seis.

Apocalipsis 14:1 (NVI)

Luego miré y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión, en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre.

Apocalipsis 14:2 (NVI)

Oí un sonido que venía del cielo, como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se parecía al de músicos que tañen sus arpas.

Apocalipsis 14:3 (NVI)

Y cantaban un himno nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender aquel himno, aparte de los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido redimidos de la tierra.

Apocalipsis 14:4 (NVI)

Estos no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Fueron redimidos como los primeros frutos de la humanidad para Dios y el Cordero.

Apocalipsis 14:5 (NVI)

No se encontró mentira alguna en su boca, pues son intachables.

Apocalipsis 14:6 (NVI)

Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo y que llevaba el mensaje eterno de las buenas noticias para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.

Apocalipsis 14:7 (NVI)

Gritaba a gran voz: «Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales».

Apocalipsis 14:8 (NVI)

Lo seguía un segundo ángel que gritaba: «¡Ya cayó! Ya cayó la gran Babilonia, la que hizo que todas las naciones bebieran el excitante vino de su adulterio».

Apocalipsis 14:9 (NVI)

Los seguía un tercer ángel que clamaba a grandes voces: «Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en la mano la marca de la bestia,

Apocalipsis 14:10 (NVI)

beberá también del excitante vino de la ira de Dios, que en la copa de su ira está puro, no diluido. Será atormentado con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles y del Cordero.

Apocalipsis 14:11 (NVI)

El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen ni para quien se deje poner la marca de su nombre».

Apocalipsis 14:12 (NVI)

En esto consiste la perseverancia de los creyentes, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús.

Apocalipsis 14:13 (NVI)

Entonces oí una voz del cielo que decía: «Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor». «Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan».

Apocalipsis 14:14 (NVI)

Miré y apareció una nube blanca, sobre la cual estaba sentado alguien «con aspecto de un hijo de hombre». En la cabeza tenía una corona de oro y en la mano, una hoz afilada.

Apocalipsis 14:15 (NVI)

Entonces salió del templo otro ángel y gritó al que estaba sentado en la nube: «Mete la hoz y recoge la cosecha; ya es tiempo de segar, pues la cosecha de la tierra está madura».