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Search results for: ‭‭Apocalipsis‬ ‭21

Apocalipsis 12:1 (NVI)

Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza.

Apocalipsis 12:2 (NVI)

Estaba embarazada y gritaba por los dolores y angustias del parto.

Apocalipsis 12:3 (NVI)

Y apareció en el cielo otra señal: un enorme dragón de color rojo encendido que tenía siete cabezas, diez cuernos y una diadema en cada cabeza.

Apocalipsis 12:4 (NVI)

Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se plantó delante de ella para devorar a su hijo tan pronto como naciera.

Apocalipsis 12:5 (NVI)

Ella dio a luz un hijo varón que «gobernará a todas las naciones con cetro de hierro». Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios, que está en su trono.

Apocalipsis 12:6 (NVI)

Y la mujer huyó al desierto, a un lugar que Dios le había preparado para que allí la sustentaran durante mil doscientos sesenta días.

Apocalipsis 12:7 (NVI)

Se desató entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; este y sus ángeles, a su vez, les hicieron frente,

Apocalipsis 12:8 (NVI)

pero no pudieron vencer y ya no hubo lugar para ellos en el cielo.

Apocalipsis 12:9 (NVI)

Así fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue arrojado a la tierra.

Apocalipsis 12:10 (NVI)

Luego oí en el cielo un gran clamor: «Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.

Apocalipsis 12:11 (NVI)

Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte.

Apocalipsis 12:12 (NVI)

Por eso, ¡alégrense, cielos, y ustedes que los habitan! Pero ¡ay de la tierra y del mar! El diablo, lleno de furor, ha descendido a ustedes, porque sabe que le queda poco tiempo».

Apocalipsis 12:13 (NVI)

Cuando el dragón se vio arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al varón.

Apocalipsis 12:14 (NVI)

Pero a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila, para que volara al desierto, al lugar donde sería sustentada durante un tiempo y tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la serpiente.

Apocalipsis 12:15 (NVI)

La serpiente, persiguiendo a la mujer, arrojó por sus fauces agua como un río para que la corriente la arrastrara.

Apocalipsis 12:16 (NVI)

Pero la tierra ayudó a la mujer: abrió la boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por sus fauces.

Apocalipsis 12:17 (NVI)

Entonces el dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer guerra contra el resto de sus descendientes, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesús.

Apocalipsis 13:1 (NVI)

Y el dragón se plantó a la orilla del mar. Entonces vi que del mar subía una bestia, la cual tenía diez cuernos y siete cabezas. En cada cuerno tenía una diadema y en cada cabeza un nombre blasfemo contra Dios.

Apocalipsis 13:2 (NVI)

La bestia parecía un leopardo, pero tenía patas como de oso y fauces como de león. El dragón le confirió a la bestia su poder, su trono y gran autoridad.

Apocalipsis 13:3 (NVI)

Una de las cabezas de la bestia parecía haber sufrido una herida mortal, pero esa herida ya había sido sanada. El mundo entero, fascinado, iba tras la bestia

Apocalipsis 13:4 (NVI)

y adoraba al dragón porque había dado su autoridad a la bestia. También adoraban a la bestia y decían: «¿Quién como la bestia? ¿Quién puede combatirla?».

Apocalipsis 13:5 (NVI)

A la bestia se le permitió hablar con arrogancia y proferir blasfemias contra Dios; además, se le confirió autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses.

Apocalipsis 13:6 (NVI)

Abrió la boca para blasfemar contra Dios, para maldecir su nombre y su santuario y a los que viven en el cielo.

Apocalipsis 13:7 (NVI)

También se le permitió hacer la guerra a los creyentes y vencerlos y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.

Apocalipsis 13:8 (NVI)

A la bestia la adorarán todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el libro de la vida, el libro del Cordero que fue sacrificado desde la creación del mundo.