Huellas Eternas Producciones

Estamos en una etapa de nuestra vida, en la que todo cambió; nadie puede decir "yo sigo igual"
Los que tenían trabajo, la mayoría está en su casa, aislado; el que se sentía seguro porque tenía un buen pasar,
nada le faltaba; descubre que eso no hace una gran diferencia con los demás; porque no puede
"comprar" poder salir libremente de su casa.
El que se quejaba ¡de tantas cosas! ahora quizás se da cuenta de que lo tenía todo. Tenía libertad;
aunque no le gustara mucho, tenía un trabajo por el cuál salía todos los días (aunque también se quejaba de eso)
El que ahora está enfermo, quizás se da cuenta ahora, de que no valoraba la salud que tenía.
Y así tantas cosas más; todo cambió, ahora somos todos iguales, en cuarentena, sin salir de nuestras casas,
esperando que va a pasar.
Hay una gran incentidumbre, porque ahora se extendió la cuarentena; la gente se pregunta ¿Qué va a ser de nuestras vidas?
Pero debe saber que hay alguien para el que nada cambió, ni cambiará; es el Creador del Universo, todo lo hizo el con SU PALABRA. (Génesis 1)
Hebreos 13:8 dice: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos".

Entonces ¿Para qué está permitiendo Dios tanto dolor?
El dolor quiebra la autosuficiencia del ser humano; el orgullo es doblegado, cuando el hombre tiene que reconocer
que las cosas no son como creía, que no lo puede todo; quiera o no quiera, tiene que depender
de un Ser Superior, que tiene el Poder de cambiar todas las cosas, de un día para el otro.
Todo lo que el ser humano pensaba que estaba bajo su control y que siempre iba a seguir igual; de pronto un día
se levantó a la mañana y descubrió que todo cambió, ahora tiene que obedecer lo que le dicen que tiene que hacer,
por su bien y por el de los demás. #QuedateEnCasa
La imagen de hoy dice: ¿Te duele? No te preocupes... es Dios haciéndote de nuevo.
Realmente, el que tiene real y asombrosa fe, es Dios, porque conociéndonos, rebeldes, orgullosos, sin afecto natural, egoístas;
aún cree que podemos cambiar; Él espera que si se lo permitimos, el Espíritu Santo nos transformará; nos hará de nuevo.
¡A ESO LE LLAMO AMOR VERDADERO!
Conociendo al hombre, Dios todavía espera algo bueno de él.
A veces, ni nosotros creemos en nostros mismos; pero Jesús, en su gran misericordia, dice:
¡Un momento! Yo morí por Él, porque LO AMO; va a cambiar; mi Espíritu Santo lo va a transformar en una nueva persona;
en esta prueba tan difícil para toda la humanidad, se va a humillar y va a reconocer que me necesita.
Entonces, así como Dios cambió todo de un día para el otro; si el hombre se humilla y se vuelva a Dios; puede volver a hacerlo,
pero para nuestro bien.
Solo el necio en este momento seguiría como está, creyendo que tiene el control de todo; el sabio en su corazón, sabe que solo
Dios puede transformar todo.
Hay muchos presidentes ya en el mundo; que están reconociendo y confesando, que solo Dios puede cambiar las cosas y
comenzaron a hablar de Jesús a su gabinete y hasta ha orado a Dios con ellos.
Grupos de policías, oran antes de comenzar la jornada ahora, poniendo a Dios en primer lugar.
Ateos, están clamando a Dios, porque tienen temor a la muerte.
Realmente Dios está rompiendo la vasija de muchos y la está haciendo de nuevo.
Es necesario morir a uno mismo y reconocer que necesitamos a Dios; que nadie más puede ayudarnos.
No sé, en que situación está usted hoy; pero le aseguro, que ese dolor y esa incentidumbre que gobierna su corazón; pide a
gritos que Jesucristo entre en él, necesita arrepentirse y abrirle su corazón a Jesús, pedirle perdón por sus pecados; ahí a solas
en el lugar donde se encuentra; póstrese ante Jesús y hable con Él que está a las puertas esperando que se humille y reconozca
que solo Él es Dios.
Dice la Palabra de Dios, la Biblia: "Los sacrificios a Dios son un espíritu quebrantado; tú no despreciarás al de corazón humilde y
arrepentido" Salmos 51:17. PDT
Este es el momento, para dejarse moldear por Dios, permitir que lo transforme en la persona que Él espera que usted sea
para su bien, para el de su familia, para el de su país.
Por momentos me da temor sinceramente, que en el momento de terminar esta Pandemia, esta cuarentena, todo siga igual que
antes; personalmente no lo podría soportar.
Dios paró el mundo, para que seamos transformados y liberados de tantas cosas por las que estabamos pasando; no puede
seguir todo igual. Dios no lo permitas. Cámbianos Señor.

Dios lo bendiga
Susana Goglián
www.facebook.com/reflexionesparavos