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¡Nacidos en Cuna Cristiana!

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La Mira - Lázaro Cárdenas, Vista Hermosa, La Mira, Mich., México

Sunday 9:00 AM

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¡Nacidos en Cuna Cristiana!

En esta parábola que Jesús enseña, podemos ver a dos personajes que fueron a orar al templo de maneras muy distintas:
Por un lado, el fariseo, quien hablaba con Dios y le daba gracias por no ser como los otros hombres; ladrones, injustos y adúlteros. Incluso, daba gracias por no ser como el publicano que tenía a su lado. Este fariseo decía ayunar dos veces por semana y dar diezmos de todo lo que ganaba.
Por otro lado, el publicano, el cual ni siquiera se atrevía a levantar su vista al cielo. En cambio, golpeaba su pecho , diciendo : “Oh Dios, ten compasión de mí, porque soy un pecador”.
Aquí, claramente podemos ver al publicano viniendo a Dios con una actitud de humildad y arrepentimiento por su pecado. Así que ahora me gustaría preguntarte: ¿Qué necesitas tú para venir a Dios? ¿Alguna vez has sentido que no puedes ir a Dios por que eres demasiado joven o muy inmaduro? O tal vez, en algún momento te has sentido con la obligación de hacerlo.
Si naciste en un hogar cristiano, lo más probable es que desde pequeño tus padres te han llevado a la iglesia, has estado en la escuela dominical, en el culto de hora quieta, entre otras cosas. Pero ahora te pregunto: ¿Realmente crees en Dios? Y si es así, ¿Dónde está tu fe?
Comparando tu vida con la parábola de hoy, tal vez puedas sentir que a veces te pasa lo mismo. Así como el fariseo, muchas veces volteamos a ver a nuestro hermano; sus fallas, sus pecados, sus defectos. Sin embargo, no miramos hacia nosotros mismos, en cómo estamos realmente, en cómo está nuestra relación con Dios. Esto nos lleva a tener una actitud apática y arrogante. Pero déjame decirte una cosa: a pesar de todo, Dios es fiel y justo para con nosotros. Él te da la oportunidad de humillarte, de venir ante Él y entregarle todo.
Sin duda, Dios quiere transformar tu corazón. Él sólo pide de ti una actitud humilde y un corazón verdaderamente arrepentido por el pecado. Dios quiere que le obedezcas, que honres a tus padres, que le rindas tu vida por completo. En eso consiste una actitud de humildad.
Si estás leyendo esto en tu habitación en este momento, es hora de que te arrodilles y le pidas perdón a Dios, que le digas: “Heme aquí, Señor quiero tener esa actitud del publicano.”
Recuerda lo que dijo Jesús al final de esta parábola: «Les digo que fue este pecador —y no el fariseo— quien regresó a su casa justificado delante de Dios. Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados»

Autor: Alfredo Perez Díaz 2020
Editora: Hernández I.

La Hormiga - Seras un Fariseo

https://youtu.be/7JnMr0aHIos

Dos seres.

Dos seres.