Freedom Church

Domingo 15 de Septiembre
Mensaje: Alianza y Compromisos
Serie: Objetivos de las Relaciones
Orador: Jason John Cowart

Si digo la palabra pacto, ¿qué te viene a la mente?
Normalmente la gente piensa en cosas como el matrimonio, algún tipo de acuerdo vinculante. Pacto y compromiso van de la mano, pero si vamos a hablar de estas dos ideas y de cómo benefician a las relaciones, tenemos que definirlas

Pacto: acuerdo o promesa, normalmente formal, entre dos o más personas o grupos de hacer o no hacer algo especificado. Se trata básicamente de una promesa solemne de hacer y no hacer cosas concretas.

Pacto bíblico: un acuerdo entre Dios y su pueblo, en el que Dios hace promesas a su pueblo y, normalmente, le exige cierta conducta. O sea, lo mismo, pero Dios es uno de esos «pueblos o grupos».

Si queremos entender correctamente el pacto, tenemos que abordarlo desde su fuente: Dios.

El pacto es algo importante para Dios. Recuerda Génesis 15, donde Dios establece un pacto con Abraham. Ordena a Abraham que corte por la mitad determinados animales, y entonces Dios camina entre los animales en forma de llama para establecer el pacto. «Que me suceda como a estos animales si alguna vez rompo mi pacto».

¿Por qué le preocupan tanto a Dios los pactos y los compromisos?
¿Qué está realizando Dios en la Tierra en este momento? Está restableciendo la relación correcta de la humanidad consigo misma a través de Jesús. Es decir, está restaurando el pacto que hizo con nosotros.

Creas o no en Dios, todo lo que haces está en relación con tu pacto o falta de pacto con él. Pase lo que pase en la vida, sea bueno, malo o feo, el estado de tu relación con Dios, tu pacto con él, determina no sólo tu eternidad, sino tu capacidad para tener relaciones de calidad ahora.

Tu pacto vertical es esencial para alcanzar el potencial con tus pactos horizontales. Si tu relación con Dios es mala, se reflejará en tus relaciones con los demás. Lo contrario es cierto, que una buena relación con Dios precede a las buenas relaciones con los que te rodean.

¿Por qué es así?
Porque una definición más exacta de alianza es en realidad ésta
«la búsqueda de llegar a ser uno».

Cuando vemos pasajes de las Escrituras como
Mateo 6:33 (buscad primero su Reino)
Efesios 5:1 (sed imitadores de Cristo)
1 Juan 2:26 (caminad como caminó Jesús)
y vemos que el objetivo es hacer todo lo posible por imitar a Cristo, ser como él, convertirnos básicamente en «pequeños Cristos».

Es el acto de llegar a ser no sólo como Él, sino uno con Él.

¿En qué cambiaría tu vida ahora mismo si en cada momento respondieras como lo haría Jesús? ¿Mejorarían o empeorarían tus relaciones?

Éste es el primer paso para un pacto y un compromiso efectivos en tus relaciones. Recuerda, si no eres nada con Dios, no puedes ser nada para nadie más.

Es casi como si Jesús fuera esta rama fuente, le llamaremos vid, y nosotros estas piezas de apego, nos llamaremos sarmientos, y que toda nuestra capacidad de vivir y producir procede de ese apego.

La forma más rápida de aumentar la calidad de tus relaciones es profundizar en tu relación de alianza con Dios.

Todo en tu vida -incluida tu vida- empieza y termina con Dios Todopoderoso. Así que permíteme decirlo claramente: El pacto y el compromiso empiezan primero entre tú y Dios. Si ese pacto es débil, todas las demás relaciones se resentirán.

Somos llamados a la alianza con Dios.

Versículos
ANTIGUO TESTAMENTO: Josué 24:14-15
14 «Ahora, pues, temed al Señor y servidle con sinceridad y fidelidad. Abandonad los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid al Señor. 15 Y si os parece mal servir al Señor, elegid hoy a quién serviréis, si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres en la región de más allá del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis. Pero en cuanto a mí y a mi casa, serviremos al Señor».

NT: 1 Pedro 2:9
Sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las excelencias de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Para entrar en ese pacto con Dios, nos comprometemos mediante la confesión.
Romanos 10:9-10
9 Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, te salvarás. 10 Porque con el corazón se cree y se justifica, y con la boca se confiesa y se salva.

Estamos llamados a pactar con personas piadosas.
Versículos
1 Samuel 18:1-3
En cuanto terminó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán se unió al alma de David, y Jonatán lo amó como a su propia alma. Y Saúl lo apresó aquel día y no le permitió volver a la casa de su padre. Entonces Jonatán hizo un pacto con David, porque lo amaba como a su propia alma.

Rut 1:17
Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré enterrado. Que el Señor haga así conmigo y más aún si algo, salvo la muerte, me separa de ti.

Entramos en este pacto mediante el compromiso a través de la acción. Puede sonar extraño hablar de pacto entre amigos, pero eso es sólo porque normalmente reservamos este nivel de compromiso a un cónyuge. Recuerda que no desalineamos la jerarquía poniendo a un amigo por encima de Jesús, de nuestro cónyuge o de nuestros hijos, pero tenemos que comprender lo beneficioso que es el pacto y el compromiso entre amigos.

Habrá un día en que ocurra algo y necesites a personas piadosas a tu alrededor. Estas personas son las que hablan de la vida por ti, las que tienen los 5 (te conocen, conocen a Dios, te aman, aman a Dios, tienen en cuenta tus mejores intereses), pero también son personas que están lo suficientemente cerca como para afilarte como el hierro al hierro. ¿Has pensado alguna vez en ese proceso? Afilar significa esmerilar contra algo que quita pequeños trozos para que resulte un filo afilado.

Si no estás dispuesto a tener a alguien en tu vida que esté lo suficientemente comprometido contigo (y tú con él) como para decirte cosas que te afilen, ¿estás realmente en una relación comprometida y de alianza? Ir a lo seguro alivia tu carne, pero te deja embotado. Necesito personas en mi vida que me quieran lo suficiente como para decirme la verdad, aunque no me guste.

Entonces, ¿cómo soportas esa palabra dura de esa persona?
La alianza es donde vive la gracia para ese momento. Una palabra dura es difícil de recibir de cualquiera, pero cuando procede de una relación de alianza, conozco la intención que hay detrás de la palabra. (Proverbios 27:6 Fieles son las heridas de un amigo)

Permíteme decirlo así:
Puedo soportar una palabra dura simplemente porque sé que esa persona está en la misma búsqueda de serlo que yo.

Necesitas personas en tu vida, pero más que eso, necesitas estar en una relación de alianza con personas piadosas. Eso significa que vas a tener que evaluar tus relaciones. Eso significa que tendrás que enfrentarte a amigos tóxicos. Eso significa que también tendrás que enfrentarte a la toxicidad dentro de ti.

Necesitas amistades piadosas, pero dediquemos un momento a hablar del pacto y el compromiso en términos de tu matrimonio. Si no estás casado, no te desentiendas. Puedes aplicar esto cuando te cases, e incluso en tus amistades actuales.

Si nuestra definición práctica de pacto es la búsqueda de llegar a serlo, permíteme preguntarte lo siguiente:
En el transcurso de los últimos 6 meses, ¿has estado en una búsqueda para ser uno, o en una conquista que ganar?

Ésta es una de las principales razones por las que se rompen los pactos. Es cuando la gente se compromete más a ganar que a estar unida. Esto es importante, porque todos discutiremos con nuestro cónyuge, pero adoptar la búsqueda de ser uno cambia el objetivo de la discusión.

Si estoy en una relación con el objetivo de la unidad, me esforzaré por conseguirla. Eso significa que incluso rechazaré mis derechos a la justicia por el bien de la unidad. Eso significa que dejaré de contar agravios y de hacer listas de los errores de mi cónyuge por amor.

Pero si estoy en una relación con el objetivo de ganar, también me esforzaré por ello. Eso significa que reclamaré mis derechos a la justicia. Eso significa que guardaré copiosas listas de errores como munición.

Si estás hoy aquí y tienes dificultades en tu relación con tu cónyuge, tienes que preguntarte: ¿Voy a ganar o a convertirme en uno?

Tu relación con Dios empezó con un compromiso, un pacto. Tu relación con tu cónyuge también lo hizo. Os presentasteis ante la gente y ante Dios mismo e hicisteis una promesa. Yo, Jasón, te tomo a ti, Monique, como esposa, para tenerte y respetarte desde hoy, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe. Éste es mi voto solemne.

1 Corintios 13:4-8
4 El amor es paciente y bondadoso; el amor no tiene envidia ni se jacta; no es arrogante 5 ni grosero. No insiste en salirse con la suya; no es irritable ni rencoroso; 6 no se alegra de la injusticia, sino que se alegra con la verdad. 7 El amor todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor no se acaba nunca.

Nos casamos durante un tiempo y la vida se convierte más en una rutina y una tarea que en una bendición, y nuestros votos añaden una advertencia que dice: «si me satisface», y 1 Corintios 13 incluye una nueva excepción de «cuando el cónyuge no te satisface».

Vivimos en un mundo en el que tiramos las cosas rotas en lugar de repararlas. Se ha llegado a un punto en el que la gente prefiere divorciarse a disciplinarse, porque piensa que es más fácil huir de ello que repararlo.

Mateo 5:37
Que tu «Sí» sea «Sí» y tu «No» sea «No».

¿Querrías que Jesús mantuviera su pacto contigo con la misma dureza con la que tú mantienes tu pacto con tu cónyuge?

No pretendo ser mezquino, pero si crees que el enemigo va a dejar que tengas un matrimonio feliz y perfecto y que nunca te lanzará flechas, me temo que estás, como mínimo, ingenuo y, como máximo, completamente equivocado.

¿Estás dejando que algo debilite el pacto que hiciste con Dios?
¿Estás dejando que algo debilite el pacto que hiciste con tu cónyuge?

En el tiempo que nos queda, quiero compartir tres enemigos y tres aliados de la alianza y el compromiso.

Enemigo 1: El egoísmo
«Preocupado exclusivamente por uno mismo, con cero consideración por los demás». ¿Conoces a alguien así? ¿A alguien de aquí le gusta alguien egoísta?

El egoísmo te convierte en la estrella, pero ¿es esto lo que enseña la Biblia?
Filipenses 2:3-4
3 No hagáis nada por ambición egoísta ni por vanagloria. Antes bien, con humildad, valorad a los demás por encima de vosotros mismos, 4 no mirando por vuestros propios intereses, sino cada uno por los intereses de los demás.

Cuando alguien actúa de forma egoísta, es imposible que busque la unidad. El egoísmo no permite que exista la unidad.

Oscar Wilde
«El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, sino pedir a los demás que vivan como uno desea vivir».

Es sorprendente que esta cita refuerce lo que la Biblia enseña en Filipenses 2. No sólo no debemos ser egoístas, sino que tampoco debemos permitir que la ambición y las expectativas centren en nosotros toda la atención que nos rodea.

1 Corintios 10:24
Que nadie busque su propio bien, sino el bien de su prójimo.

Este versículo es interesante porque no sólo podemos leerlo para decir que no debemos centrar nuestras vidas en nuestro propio bien, sino que también podemos leer que no debemos centrar nuestras vidas en lo que hemos decidido subjetivamente que es el bien.

¿Qué te parece este versículo: 2 Timoteo 3:2-5
2 Porque la gente será amadora de sí misma, amadora del dinero, orgullosa, arrogante, abusiva, desobediente a sus padres, ingrata, impía, 3 desalmada, inapelable, calumniadora, sin dominio propio, brutal, que no ama el bien, 4 traicionera, temeraria, hinchada de vanidad, amadora de los placeres más que de Dios, 5 que tiene apariencia de piedad, pero niega su poder.

El egoísmo nace de una ambición temeraria y de unas expectativas poco realistas, que impulsan nuestro corazón hacia la codicia y la ruptura de los pactos.

Dios tiene un plan mejor para ti que el de conseguir lo que quieres cuando lo quieres. La gratificación tardía mata de hambre a la carne, pero alimenta al espíritu. El egoísmo alimenta la carne y mata de hambre al espíritu.

¿Estás dispuesto a renunciar a tu egoísmo en aras de la unidad y la piedad en tu relación?

Quizá pienses que el sacrificio y la consideración significan que se aprovechen de ti, pero te equivocas. Buscar el bien de tu cónyuge no va a matarte. Te fortalecerá a ti y también a tu cónyuge.

La alternativa es que sí, puede que te salgas con la tuya, pero por muy bien que te sepa ganar, se echará a perder por el hecho de que no tienes a nadie con quien compartirlo.

El egoísmo destruye la alianza, principalmente porque la alianza se basa en que consideres las necesidades de la otra persona por encima de las tuyas.
Pregunta: ¿Has sido bueno construyendo pactos o rompiéndolos?
Permíteme preguntarlo así: ¿Has sido egoísta o desinteresado?

Enemigo 2: La carne
Ser arrogante. Orgulloso. Mezquino. Guardando rencor. Negarse a perdonar. Ser combativo. Mantener una lista de agravios. Negarse a pedir perdón, a solucionar tus problemas, a buscar la paz. Romper tu compromiso. Negarse a adaptarse o a comprometerse, a asumir la culpa. Decir cosas hirientes. Ser abrasivo, enfadarse por no salirse con la suya, discutir. Permíteme que me detenga aquí.

Así es la carne en tiempo real. Esto es lo que obtienes cuando sigues al líder equivocado.

Conocemos la lista de Gálatas 5 de los frutos de la carne, y en ese pasaje, Pablo termina su lista con Gálatas 5:21
Os advierto, como ya os advertí antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.

Nota: El Reino de Dios no significa el Cielo algún día. Significa relación ahora.

Mira Romanos 14:13, 17-19
13 Por tanto, no juzguemos ya los unos a los otros, sino decidíos a no poner tropiezo ni obstáculo al hermano. (Pablo se refiere a las discusiones entre ellos sobre lo que pueden/no pueden comer). 17 Porque el Reino de Dios no es cuestión de comer y beber, sino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Quien así sirve a Cristo, es acepto a Dios y aprobado por los hombres. 19 Persigamos, pues, lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.

El Reino está ligado a esta noción de paz y edificación mutua. ¿Puedes dedicarte a la paz y a la edificación mutua haciendo la lista que he leído hace un momento? ¿Puedes heredar el Reino y seguir comprometiéndote en esas acciones?

Gálatas 5:16, 25
16 Pero yo digo: Andad por el Espíritu, y no satisfaréis los deseos de la carne. 25 Si vivimos por el Espíritu, mantengámonos también al ritmo del Espíritu. 26 No nos envanezcamos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

Si el fruto que acabo de enumerar es lo que sale de ti, está claro que sigues al líder equivocado. Estás siendo guiado, conducido, engañado, estafado y destruido por tu carne.

Esto ocurre cuando aceptas la tentación. Esto ocurre cuando permites que una pequeña irritación se convierta en una ofensa. Esto ocurre cuando te niegas a ser guiado por tu Espíritu y, en cambio, dejas que tu carne te controle.

Tu carne quiere destruirte y la única forma de mantenerla a raya es dejándote guiar por el Espíritu. Como elegimos ser guiados por nuestra carne, se produce el último enemigo del pacto:

Enemigo 3: Falta de disciplina
Desde que tengo uso de razón, tengo la teoría de que todo el mundo necesita una buena paliza para comprender que no es el centro del universo. Todos los niños necesitan una buena paliza lol Quizás tú también lol

¿Pero conoces a alguien que se niegue a ser disciplinado? No me refiero sólo a castigos corporales. Simplemente son indisciplinados en muchas áreas de su vida.

¿Qué aspecto tiene eso?
No están dispuestos a enfrentarse a sus problemas. Se niegan a hacer lo correcto. Sólo escuchan, pero no hacen. Están convencidos de que son víctimas y de que siempre tienen razón. ¿Ves cómo esto puede crear problemas en una relación?

Hebreos 12:11
Por el momento, toda disciplina parece más dolorosa que agradable, pero más tarde da el fruto pacífico de la rectitud a quienes han sido adiestrados por ella.

Éste es el problema que tiene la gente con la disciplina. Duele. No es divertida. No sienta bien saber que te equivocas y que tienes que controlarte. No es agradable. Pero ésta es la razón por la que la no disciplina es tan enemiga de la alianza. No eres perfecto. Tienes defectos. Cometes errores. Dices tonterías. Haces cosas tontas. El objetivo de la disciplina es eliminar esas cosas de tu vida. Lo haces para que tus relaciones mejoren porque TÚ estás mejorando.

El pacto no funciona en una cultura de «si está roto, tíralo» como la que tenemos hoy en día. Pero si vas a arreglarlo, tienes que tener el valor de arreglarte a ti primero. Dios ARREGLAME PRIMERO.

1 Corintios 9:24-27
24 ¿No sabéis que en una carrera todos los corredores corren, pero sólo uno recibe el premio? Corred, pues, para obtenerlo. 25 Todo atleta ejerce dominio propio en todas las cosas. Ellos lo hacen para recibir una corona perecedera, pero nosotros una imperecedera. 26 Así que no corro sin rumbo; no boxeo como quien bate al aire. 27 Sino que disciplino mi cuerpo y lo mantengo bajo control, no sea que después de predicar a otros yo mismo quede descalificado.

Éstos son enemigos de la alianza, sencillamente porque tratan de obstaculizar, desentrañar y destruir tu búsqueda para llegar a serlo. Pero escucha: hacen falta dos. No existe el pacto unilateral. O hay dos personas comprometidas o se rompe el pacto.

La alianza es la búsqueda de la unidad. ¿Qué aspecto tiene eso?

Te quiero. Estoy totalmente dentro. He cometido errores. Tú también. Pero la alianza es lo que elegimos. Eso significa que no me voy a alejar. No me rindo. No voy a dejarte marchar. Te perdono. Estoy a tu favor. Dios tiene un plan para nosotros. Sigo eligiéndote. Tengo muchas razones para alejarme, pero sólo hay una que importa: Te lo prometí. Prometí amarte en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo. Eso significa que no puedo romper esto sólo porque estemos en una mala racha. Cambiaré, creceré, asumiré mi responsabilidad, ¡pero me niego a alejarme!

ASÍ ES COMO RESPONDE PACTO.
Sé que en el fondo deseas esto. Hay enemigos de la alianza, pero también hay aliados de la alianza.

Si vas a prosperar en la alianza y el compromiso, va a hacer falta:

Aliado 1: Abnegación
No puedes tener tu pastel y comértelo también. Tampoco puedes tener egoísmo y alianza.

Mateo 16:24-26
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. 25 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. 26 Porque ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma?

Fíjate en el lenguaje: negarte a ti mismo, perder tu vida, renunciar a ganar el mundo. Éste es el acto cotidiano de matar el egoísmo para que pueda vivir el altruismo.

Si quieres ser egoísta, disfruta del mundo, pero sólo te costará tu cónyuge, tu familia, tu alegría, tu paz, entre otras cosas, y lo peor de todo, tu relación con Jesús.

¿Qué significa ser desinteresado?
Colosenses 3:12-14
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de corazón compasivo, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, 13 soportándoos unos a otros y, si alguno tiene queja contra otro, perdonándoos unos a otros; como el Señor os ha perdonado, así también vosotros debéis perdonar. 14 Y sobre todo esto revestíos de amor, que lo une todo en perfecta armonía.

La alianza es fácil cuando te das cuenta de que no se trata de ti.

Aliado 2: El Espíritu
Espero no tener que pasar mucho tiempo aquí, pero si quieres experimentar las relaciones de alianza que Dios quiere que tengas, la única manera es a través del Espíritu.

Con el Espíritu, elegirás
el perdón sobre la venganza, la vida sobre la muerte, la esperanza sobre la desesperanza,
el amor que cubre sobre el odio que expone,
la alegría que es real sobre la felicidad que es efímera,
la búsqueda de ser uno, no una conquista que hay que ganar.

La relación que deseas está al otro lado de que te guíe el Espíritu.

¿Qué te está diciendo el Espíritu Santo a través de este mensaje?

¿Cómo quiere que respondas?