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Centro Cristiano Victoria. Moreno

Ladrillos de oración

Ladrillos de oración

CCV. Centro Cristiano Victoria. Ituzaingó 186. Moreno.Nuestras Celebraciones son los jueves a las 20 hs y los domingos 11 y 18 hs en Ituzaingó 186.Moreno. También buscanos en Youtube como Somos CCV. Dios te Bendiga

Locations & Times

Centro Cristiano Victoria

Ituzaingó 186, B1744FTD Moreno, Buenos Aires, Argentina

Sunday 11:00 AM

En este mes de septiembre nuestro énfasis será: “Reconstruir y construir”.“El Señor reconstruye a Jerusalén y reúne a los dispersos de Israel. Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas.”Salmos 147:2-3.
Edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.Mateo 16:18
Cuando usamos el término “reconstruir” estamos haciendo referencia a un trabajo sobre algo que ya está, pero deteriorado. Y la aplicación de la palabra “construir” incluye la idea de hacer algo nuevo.¿Por qué reconstruir?En nuestro país el viernes 20 de marzo comenzó la cuarentena con el propósito de contener el brote del COVID-19. El primer caso detectado en nuestro país fue el 3 de marzo por una persona qué había viajado a Europa. El estado de aislamiento modificó nuestro estilo de vida, muchos de esos cambios permanecerán total o parcialmente, otros los dejaremos atrás. Los efectos de la pandemia y la cuarentena son múltiples.
Todo esto nos hace sentir que necesitamos un proceso de reconstrucción. Debemos reconstruir la fe, la esperanza, los proyectos, las familias, las iglesias, los vínculos, tenemos que reconstruir corazones.
Pero, no basta con arreglar lo que fue afectado para mal, hace falta construir lo nuevo.En nuestro caso, como iglesia, lo nuevo esencialmente viene por la obra del Espíritu Santo e incluye, como punto de partida, “nuevos nacimientos”.
Hoy comenzamos con el primer ladrillo, el ladrillo de la oración.
“Estas son las palabras de Nehemías hijo de Jacalías: En el mes de quisleu del año veinte, estando yo en la ciudadela de Susa, llegó Jananí, uno de mis hermanos, junto con algunos hombres de Judá. Entonces les pregunté por el resto de los judíos que se habían librado del destierro, y por Jerusalén. Ellos me respondieron: «Los que se libraron del destierro y se quedaron en la provincia están enfrentando una gran calamidad y humillación. La muralla de Jerusalén sigue derribada, con sus puertas consumidas por el fuego». Al escuchar esto, me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayuné y oré al Dios del cielo. Le dije: «Señor, Dios del cielo, grande y temible, que cumples el pacto y eres fiel con los que te aman y obedecen tus mandamientos, te suplico que me prestes atención, que fijes tus ojos en este siervo tuyo que día y noche ora en favor de tu pueblo Israel. Confieso que los israelitas, entre los cuales estamos incluidos mi familia y yo, hemos pecado contra ti. Te hemos ofendido y nos hemos corrompido mucho; hemos desobedecido los mandamientos, preceptos y decretos que tú mismo diste a tu siervo Moisés. »Recuerda, te suplico, lo que le dijiste a tu siervo Moisés: “Si ustedes pecan, yo los dispersaré entre las naciones: pero, si se vuelven a mí, y obedecen y ponen en práctica mis mandamientos, aunque hayan sido llevados al lugar más apartado del mundo los recogeré y los haré volver al lugar donde he decidido habitar”. »Ellos son tus siervos y tu pueblo al cual redimiste con gran despliegue de fuerza y poder. Señor, te suplico que escuches nuestra oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre. Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor del rey». En aquel tiempo yo era copero del rey.”Nehemías 1:1-11 NVI
Cuando leo este capituló me alienta a amar y ser fiel a Dios y a la iglesia. Por favor hermano, no se cómo decirlo, por supuesto que pido que el Espíritu sea quien hable. No se si a vos que sos cristiano puedo decirte algo más importante que lo que voy a decir. Pero, si vos todavía no le entregaste tu vida a Jesús lo más importante que puedo decir es justamente eso, cree en Jesús y sigue a Jesús cada día, arrepiéntete de vivir lejos de Dios y ahora recíbelo en tu corazón.Pero si vos ya tenés a Jesús en tu corazón creo que lo que te voy a decir ahora es lo más importante: ama a Dios, ama a tu familia, ama a la iglesia y en todos los casos sé fiel. Cuando en la vida te vaya bien, y como Nehemías prosperes, cuando las cosas mejoren, no te olvides, no abandones a Dios, a tu familia y a la iglesia. Cuando la iglesia te necesite no olvides ni abandones la iglesia. Nehemías estaba bien, había prosperado mucho, pero no podía dejar de pensar en el pueblo de Dios, en los suyos. Nehemías amaba a su pueblo, y decidió hacer algo grande por ellos. ¿Qué estás dispuesto a hacer por la iglesia? No es tiempo para correr detrás de sueños personales, es tiempo de sueños colectivos, proyectos compartidos, propósitos de Dios no para uno sino para todos, hermano, para tu iglesia, para el CCV. Esta iglesia, tu familia de fe te necesita, ¿aceptas el desafío de reconstruir y construir? Fíjate bien, Nehemías amaba a sus hermanos y en su corazón decidió hacer algo grande. Dejo todo de lado, rompió con su zona de confort y se fue a hacer pastones y pegar ladrillos entre el polvo de los escombros. Había que reconstruir y dijo: “hagámoslo”.
Repasemos cómo se llega a los acontecimientos del tiempo de Nehemías:
Los Asirios conquistan Samaria, el reino del norte con las diez tribus de Israel en el año 722 aC. Después, en el 586 aC, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llevó cautivos a aún sector de los habitantes de Judá. Jerusalén fue destruida y el pueblo fue llevado a cautiverio en cuatro diferentes deportaciones.
Años después, el regreso a Jerusalén del cautiverio en Babilonia es por etapas.
Esdras cuenta la historia del retorno del pueblo de Dios de Babilonia a Jerusalén y la reconstrucción del templo,
Nehemías cuenta la historia de Nehemías que regresa a Jerusalén y reconstruye la muralla de la ciudad.
La historia de Ester y Mardoqueo debe ser colocada entre el libro de Esdras y los acontecimientos registrados en el libro de Nehemías.
El contexto histórico de Nehemías lo encontramos también en los libros de Esdras y Ester los cuales relatan eventos de la misma época que Nehemías. Hago y Zacarías son mencionados en Esdras y Nehemías, porque profetizaron unos años antes, es decir, cuando unos Israelitas volvieron a Jerusalén para reconstruir el templo. Malaquías profetizó y escribió su libro durante la época de Esdras y Nehemías. Lamentaciones también se relaciona con Nehemías, porque se encuentra allí la situación y el dolor del pueblo que estaba en exilio. El libro de Daniel también se relaciona.
Salmo 137 es un salmo de dolor y tristeza que fue escrito durante esta época del pueblo de Dios. En Salmo 137:1-4 leemos,“Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sión. ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños?”
En Esdras 1-6 se lee acerca del proyecto de la reconstrucción del templo.
Para el tiempo de Nehemías el templo estaba reconstruido, pero no tenía protección, porque la muralla de Jerusalén estaba en ruina.Nehemías se encargó de la reconstrucción de la muralla de Jerusalén para dar protección al templo y al pueblo que vivía allí.
En los acciones de Dios, unos judíos tenían puestos importantes durante el cautiverio. Entre ellos fueron Ester (quien llegó a ser reina en Persia) y Nehemías (copero del rey de Persia y gobernador de la zona de Judá). Estos puestos fueron una muestra de los planes de Dios sobre su pueblo. Por medio de estos puestos, Dios movió los reyes para que dieran permiso para reconstruir el templo (Esdras) y la muralla en Jerusalén (Nehemías).
Isaías en el capítulo 37 profetizó el cautiverio. Luego, en el capítulo profetizó el regreso.
El libro de Esdras empieza con la construcción del templo. La restauración de la casa de Dios es siempre la primera cosa para regresar al Señor. Luego viene la construcción de las murallas, como veremos en el libro de Nehemías, lo cual cubre la necesidad de seguridad y de fortaleza. Finalmente, el libro de Ester viene a ser la revelación del propósito de todo ello en la vida de la persona. Esa es una panorámica de estos tres libros.El libro de Nehemías se divide en dos partes. Los primeros seis capítulos tratan acerca de la reconstrucción de la muralla, mientras que el resto de los capítulos, hasta el 13, tienen que ver con la reconstrucción del pueblo.
El primer paso en este proceso aparece en el capítulo 1. Y de esta parte de la Biblia aprendemos que todo propósito de reconstrucción comienza con oración.
Nehemías, entonces, estaba en Babilonia y llegó uno de sus hermanos, junto con algunos hombres de Jerusalén. Entonces Nehemías les preguntó por el resto del pueblo que se habían librado del destierro, y por la ciudad de Jerusalén. Ellos le respondieron: «Los que se libraron del destierro y se quedaron en la provincia están enfrentando una gran calamidad y humillación. La muralla de Jerusalén sigue derribada, con sus puertas consumidas por el fuego»
La reconstrucción empieza con oración, pero la oración tiene una motivación: el amor. El amor es la energía que nos mueve.
Porque ama a su pueblo Nehemías se interesa y pregunta.No pregunta para chismear.No pregunta para alegrarse con la desgracia ajena.No pregunta para dar gracias por su presente bendecido.Pregunta porque ama.Y porque ama a su pueblo ora.
¿Qué se necesita para que seamos tocados e impulsados a orar a favor de nuestros hermano?Lo único que necesitamos es amar.Debido a su amor por sus hermanos pregunta. En consecuencia recibe información y entonces, y en primer lugar, se dedica a la oración.
Dice Nehemías:Al escuchar esto, me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayuné y oré al Dios del cielo.
Y aquí viene la oración intercesora de Nehemías:
Reconoce quién es Dios y cómo actúa: “Señor, Dios del cielo, grande y temible, que cumples el pacto y eres fiel con los que te aman y obedecen tus mandamientos.”
Luego viene la confesión: “Confieso que los israelitas, entre los cuales estamos incluidos mi familia y yo, hemos pecado contra ti. Te hemos ofendido y nos hemos corrompido mucho; hemos desobedecido los mandamientos, preceptos y decretos que tú mismo diste a tu siervo Moisés.”
Recuerda las acciones y las promesas de Dios: “Recuerda, te suplico, lo que le dijiste a tu siervo Moisés: “Si ustedes pecan, yo los dispersaré entre las naciones: pero, si se vuelven a mí, y obedecen y ponen en práctica mis mandamientos, aunque hayan sido llevados al lugar más apartado del mundo los recogeré y los haré volver al lugar donde he decidido habitar. Ellos son tus siervos y tu pueblo al cual redimiste con gran despliegue de fuerza y poder.”
Pedido específico para avanzar en el de acción: “Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor del rey. En aquel tiempo yo era copero del rey.”
Al entender el libro de Nehemías, veremos que el protagonista no es Nehemías, ni el pueblo de Dios, sino Dios mismo quien está actuando por medio de Nehemías y el pueblo para realizar una etapa más de la historia de salvación.
Nehemías un hombre sensible ante el dolor de su pueblo, ama a su pueblo y decide hacer una obra grande por amor, y para esto comienza orando.