CCPA

Esta semana escuche la siguiente declaración:
“LA ÚNICA MANERA DE VENCER EN LA BATALLA ESPIRITUAL ES RINDIÉNDOSE AL SEÑOR”.

¿QUE ES RENDIRSE AL SEÑOR?
Aunque la frase “rendirse a Dios” no está en las Sagradas Escrituras, es una expresión muy utilizada cuando se quiere hablar de la actitud del cristiano respecto de Dios.
Esta expresión nos habla de humillación, de reconocimiento del poder de aquel ante quién nos rendimos y de la entrega de todo lo que somos o tenemos.
Cuando un ejercito se rinde ante otro, esto significa que depone sus armas, decide no seguir peleando, no seguir oponiéndose, y se entrega totalmente para hacer todo lo que el vencedor decida sobre toda su vida.

Llegamos entonces a la conclusión de que RENDIRSE es lo que la Palabra de Dios expresa como ADORACIÓN.

ADORACIÓN es rendición.
La ADORACIÓN tiene una expresión visible que se fundamenta en una decisión de la voluntad del ser humano.
Sin esta VOLUNTAD, lo visible es totalmente infructuoso… es decir no tiene ni producirá ningún fruto.

Y en la Serie que comenzamos el domingo pasado, es fundamental comprender y encarnar esta verdad frente a la Batalla Espiritual que todos tenemos todos los días.
“LA ÚNICA MANERA DE VENCER EN LA BATALLA ESPIRITUAL ES RINDIÉNDOSE AL SEÑOR”.

En 2 Crónicas 20, se encuentra la historia de Josafat, rey de Judá, quien tuvo que enfrentar el ataque de tres reinos unidos contra el reino de Judá.

Josafat tuvo miedo.
Pero a causa de ese temor, en lugar de salir corriendo, de escapar, o de buscar la ayuda del hombre (o de otro reino humano), buscó de todo corazón al Señor.
¡Qué buen ejemplo para cada uno de nosotros!
Frente al ataque del enemigo, frente a las dificultades que se nos presentan…

¿Qué es lo primero que hacemos?
Josafat lo primero que hizo, fue buscar al Señor.

Y si hablamos de RENDICIÓN, buscar a Dios es el primer paso.

Si seguimos leyendo, vemos que Josafat delante de todo el pueblo convocado, comienza a orar al Señor, recordando quién es Dios y sus promesas para con su pueblo.

Es que cuando buscamos a Dios de todo corazón y nos rendimos ante él en Adoración, esta actitud de parte nuestra, tiene como respuesta lo que dice Santiago 4.8: "Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes".

Y esta cercanía, esta intimidad, traerá como consecuencia, el poder conocerlo mas profundamente y en esa amistad, Dios se da a conocer, revelando su PODER, SU GLORIA, SU PERSONA, SUS ATRIBUTOS, SUS PLANES, SUS PROPÓSITOS.

En otras palabras, Josafat le dice al Señor:
¿No los vas a detener? Porque es imposible para nosotros vencerlos… ni siquiera detenerlos…
Y no sabemos que hacer…
Pero seguimos esperando Tí.

Es que ADORAR significa:
1- Reconocer que NO PODEMOS enfrentar al enemigo sin la ayuda del Señor.
2- Que NO SABEMOS qué hacer si el Señor no nos ayuda o no nos da de su Sabiduría.
3- PERO aún así… no vamos a quitar nuestra mirada de tu persona… nuestra Esperanza sigues siendo tu Señor… y si no pasa nada… seguiremos adorándote.

Se acuerdan de los cuatro amigos de Daniel que fueron amenazados con ser arrojados a un horno de fuego ardiente si no se postraban a adorar una estatua de oro… y ellos respondieron…

Cuando decidimos rendirnos al Señor y adorarlo con toda nuestra vida, no sólo tenemos la convicción de lo que Dios puede hacer a nuestro favor, sino que también tenemos la certeza de que pase lo que pase, nada ni nadie nos podrá separar de su Amor por lo cual nada ni nadie nos quitará el gozo y el privilegio de adorarlo y servirlo.

Pero volviendo a 2 Crónicas 20, a la historia del rey Josafat, vemos a partir del versículo 14, como el Señor por medio de su Espíritu Santo, le habla a su pueblo:

ADORAR al Señor, nos da el enfoque adecuado para cada situación.
Nos permite ver como Dios ve.
Nos alienta a la fe y cambia nuestro temor en confianza.
Por su Gracia, el Señor nos revela no sólo que Él está con nosotros sino también que Él peleará por nosotros y hasta nos puede mostrar los planes o lo que el enemigo va a hacer… Aleluya!!!!

“No tengan miedo, ni se acobarden… porque la batalla es mía…”
“Desciendan contra ellos… ”
“No necesitan pelear… tomen sus puestos y estén quietos y vean la Salvación del Señor…”
“…salgan al encuentro de ellos porque el Señor está con ustedes…”

Pero Dios no se conforma con recibir Adoración…

Porque como dice Juan 4, él no busca Adoración, el busca Adoradores.

Y los Adoradores son hombres y mujeres que conocen a Dios y lo que Él puede hacer, por lo tanto son hombres y mujeres llenos de Fe.

Y la Fe es un don de Dios que debe crecer y para crecer debe experimentarse…

Como vemos en este pasaje… el Señor les dijo: “…Desciendan mañana contra ellos…”

Uno podría pensar que debido a la promesa de que la batalla era de Dios, entonces el pueblo ni siquiera tendría que moverse de sus hogares… sino que lo único que tenían que hacer era orar y alabar…

Pero el Señor tenía planeado otra cosa para su pueblo.

Lo que Dios quería era que den un paso de fe y que se pararan frente al enemigo en posición de batalla y permanecieran quietos, y creyeran que verían la salvación del Señor ante el ataque de un ejército tan grande.

Había muchas maneras en las que Dios podría haber derrotado a estos ejércitos…
Pero eligió una forma que demandaba la participación de fe por parte de su pueblo.

El Señor deseaba que aprendieran a trabajar en una sociedad de fe con Dios.

Si cuando Adoramos al Señor recibimos revelación y conocimiento de quién es Dios y de lo que Él puede hacer…
La Alabanza es la respuesta de su pueblo, de nosotros, a la maravillosa experiencia de conocerlo cada día más y más.

Cuando Josafat y el pueblo recibieron lo que Dios iba a hacer … la Adoración y la Alabanza surgieron espontáneamente como respuesta natural…

Así como el Rendirse al Señor, es decir el Adorarlo es una decisión nuestra…
La Alabanza es la respuesta natural de toda la creación ante Dios.

Cuando le conocemos más, le alabamos más.
Tal vez si nos cuesta Alabar es porque nuestro conocimiento de Dios es superficial.
Profundicemos nuestra Adoración y entonces veremos cuan natural nos saldrá Alabarlo.

¿Y cómo terminó la historia?
En los versículos 20 y 21, leemos que el rey Josafat, arengó al pueblo a confiar en el Señor y en lo que Él había dicho y estableció que los encargados de guiar la Alabanza, elevaran delante del ejercito de Judá, alabanzas al Señor.
Y que pasó:

Aleluya!!! Gloria al Señor!!!

Cuando el pueblo comenzó a alabar, Dios hizo que se mataran entre ellos.
Y cuando el ejercito de Judá llegó, lo único que encontró fueron cadáveres… y ninguno había escapado.

Luego, dice la Palabra de Dios que estuvieron tres días recogiendo el botín de guerra… es decir riquezas, mercaderías, objetos preciosos… y al cuarto día se reunieron en un valle al que llamaron “Beraca” que significa Bendición y allí agradecieron al Señor por todo lo que Dios había hecho.

Al volver a Jerusalem, siguieron Alabando y gozándose en el Señor…
Y el temor a Dios alcanzó a muchas naciones, porque supieron que Dios pelea por su pueblo…

Amados, Dios es nuestro Poderoso gigante, quién pelea por nosotros.

Debemos tomar nota de esta lección…

“LA ÚNICA MANERA DE VENCER EN LA BATALLA ESPIRITUAL ES RINDIÉNDOSE AL SEÑOR”.

Y como consecuencia directa de la Rendición, es decir, de la Adoración, naturalmente brotará una la Alabanza que abrirá la puerta a la manifestación gloriosa del Poder de Dios a nuestro favor, venciendo todo ataque del enemigo.