Centro Cristiano Victoria. Moreno

Manos extendidas para la victoria
CCV. Centro Cristiano Victoria. Ituzaingó 186. Moreno.Nuestras Celebraciones son los jueves a las 20 hs y los domingos 11 y 18 hs en Ituzaingó 186.Moreno. También buscanos en Youtube como Somos CCV. Dios te Bendiga
Locations & Times
Centro Cristiano Victoria
Ituzaingó 186, B1744FTD Moreno, Buenos Aires, Argentina
Sunday 11:00 AM
“Los amalecitas vinieron a Refidín y atacaron a los israelitas. Entonces Moisés le ordenó a Josué: «Escoge algunos de nuestros hombres y sal a combatir a los amalecitas. Mañana yo estaré en la cima de la colina con la vara de Dios en la mano». Josué siguió las órdenes de Moisés y les presentó batalla a los amalecitas. Por su parte, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima de la colina. Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero, cuando los bajaba, se inclinaba en favor de los amalecitas. Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Hur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol. Fue así como Josué derrotó al ejército amalecita a filo de espada. “Más tarde, Dios le dijo a Moisés: «Escribe en un libro todo lo ocurrido en esta batalla, para que nadie lo olvide. Y dile a Josué que yo haré que nadie vuelva a acordarse de los amalecitas». Moisés edificó un altar y lo llamó «El Señor es mi bandera». Y exclamó: «¡Echa mano al estandarte del Señor! ¡La guerra del Señor contra Amalec será de generación en generación!»”Éxodo 17:8-16.
Vayamos un poco para atrás. En Éxodo 15 encontramos el maravilloso cántico de Moisés y María, con todo el pueblo. Alaban a Dios por sus obras poderosas al sacarlos de la esclavitud en Egipto.
“Entonces Moisés y los israelitas entonaron un cántico en honor del Señor, que la letra decía:Cantaré al Señor, que se ha coronado de triunfoarrojando al mar caballos y jinetes.El Señor es mi fuerza y mi cántico;él es mi salvación.Él es mi Dios, y lo alabaré;es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.”
Pero poco después, comienzan las quejas por las aguas amargas de Mara, ante esto Dios actúa: un milagro y las esas mismas aguas fueron dulces. Llegan al desierto de Sin y… otra vez la murmuración y las quejas. Y Dios nuevamente hace milagros, Maná del cielo. Van a Refidín y se repiten la murmuración y las quejas, y Dios se manifiesta con otro milagro, agua que sale de una roca. Tantas murmuraciones y quejas abren las puertas para que lleguen los enemigos. Veamos cómo lo describe la Biblia:
“Recuerda lo que te hicieron los amalecitas después de que saliste de Egipto: cuando estabas cansado y fatigado, salieron a tu encuentro y atacaron por la espalda a todos los rezagados. ¡No tuvieron temor de Dios! Por eso, cuando el Señor tu Dios te dé la victoria sobre todas las naciones enemigas que rodean la tierra que él te da como herencia, borrarás para siempre el recuerdo de los descendientes de Amalec. ¡No lo olvides! Deuteronomio 25:17-19
Dios pudo haber mandado ángeles para cuidar de su pueblo pero Él quiso usarlos a ellos mismos para cumplir Sus propósitos.
En Refidín los amalecitas atacaron. El pueblo de Dios enfrentó la batalla y la estrategia fue: Moisés con Hur y Aarón en lo alto del monte. Josué y un grupo en el valle a luchar. Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero, cuando los bajaba, se inclinaba en favor de los amalecitas. Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Hur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol. Fue así como Josué derrotó al ejército amalecita.
Para la victoria son necesarias manos extendidas.
Era una costumbre para el pueblo Judío, levantar sus manos al orar. De ese modo expresan su necesidad y búsqueda de Dios. Así Moisés confesaba y reconocía una dependencia total en la autoridad y el poder de Dios al orar extendiendo sus manos. No era Moisés quien daba el poder a Josué y su ejército. Era Dios, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, “el Señor Todopoderoso” el que hacía prevalecer a su pueblo. Cuando Moisés levantaba su mano, Israel prevaleció. La elevación de la mano de Moisés fue un llamado a Dios para pedir ayuda, acompañado por una ferviente oración para que fortaleciera a su pueblo y les diera la victoria. Mientras la mano se levantara, los israelitas prevalecieron porque Dios les daba fuerza, vigor y coraje.
Vemos entonces que las acciones para la victoria incluían qué Moisés debía permanecer con las manos extendidas. Pero se cansaba, entonces Aarón y Hur mantenía sus brazos en alto. A través de la Biblia Dios nos deja conocer la importancia que tiene para él la unidad. Lo vital que es el compañerismo, la unión de fuerzas para lograr objetivos, metas y propósitos.Claramente la Biblia específica y dice: “que un reino dividido no prevalece”.Dios ha establecido la unidad como condición para el triunfo.En este episodio bíblico que estamos considerando observamos que, para que Josué pudiera ganar la batalla contra Amalec, era necesario que Moisés tuviera sus manos extendidas. Las manos levantadas son la victoria que Dios daría a su pueblo.Es responsabilidad y menester de cada creyente, mantener lazos estrechos de amistad con nuestros hermanos en la fe. Debemos estar alertas para darnos cuenta cuando a uno de nuestros hermanos se le bajan los brazos por el cansancio. Porque todos en algún momento nos agotamos y debilitamos. Es entonces cuando necesitamos de un Aarón y Hur que sostengan nuestras manos. De alguien que nos ayude a atravesar el desierto, el dolor, la guerra, la incertidumbre, el valle de lágrimas o lo que sea que estemos experimentando. Sostener es no dejar caer y resistir. Es utilizar de mi fuerza para que la otra persona no se rinda. Esta actitud a su vez nos trae firmeza y la firmeza nos ayuda a vencer y mantenernos enfocados en el propósito de Dios.
Yo te invito a ser parte de los que marcan la diferencia, el que participa de la victoria de su hermano, ser el que ama en todo tiempo y es más que un amigo en tiempos difíciles.
Moisés levantó un altar de adoración a Dios y lo llamó: “El Señor es mi bandera”.La bandera es una expresión de propiedad, el lugar donde se planta bandera significa presencia y pertenencia. La bandera del pueblo de Dios es Dios mismo. El está presente y es el Señor, y eso se manifiesta con Su bandera. Jesús es nuestra bandera. Si Él está presente su bandera se hace ver, su bandera está en alto.
Para el final, tres asuntos importantísimos:. Tener la bandera de Jesús en alto.. Recordar la victoria que Dios les dio y no recordar a los amalecitas.. Saber que la batalla sigue y hay que derrotar al espíritu de Amalec cada día.