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Centro Cristiano Victoria. Moreno

Un alma salvada

Un alma salvada

CCV. Centro Cristiano Victoria. Ituzaingó 186. Moreno.Por el momento, nuestras Celebraciones son vía ONLINE Buscanos en Youtube como Somos CCV. Dios te Bendiga

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Centro Cristiano Victoria

Ituzaingó 186, B1744FTD Moreno, Buenos Aires, Argentina

Sunday 11:00 AM


“Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo. Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han visto. Aunque ahora no lo ven, confían en él y se gozan con una alegría gloriosa e indescriptible. La recompensa por confiar en él será la salvación de sus almas.”
1 Pedro 1:6-9.
Desde nuestro presente, cuando pensamos en salvación podemos hablar de tres tiempos, es decir, una salvación que está en el pasado, una salvación hoy y una salvación futura.Decimos salvación en el pasado porque hace más de dos mil años, en las afueras de Jerusalén, Jesús fue clavado en una cruz, y por su muerte todo aquel que cree en Él recibe salvación.Decimos presente porque hoy somos salvos del poder del pecado y la muerte.Decimos futuro porque junto con toda la creación esperamos el día en que veamos a Jesús viniendo en las nubes para buscar y salvar a su iglesia.
Dados los acontecimientos que se están viviendo en todo el mundo, y en particular en la iglesia, hay un mensaje de parte de Dios.
Para nuestro mundo el mensaje es: “Es hora de volver a Dios. Cristo es la única esperanza.”
Para la iglesia, para los cristianos, el mensaje es: “Debemos permanecer fielmente aferrados del Señor, en comunión con la iglesia, amando, sirviendo y salvando las almas.”
Lamentablemente, en el mundo los cristianos no estamos dando ese mensaje fuerte y claro o la gente no quiere escuchar, la cosa es que, nuestras sociedades no se están volviendo a Dios.Y lamentablemente, a unos cuantos cristianos los tomó, al menos, un espíritu de confusión y no están permaneciendo fielmente con la vista puesta por fe en Jesús, no continúan en comunión con la iglesia, no aman, ni salvan almas.
Sin embargo, hay un remanente en la iglesia que sí permanece fiel, y con ese sector de la iglesia, que Dios se está reservando fortaleciéndolo en la batallas, Él hará milagros como nunca antes fueron vistos. No te desanimes, no te des por vencido, no bajes los brazos. Necesitamos estar fuertes en el Señor.
Un alma fiel, un alma anclada en Jesús, un alma sana, es un alma fuerte.
Una alma fuerte es un alma salvada. Tener la certeza que el poderoso Espíritu de Dios está con vos te hace fuerte en las luchas cotidianas.
Dice el apóstol Pablo que aquellos que creímos en Jesús fuimos sellados con el Espíritu Santo prometido. ¡Aleluya!
Después del cautiverio en Babilonia, cuando el pueblo de Dios volvió a Jerusalén, una de sus tareas fue reconstruir el templo, el líder en ese momento era Zorobabel. Era verdaderamente una misión imposible. Al regresar a Jerusalén encontraron todo destruido, y había que levantar lo que estaba arruinado. Para ese desafío Dios envió una Palabra al profeta Zacarías por medio de un ángel:
“Esta es palabra de Dios a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor de los ejércitos.”
Zacarías 4:6
Y agrega:
“Porque los que se burlaron de los modestos comienzos se alegrarán al ver la plomada en la mano de Zorobabel.»Zacarías 4:10
Hermanos, debemos tener en claro qué se viene, entre otras cosas, un tiempo de reconstrucción. Familias destruidas, iglesia desmembradas, cristianos abatidos y desalentados, una sociedad enfrentada y empobrecida, la palabra es: reconstrucción.
La pandemia no sólo es un tiempo de prueba a fin de ver quién y cómo queda cuando termine, además, es una prueba a fin de ver cómo transitamos este tiempo y cómo emprendemos la reconstrucción.
Hay un llamado del Señor, hay una convocatoria del Señor a aquellos que dicen ser sus hijos, el Señor llama: “ Jesús dice a Su iglesia: “dispongan su corazón para la reconstrucción, oren, clamen, búsquenme - dice el Señor - recuerden, es con mi Espíritu”.
Querido hermano y amigo, te invito a que te sumes al sector del pueblo de Dios que pase lo que pase, y por más que el enemigo venga como venga, afirmamos que: ““no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” Hechos 4:20. “Les anunciamos al que existe desde el principio, a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida. Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la vida eterna.” 1 Juan 1:1-2
Para aquellos cristianos que se sienten seguros en sí mismos recuerdo la palabra de Mardoqueo a Ester: “No te vas a salvar solo porque estás en el palacio. Si no te atreves a hablar en momentos como este, la liberación... vendrá de otra parte... Yo creo que has llegado al lugar en que estás para ayudar a tu pueblo en este momento.” Ester 4:12-14.
Recordemos también que, cuando Jesús entró a Jerusalén la gente lo bendecía y los religiosos le dijeron a Jesús que los haga callar, entonces Jesús les respondió: “—Les aseguro que si ellos se callan, las piedras gritarán.” Lucas 19:40.
Revisemos un relato de la Biblia bien conocido:
“Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: —¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! Él les contestó: —¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes! Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. Ellos, admirados, se preguntaban: —¿Pues quién será este, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?”
Mateo 8:23-27.
Jesús está en la barca, por lo tanto debemos aprender que cuando vienen tormentas que ponen en peligro nuestra integridad, en Cristo podemos estar seguros.Cuando los discípulos subieron a la barca no había tormenta. Ni se lo esperaban, sino no hubieran ido a navegar. La tormenta llegó sin avisar y llegó con toda su fuerza.Es increíble, ellos eran pescadores con mucha experiencia, pero... a la hora de la tormenta el más experimentado y valiente no sabe qué hacer, tienen miedo y buscan ayuda en el Carpintero.¿Cómo quitarnos el miedo? Contra el miedo hay una vacuna: la fe. Pero en ausencia de fe el miedo aparece.Hoy, como entonces, muchos gritan: “¡Señor, sálvanos!”
“Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: —¡Es un fantasma! Pero Jesús les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo! Entonces Pedro le respondió: —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. —Ven —dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: —¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: —¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste? En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: —¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!”
Mateo 14:22-33.
Cuando nos animamos a caminar sobre las aguas tormentosas y dejamos de mirar a Jesús nos hundimos. Esto nos sucede una y otra vez. Lo maravilloso es que si somos capaces de buscar a Jesús otra vez entonces la salvación vuelve. Pedro gritó: “¡Sálvame, Señor!” Y Jesús te toma de la mano y te salva. Debido a que es Maestro, toma toda experiencia como un buen momento para enseñar y te dice: “¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?” y entonces volvemos a darle a la fe el valor que tiene. ¡Aleluya! Dios es bueno.
Vivimos días de mucho dolor y frustración en el corazón de las personas. No tiene sentido mirar para otro lado o disimularlo. Necesitamos a Dios y necesitamos a la iglesia. Un alma fuerte es un alma salvada. Y Dios salva cuando lo buscamos de corazón. Yo creo que estás buscando a Dios con toda tu fuerza, al menos la que te queda, y con toda tu alma, y con todo tu corazón, y yo creo que Jesús te salva.
Para vos hermano, que te sentís profundamente necesitado de Dios, tengo un mensaje:Hay alguien a quien podés ir cuando todo se desmorona. Es tu Refugio. No tiene apuro así que te va a escuchar, no tiene frustraciones ni compite así que te va a entender. No va a pensar: “esto le pasa por su maldad” sino que te ama, no busca revancha y te dice “empezá de nuevo, hiciste mal, podés empezar otra vez, no te rindas, arriba, sigue”; y a los que te acusan y piensan en cascotearte les dice: “el que esté sin pecado tire la primera piedra”. Cuando sientas que todos ponen toneladas de carga sobre tus espaldas, Él sabe que no tenés superpoderes y conoce que sos débil, y sabe que los demás te ven como alguien fuerte, pero Él sabe que no lo sos, sabe qué sos débil y está dispuesto a darte Su fuerza otra vez. Cuando aquellos a quien amás con toda tu alma ya no te quieren ni ver, ni oír, y entonces te escondés y te callás, hay alguien que cuando lo buscás salta de alegría y te espera con un abrazo y, sin preguntar, sin apurarte, espera que hables, que derrames de a poco tu corazón. Hermano, no eres víctima, sos un hijo de Dios, y Dios te ama, Jesús murió por vos y el Espíritu Santo es tu amigo.Hermano, no estás solo, tenés un amigo de verdad, se llama... Espíritu Santo. Espera al Señor.Eso es salvación.
Con el salmista decimos:
“Por favor, Señor, ¡sálvanos! Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien!”
Salmos 118:25.
Porque nuestra decisión y acción es ser parte de tu plan de reconstruir corazones destruidos.
“Yo confirmo la palabra de mis siervos y cumplo el consejo de mis mensajeros. Yo digo que Jerusalén será habitada, que los pueblos de Judá serán reconstruidos; y sus ruinas las restauraré.”Isaías 44:26 NVI
“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan. Tu pueblo reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos de antaño; serás llamado “reparador de muros derruidos”, “restaurador de calles transitables”.”Isaías 58:11-12 NVI
“Reconstruirán las ruinas antiguas, y restaurarán los escombros de antaño; repararán las ciudades en ruinas, y los escombros de muchas generaciones.
En vez de su vergüenza, mi pueblo recibirá doble porción; en vez de deshonra, se regocijará en su herencia; y así en su tierra recibirá doble herencia, y su alegría será eterna.”Isaías 61:4, 7 NVI
Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas. Porque así como la tierra hace que broten los retoños, y el huerto hace que germinen las semillas, así el Señor omnipotente hará que broten la justicia y la alabanza ante todas las naciones.”
Isaías 61:4, 7, 10-11 NVI