Centro Cristiano Victoria. Moreno

Un alma anclada
CCV. Centro Cristiano Victoria. Ituzaingó 186. Moreno.Por el momento, nuestras Celebraciones son vía ONLINE Buscanos en Youtube como Somos CCV. Dios te Bendiga
Locations & Times
Centro Cristiano Victoria
Ituzaingó 186, B1744FTD Moreno, Buenos Aires, Argentina
Sunday 11:00 AM
Hebreos 6:18-19
Recibimos un firme consuelo los que hemos buscado la protección de Dios y hemos confiado en la esperanza que él nos ha dado. Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco.
Un ancla representa un vínculo fuerte, profundo, resistente e invencible: este es uno de los significados más bellos e importantes que este símbolo lleva consigo. Este objeto nació con la función original de atar el barco al lecho marino, dándole la estabilidad necesaria a fin de que fuera seguro para los que estaban a bordo sin tener que preocuparse de la corriente, la marea o las tempestades.
El ancla, por el hecho de mantener una embarcación fija en el mar, se constituyó en alegoría de la esperanza de la salvación. El ancla se considera un símbolo de firmeza, solidez, tranquilidad y fidelidad. En medio de la movilidad del mar de nuestras emociones, sentimientos, pasiones, pensamientos, conductas, la esperanza en Cristo nos fija, ata y asegura, nos da firmeza, solidez, fortaleza. Un alma fuerte es un alma anclada en esperanza a la Palabra de Dios.
Un ancla expresa la voluntad de no abandonarse a los remolinos de la sensibilidad y conducta humana, fijando la voluntad a la cruz de Cristo como ancla que nos da seguridad, y paz en medio de nuestras propias tormentas.
Recibimos un firme consuelo los que hemos buscado la protección de Dios y hemos confiado en la esperanza que él nos ha dado. Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco.
Un ancla representa un vínculo fuerte, profundo, resistente e invencible: este es uno de los significados más bellos e importantes que este símbolo lleva consigo. Este objeto nació con la función original de atar el barco al lecho marino, dándole la estabilidad necesaria a fin de que fuera seguro para los que estaban a bordo sin tener que preocuparse de la corriente, la marea o las tempestades.
El ancla, por el hecho de mantener una embarcación fija en el mar, se constituyó en alegoría de la esperanza de la salvación. El ancla se considera un símbolo de firmeza, solidez, tranquilidad y fidelidad. En medio de la movilidad del mar de nuestras emociones, sentimientos, pasiones, pensamientos, conductas, la esperanza en Cristo nos fija, ata y asegura, nos da firmeza, solidez, fortaleza. Un alma fuerte es un alma anclada en esperanza a la Palabra de Dios.
Un ancla expresa la voluntad de no abandonarse a los remolinos de la sensibilidad y conducta humana, fijando la voluntad a la cruz de Cristo como ancla que nos da seguridad, y paz en medio de nuestras propias tormentas.
Dice la Biblia en Job 8:13:“Las esperanzas de los que viven sin Dios se evaporan.”
Por eso...“Tenemos esa esperanza tan fuerte y segura como un ancla que sostiene el alma.” Hebreos 6:19.
La esperanza se construye sobre la fe en las promesas de Dios.
Nos ayuda la Palabra de Lucas 18:1 que dice:
“Cierto día, Jesús les contó una historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse por vencidos.”Lucas 18:1 NTV.
“Jesús les contó una historia para enseñarles que siempre deben orar y nunca perder la esperanza.” Lucas 18:1 PDT.
Por eso...“Tenemos esa esperanza tan fuerte y segura como un ancla que sostiene el alma.” Hebreos 6:19.
La esperanza se construye sobre la fe en las promesas de Dios.
Nos ayuda la Palabra de Lucas 18:1 que dice:
“Cierto día, Jesús les contó una historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse por vencidos.”Lucas 18:1 NTV.
“Jesús les contó una historia para enseñarles que siempre deben orar y nunca perder la esperanza.” Lucas 18:1 PDT.
La oración y la esperanza van unidas. Oramos porque tenemos esperanza, y tenemos esperanza porque oramos.
Conocemos bien algunos de los símbolos cristianos como la cruz o el pez. Sin embargo, es probable que no sepas que el símbolo del ancla también era muy usado entre los cristianos de los primeros siglos. Las anclas en el mundo antiguo representaban seguridad. Los viajes por mar eran muy comunes en el área mediterránea y las anclas eran un instrumento básico utilizado por los marineros o pescadores. Un ancla mantenía la nave firmemente plantada en un área específica y era una herramienta obligatoria.
Para los cristianos de los primeros siglos el ancla simbolizó la fe y la esperanza en Jesús.
Conocemos bien algunos de los símbolos cristianos como la cruz o el pez. Sin embargo, es probable que no sepas que el símbolo del ancla también era muy usado entre los cristianos de los primeros siglos. Las anclas en el mundo antiguo representaban seguridad. Los viajes por mar eran muy comunes en el área mediterránea y las anclas eran un instrumento básico utilizado por los marineros o pescadores. Un ancla mantenía la nave firmemente plantada en un área específica y era una herramienta obligatoria.
Para los cristianos de los primeros siglos el ancla simbolizó la fe y la esperanza en Jesús.
En la iglesia primitiva el ancla se utilizaba como un símbolo para decir: “Mi esperanza es Jesús”. Representa nuestra esperanza en medio de una tormenta.
Isaías 40:29-31 dice:“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
“Los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas.”
Isaías 40:29-31 dice:“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
“Los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas.”
Cuando estás en lo profundo de la prueba y los que podían ayudarte te dicen que no es posible, que no hay nada que hacer, que es imposible; cuando estás en el fondo y en tu corazón sientes que Dios puede hacer algo, eso se llama: esperanza. Esperanza no es fingir que no existen los problemas, no es como el avestruz que mete su cabeza para no ver lo que está pasando, sino que es la confianza de que los problemas no serán eternos, que las heridas del corazón o del cuerpo Jesús las sana, es esa confianza interna de que esas dificultades se van a superar. Es cuando, a pesar de las dificultades dices: “En esto también Dios me salvará”. Eso se llama: esperanza, y los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas.
El llamado hoy es a no perder la esperanza, es a no dejar la esperanza que es ancla del cristiano, porque cuando pierdes el ancla eres como un barco a la deriva, sin rumbo, llevado de un lado al otro por los vientos, las mareas, y las tormentas que golpean.
El llamado hoy es a no perder la esperanza, es a no dejar la esperanza que es ancla del cristiano, porque cuando pierdes el ancla eres como un barco a la deriva, sin rumbo, llevado de un lado al otro por los vientos, las mareas, y las tormentas que golpean.
El libro de Job nos habla de un hombre que tenía esperanza.Uno de los grandes hombres de la fe, Dios lo había prosperado, le había dado ganado, bueyes, asnos, trabajadores, hijos e hijas, era el más grande entre todos los orientales. Pero el día de la prueba en un solo día, él perdió todo, tenía 7 mil ovejas, 3 mil camellos, 500 yuntas de bueyes, todo lo perdió en un día, a sus criados, a sus hijos.Así que rasgó sus vestiduras y dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. El Señor dio, y el Señor quitó; sea el nombre del Señor bendito” Job 1:21.Luego le vinieron llagas de la cabeza a los pies, sus amigos al verlo callaron por siete días al ver su dolor. Muchas veces se preguntó el porqué de lo que estaba viviendo, pero hay una frase singular de Job: “aunque él me matare, en él esperaré” Job 13:15. ¡Los que esperan a Dios! Él tenía el ancla puesta en Dios.
Cuando alguien pierde la esperanza es como un barco sin rumbo en medio del mar.
Los amigos de David sabían que era el ungido y que Dios estaba con él, que vieron cómo derrotó a Goliat y lo vieron como siendo capitán de mil a donde iba vencía y era de renombre y todo el mundo hablaba que Dios estaba con él. Cuando David fue perseguido y se escondió en la cueva de Adulán se unieron a él muchas personas que comenzaron a vencer gigantes, tenían batallas poderosas, y a donde iban traían victoria y riquezas; pero un día, al regresar encontraron a Siclag encendida en fuego y las mujeres y los niños y el ganado y todo se lo habían llevado unos amalecitas; así que empezaron a llorar, después de tanta valentía y conquistas en una prueba perdieron la esperanza, perdieron el ancla, y comenzaron a llorar toda la noche, hasta que se les acabó la fuerza y querían matar a David.
Cuando alguien pierde la esperanza es como un barco sin rumbo en medio del mar.
Los amigos de David sabían que era el ungido y que Dios estaba con él, que vieron cómo derrotó a Goliat y lo vieron como siendo capitán de mil a donde iba vencía y era de renombre y todo el mundo hablaba que Dios estaba con él. Cuando David fue perseguido y se escondió en la cueva de Adulán se unieron a él muchas personas que comenzaron a vencer gigantes, tenían batallas poderosas, y a donde iban traían victoria y riquezas; pero un día, al regresar encontraron a Siclag encendida en fuego y las mujeres y los niños y el ganado y todo se lo habían llevado unos amalecitas; así que empezaron a llorar, después de tanta valentía y conquistas en una prueba perdieron la esperanza, perdieron el ancla, y comenzaron a llorar toda la noche, hasta que se les acabó la fuerza y querían matar a David.
La promesa hoy es: “pero los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” Isaías 40:31.
No pierdas la esperanza.Nuestro mundo de hoy está muy agitado e inestable. Si nos aferramos al mundo estamos perdidos. Está semana pasada ha sido terrible. Cada vez más de nuestras personas cercanas y conocidas con contagios, secuelas o muerte por COVID. Muchos amigos pastores y pastoras contagiados y muriéndose.En nuestra familia nos toca muy de cerca lo que está sucediendo en Colombia ya que una de nuestras hijas y nuestro nieto vivieron mucho años allí. Marina veía a sus alumnos de la Universidad participando en las manifestaciones corriendo peligro sus vidas.Días muy difíciles. Y para esto, la Biblia está repleta de promesas, y de ellas nos aferramos y nada nos separa. Sus promesas te pueden ayudar a sobrellevar las circunstancias más difíciles de la vida… y ayudarte a tomar buenas decisiones. Cuando los vientos y las olas arrecian, las promesas de Dios son como una ancla que nos da esperanza y estabilidad, nos mantiene en nuestro lugar seguros.
No pierdas la esperanza.Nuestro mundo de hoy está muy agitado e inestable. Si nos aferramos al mundo estamos perdidos. Está semana pasada ha sido terrible. Cada vez más de nuestras personas cercanas y conocidas con contagios, secuelas o muerte por COVID. Muchos amigos pastores y pastoras contagiados y muriéndose.En nuestra familia nos toca muy de cerca lo que está sucediendo en Colombia ya que una de nuestras hijas y nuestro nieto vivieron mucho años allí. Marina veía a sus alumnos de la Universidad participando en las manifestaciones corriendo peligro sus vidas.Días muy difíciles. Y para esto, la Biblia está repleta de promesas, y de ellas nos aferramos y nada nos separa. Sus promesas te pueden ayudar a sobrellevar las circunstancias más difíciles de la vida… y ayudarte a tomar buenas decisiones. Cuando los vientos y las olas arrecian, las promesas de Dios son como una ancla que nos da esperanza y estabilidad, nos mantiene en nuestro lugar seguros.
El escritor del Salmo dice:“El día en que tengo temor yo en ti confío.”Salmos 56:3
Lo que un ancla es para un barco, la esperanza en para el alma. Ambas estabilizan. El apóstol Pablo nos dice cuál es la fuente de nuestra esperanza, en Romanos 15:4:
“Tales cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras para que nos sirvan de enseñanza. Y las Escrituras nos dan esperanza y ánimo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios.”
La Biblia dice en Hebreos 6:19, “Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco.”
Las palabras claves en esta Palabra son “ancla y alma”Cuando vivimos con esperanza en las promesas del Señor, vivimos una vida anclada.
Entendemos que el ancla tiene un propósito: ¡estabilizar el barco! ¡Mantenerlo firme!Una alma fuerte es un alma anclada, que se mantiene firme, estable, en medio de las tormentas. Un alma enganchada firmemente en una buena ancla es más fuerte que cualquier tempestad.Una ancla bien enganchada a la Palabra de Dios y que tiene una cadena de unión poderosa que no se corta, nos permite estar firmes, estables, seguros en nuestro lugar venga la tormenta que venga.La pregunta es: ¿estoy bien anclado a Dios y sus promesas? Si así es nada me mueve, creo en sus promesas fieles.Virus, enfermedades, problemas con la economía o de trabajo, traiciones, conflictos familiares, críticas de la gente o aún de hermanos, miedos, sueños que no se concretan... ¿Te pueden sacar la esperanza? ¿Te desestabilizan? ¿Te alejan del Señor y sus propósitos? ¿Te alejan de los que te aman de verdad?Si estás anclado en Jesús y sus promesas... nada te puede separar de Su amor.
Lo que un ancla es para un barco, la esperanza en para el alma. Ambas estabilizan. El apóstol Pablo nos dice cuál es la fuente de nuestra esperanza, en Romanos 15:4:
“Tales cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras para que nos sirvan de enseñanza. Y las Escrituras nos dan esperanza y ánimo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios.”
La Biblia dice en Hebreos 6:19, “Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco.”
Las palabras claves en esta Palabra son “ancla y alma”Cuando vivimos con esperanza en las promesas del Señor, vivimos una vida anclada.
Entendemos que el ancla tiene un propósito: ¡estabilizar el barco! ¡Mantenerlo firme!Una alma fuerte es un alma anclada, que se mantiene firme, estable, en medio de las tormentas. Un alma enganchada firmemente en una buena ancla es más fuerte que cualquier tempestad.Una ancla bien enganchada a la Palabra de Dios y que tiene una cadena de unión poderosa que no se corta, nos permite estar firmes, estables, seguros en nuestro lugar venga la tormenta que venga.La pregunta es: ¿estoy bien anclado a Dios y sus promesas? Si así es nada me mueve, creo en sus promesas fieles.Virus, enfermedades, problemas con la economía o de trabajo, traiciones, conflictos familiares, críticas de la gente o aún de hermanos, miedos, sueños que no se concretan... ¿Te pueden sacar la esperanza? ¿Te desestabilizan? ¿Te alejan del Señor y sus propósitos? ¿Te alejan de los que te aman de verdad?Si estás anclado en Jesús y sus promesas... nada te puede separar de Su amor.