Hoy vamos a ver qué gigante enfrentó David después de coronarse rey, y este gigante eran los jebuseos que estaban habitando Jerusalén rodeado de una muralla impenetrable, los jebuseos no molestaban a nadie y nadie los molestaba estaban en el centro del reino de David, entonces Israel era un punto estratégico para controlar a la gente del Norte como la del Sur.

Esta corta historia nos hace pensar mucho en como debemos de derribar una fortaleza, en el versículo 7 David derribó a la fortaleza y en el versículo 9 David se instaló en la fortaleza. Ahora le pregunta es ¿Cual es esa debilidad o el mal hábito o la actitud descontrolada que está en tu corazón cómoda rodeado de fortalezas? Si esa es la palabra una fortaleza, sería como una debilidad que tengas y el enemigo le construyó una fortaleza alrededor de ella indicando que no la puedes tocar. Puede ser temperamento explosivo, Imagen frágil de ti mismo o baja autoestima, Hambre insaciable, o desafiante a la autoridad. Entonces la Fortaleza es un desafío viejo, difíciles y desalentadores, eso fue lo que David enfrentó en Jerusalén. Esta pequeña historia inicia con desaliento diciendo los jebuseos que será imposible para David poder entrar a la ciudad, y preguntó cuántas veces recibimos las mismas ideas de satanás: ”Nunca venceras los habitos, asi naciste y asi vas a morirte, Nunca venceras tu adicción”, “Nunca saldrás de la pobreza”.Si has escuchado lo mismo que pasó con David, las burlas de los demás que no puedes las críticas de los demás que tu carácter es difícil te invito a que puedas subrayar solo esta frase en tu vida: ¿No le parecería extraordinario que Dios escribiera un “sin embargo” en tu biografía? “Nació alcohólico sin embargo vivió una vida sobria”, “Nació para el fracaso sin embargo ahora es un prestigioso profesional en su área”, “Nació necio sin embargo ahora tiene un sabiduria sobreambuntate que Dios le dio”.

Dos tipos de pensamientos compiten en tu vida uno que dice “Si, usted puede” y otro que dice “No, usted no puede”, Uno dice “Dios te puede ayudar” y otro dice “Dios te ha dejado” Uno proclama la fuerza de Dios y el otro muestra las fallas que tu tienes, Uno anhela formarlo y otro anhela destruirlo. Y te tengo una gran noticia tu eliges las voces que vas a escuchar.