Iglesia Punto Norte

Sacrificio - Es parte de mi vida

Quizás usted haya escuchado sobre el poder de las palabras.
O a lo mejor haya escuchado de la energía positiva. O del poder del pensamiento positivo.

Muchas personas andan en busca de todo lo que es positivo puesto que
esto les sirve de estímulo para sus vidas.

Hoy quiero que aprendamos sobre el poder del sacrificio.
Recordemos que sacrificarme significa: Provocar, retar, incitar a una
competencia personal.

Por otro lado, hay personas que aman los sacrificios y los riesgos. Este
mensaje está diseñado para enseñar a las personas que un sacrificio
demanda esfuerzo y perseverancia, pero es necesario muchas veces.

Salmo 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú,
oh Dios.”

1. El sacrificio es parte de vida

Sacrificamos nuestra vida diaria, ya que vivimos con el impacto del
sacrificio de Cristo por nosotros. El hacer un sacrificio no es fácil, porque
pensamos que necesitamos mantener holgadamente las cosas de este
mundo. El cielo es nuestro verdadero hogar y todo lo que damos en la
tierra es temporal en comparación con la eternidad. Dado que el
concepto de sacrificio es tan importante para los creyentes entender que
nos sacrificamos en varias áreas, por ejemplo:

Sacrificios por amor… La persona que se sacrifica por su pareja, hace
cosas por la otra persona que requieren de ella un esfuerzo y además le
suponen un coste personal, ya sea económico, de tiempo o incluso
emocional. Esta entrega se produce a menudo en el contexto de pareja, formando parte de un intercambio recíproco que busca la unión y el apoyo mutuo.

José Martí dijo un día: “El que no tenga el valor de sacrificarse por lo menos debe tener el pudor de callarse ante los que se sacrifican”

2. El sacrificio es parte de la fe

En la Biblia se nos relata las historias de sacrificios que marcaron la
diferencia en esta tierra. Hombres y mujeres que muchas veces
sacrificaron todo por su fe.

Hebreos 11:32-38ª NVI “¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo
para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, 33 los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, 34 apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. 35 Hubo mujeres que por la resurrección recobraron a sus muertos. Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. 36 Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. 37 Fueron apedreados, [d] aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. 38 ¡El mundo no merecía gente así...”

Si es bueno hacer sacrificios por la salud del cuerpo, es mucho más
bueno hacer sacrificios por la salud del alma y el espíritu.

Job perdió el poder de sacrificar. Si dejas que el enemigo evite tu
sacrificio, empezaras a sufrir. Cuando interrumpas tu sacrificio por tu
comodidad, empezaras a padecer.

Nunca hay que decir no me toca, sino ¡Voy yo!

3. El sacrificio es parte de la recompensa

2 Timoteo 2:6 RVR60 “El labrador, para participar de los frutos,
debe trabajar primero.”

1 Corintios 15:58 NVI “ Por lo tanto, mis queridos hermanos,
manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra
del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.”

Colosenses 3:23-24 NVI “Hagan lo que hagan, trabajen de buena
gana, como para el Señor y no como para nadie en este
mundo, 24 conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.”

Todo lo que haces hoy tendrá repercusión en la eternidad.

Apocalipsis 22:12 “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón
conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”