Centro de Adoración Sin Límites

Existe una gran diferencia entre lo que proviene de lo natural y lo que proviene de la resurrección. Todo aquello de lo que nos cuesta desprendernos es natural y está firmemente anclado en el alma. Más todo lo que provenga de la resurrección es preservado en Dios y está firmemente anclado en el Espíritu.

Permítame empezar muy temprano, este domingo, dándole una verdad espiritual: Si realmente estamos vinculados a Dios mismo, todo en nuestras vidas debe pasar por la muerte y la resurrección. Entendamos esto: la más terrible equivocación que podamos cometer en la vida cristiana, es pensar que podemos construir una vida basada en conocimientos, capacidades y astucia natural.

Permítame darle una corta pero profunda verdad espiritual: Abraham no era simplemente un individuo al que la Biblia necesitaba mencionar, él es el padre de todos los que creemos. Abraham se convirtió en la norma de Dios para disciplinar a todo su pueblo.

Hagámonos una pregunta: ¿Por qué algunos de nosotros no hemos logrado convertirnos en personas excepcionales siendo que hemos sido cristianos por muchos años? Dios, por medio del sacrificio y la resurrección, obtuvo en Abraham un vaso. La pregunta es si podrá obtenerlo de nosotros también.

Y esto me lleva a darte la siguiente verdad espiritual de esta mañana: Abraham era escogido por Dios, sin embargo, él nació en Ur, llegó a Canaán, y en una ocasión se dio el lujo de bajar a Egipto. Pero un Isaac nace en Canaán, vive y crece en Canaán, y morirá en Canaán. Amado y amada, todo lo que nosotros hagamos fuera de Cristo, no importa que tan sano, bueno y formidable parezca. No importa si parece ser la voluntad de Dios. No importa si parece que te hace feliz. Ello nos llevará a salir de Canaán para buscar refugio en Egipto en cualquier momento. Pero lo que nació de Dios, tu Isaac, la promesa que nació de Dios sin necesidad de tu ayuda, eso jamás te sacará de Canaán. Eso te mantendrá viviendo y creciendo en la tierra que Dios te prometió.

Veamos la diferencia entre alguien que está en el proceso y alguien que ya fue resucitado:
1. Abraham tuvo dos hijos, e Isaac también. El primero tuvo que echar un hijo y poner al otro en el altar; pero Isaac nunca tuvo que hacer lo mismo.
2. Cuando Abraham tuvo hambre, descendió a Egipto, tipo del mundo. Pero cuando Isaac tuvo escases, descendió a Gerar que era una tierra conocida por su fertilidad.

Permítame darle una verdad espiritual más: En definitiva, aunque Isaac vivió cosas similares a las de su padre, nunca pudo salir de la voluntad de Dios. La diferencia entre una vida en lucha por seguir viviendo o morir, y una que ya murió y ahora está resucitada, es que todo nos llevará a vivir, crecer y morir dentro de la voluntad perfecta de Dios.

Y de acá deseo darle algunas verdades espirituales realmente importantes:
1. Si lo que vivimos, aprendemos, predicamos o damos y recibimos no nos logra conectar con el espíritu de la resurrección se terminará corrompiendo.

2. Si no disfrutamos lo que hacemos, la respuesta a ello no es cansancio o costumbre, es corrupción.

3. Este espíritu de resurrección es el único preservante de la iglesia.

4. Pablo demuestra que corrupción no tiene nada que ver con pecado sino con desviarnos del propósito.

Permítame una verdad espiritual más: Esto es importante, no se trata de ser exitosos, se trata de que cuando nos vayamos el espíritu que operó en nosotros se transmita a la siguiente generación

El evangelio tiene que ver con una revelación del Espíritu de resurrección para aplicarlo a nuestra vida y ese será nuestro aporte a la siguiente generación.