Centro de Adoración Sin Límites

Entendamos aquí la primera verdad espiritual de este día: Si Dios no amara al ser humano, no necesitaría salvarlo. La revelación más grande de la Biblia es que Dios es amor. El pecado de la humanidad nos muestra su necesidad; mientras que el amor de Dios nos muestra su provisión, y ésta es la revelación que la humanidad necesita.

Y de acá se desprende una segunda verdad espiritual: Si sólo existe la necesidad sin provisión nada se puede hacer; pero si hay provisión sin necesidad, la provisión se desperdicia. Y, quizás, esta es una de las grandes fallas de la doctrina de “salvos, siempre salvos”. En el momento en que quitemos algunos de los dos… la salvación queda anulada.

Permítame darle una nueva verdad espiritual: Podemos culparnos por nuestros pecados, por ser susceptibles a la tentación del diablo, por habernos rendido y caído ante la tentación, y por estar enredados en pecados. Pero jamás podemos dudar de Dios. Jamás podremos dudar del corazón de Dios para con nosotros.

Debemos tener presente algo: Que caer y pecar es una cosa, pero el corazón de Dios para con nosotros es otra cosa muy diferente. Jamás debemos dudar del sentimiento de Dios para con nosotros. Podemos golpearlo, rechazarlo, negarlo y hasta hacerlo de lado… Él sigue siendo amor.

De acá puedo entregarle una verdad espiritual más: La diferencia entre el amor y la gracia consiste en el hecho de que el amor es interno y la gracia es externa. Cuando el amor entra en acción se convierte en gracia. Cuando el amor fluye en el mismo nivel es simplemente amor, pero cuando fluye hacia abajo… es gracia, y es por esto que: Si queremos estar por encima de Dios o a la par de Dios jamás veremos su gracia. Sólo quienes viven debajo de Él experimentan tan grande beneficio.

Toléreme un poco más y permítame darle una nueva verdad espiritual: El sentimiento que Dios tiene para con nosotros cuando somos pecadores es misericordia, mientras que la obra que Dios hace en nosotros para hacernos sus hijos es gracia. La misericordia responde a nuestra condición existente; la gracia resulta de la obra que recibiremos.

Déjeme decirle algo realmente importante: Quizás acá es donde fallan quienes creen en una gracia sin censura. Puedo estar experimentando en Dios una misericordia que no me libera ni me renueva. O puedo experimentar una gracia que me saca de mi condición presente para llevarme a una nueva y mejor posición. La misericordia viene del amor de Dios, pero debe resultar en gracia. Y sólo una persona carnal o poco espiritual pensará que la misericordia es suficiente.

Conclusión:

¿Qué es gracia? Es la gran obra de Dios cumplida gratuitamente, por Su amor incondicional e ilimitado, en el hombre.