Además de la obediencia (como ya se mencionó anteriormente), una de las cosas que implica el descanso es la necesidad de la oración.

Necesitamos orar a Dios. La oración es vital en nuestra vida espiritual y es completamente lógico y natural saber que encontramos descanso en ella.
Filipenses 4: 6-7 menciona lo siguiente:

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.
En este versículo, Dios nos recuerda que nos da descanso cuando hablamos con Él, cuando le entregamos nuestras cargas y aún más cuando le agradecemos, incluso, por las dificultades.

Muy seguramente Él sabe por lo que estamos pasando, sabe qué necesitamos y sabrá qué hacer con todo esto. Sin embargo, le gusta que lo reconozcamos; que reconozcamos que lo necesitamos, que reconozcamos nuestras cargas y que solos no podremos. Mas Él nos dirá qué hacer con nuestras dificultades o agotamiento, pero primero debemos ir a Él para obtener el regalo del descanso que nos da.

Por lo general, los problemas y el caos social no se irán, no se solucionará todo de un día a otro pero aún con todo, Dios nos dará descanso de esto. Pues muchas veces no necesitamos que todo se solucione, sino depender realmente de Dios y recostarnos en Él para encontrar refugio en la sombra de sus alas.

Autora: Betsy Fernanda Espinoza Guerrero (2020) PIB Zamora
Editora: Hernández I.