Centro Cristiano Victoria. Moreno

La iglesia se ha definido como un pueblo que está de camino, y ciertamente es así. Del mismo modo, los tres momentos claves de la historia de Israel se han tomado como analogía de la vida del cristiano y de la iglesia. Es decir: la huida de Egipto equivale al día en que salimos de la esclavitud del pecado entregando nuestra vida a Cristo, el camino por el desierto se compara con nuestra vida aquí en la tierra, la entrada a la tierra prometida es considerada como nuestra llegada al cielo. Eventualmente, la entrada a la tierra prometida se aplica a los logros o victorias en nuestra vida cotidiana.
Por esto, las palabras de Deuteronomio 1:29-33 llegan a ser muy inspiradoras para cada seguidor de Cristo.

Es bueno saber que esto es lo que dijo Moisés al pueblo de Dios casi cuarenta años después del éxodo, es decir, al final de su camino por el desierto. Dos meses y medio después de estás palabras el pueblo entraría a la Tierra Prometida con el liderazgo de Josué. En este punto Israel estaba acampando en llanuras de Moab, siendo capaces de ver a través del Rio Jordán hacia la Tierra Prometida. En el desierto ellos habían tenido un viaje largo y difícil desde Egipto, el cual se convirtió aún más largo y difícil a causa de su incredulidad y la muerte de la generación adulta que había salido de Egipto.Con estas palabras, Moisés hizo su mejor esfuerzo en animar al pueblo.

1. Ante todo, les alienta a que no tengan miedo.

El miedo es el factor limitante más poderoso. Es llamativo que, los registros que tenemos de las veces que Dios llamó a las personas para encomendarles una tarea, ese llamado va acompañado de las palabras “no tengas miedo”.

Menciono sólo algunos casos:

Abram: “Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: «No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa».” Génesis 15:1 NVI
Jacob: “—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.” Génesis 46:3 NVI
Josué: “¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».” Josué 1:9 NVI
Jeremías:“No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte». Lo afirma el Señor.”Jeremías 1:8 NVI
Al pueblo de Dios:“Aquel día le dirán a Jerusalén: «No temas, ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos” Sofonías 3:16-17 NVI
María: “—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—.” Lucas 1:30 NVI
Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres —le dijo Jesús a Simón.” Lucas 5:10 NVI
A los discípulos: “No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.” Lucas 12:32 NVI
Pablo:“Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: «No tengas miedo; sigue hablando y no te calles, pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad».”Hechos 18:9-10 NVI
Juan: “Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último,” Apocalipsis 1:17 NVI

2. Dios va adelante

El pueblo de Dios debía entrar a la tierra Prometida, lo cual implicaba enfrentar a enemigos poderosos, por eso Moisés les asegura que Dios estaría con ellos:
”El Señor su Dios marcha al frente de ustedes y combatirá por ustedes.”
Si Dios nos envía, no sólo va con nosotros, sino que Él es quién derrotará a nuestros enemigos.

3. Y luego Moisés les hace recordar las obras milagrosas de Dios en el pasado.

“Tal como vieron que lo hizo en Egipto y en el desierto. El Señor su Dios los ha tomado en sus brazos durante todo el camino que han recorrido hasta llegar a este lugar, como un padre que toma en brazos a su hijo.” Sin embargo, ustedes no confiaron en el Señor su Dios, el cual iba delante de ustedes para escoger el lugar donde debían acampar. De noche les señalaba con fuego el camino que tenían que seguir, y de día se lo señalaba con una nube.”
La consigna es: Si Dios lo hizo ayer, lo hace hoy y lo hará mañana.
“Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.”
Hebreos 13:8 NVI

Dios es fiel.

Una de las estrategias de Satanás es hacernos olvidar lo que deberíamos de recordar (las victorias y milagros de Dios en el pasado). Y también le encanta hacernos recordar lo que deberíamos de olvidar (nuestro pecado del pasado y nuestra vida egoísta).Por eso, nuestro corazón debe estar enfocado en lo que Dios dice y no en el susurro engañoso de la serpiente. ¡Cuántos milagros hemos vivido juntos con nuestra Señor!
Somos una iglesia que conoce al Dios de milagros y no lo vamos a olvidar. Hoy caminamos confiados, y tenemos esperanza.
Estamos caminando cada día unidos y con Jesús.