Sirviendo a DiosMuestra

Servicio en Unidad

Efesios 4:11–13

“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (v.13)

Dios nunca planeó que sirviéramos solos. Él nos llamó a ser parte de un cuerpo: la Iglesia. En ella, cada miembro tiene una función única y esencial. El servicio en el Reino de Dios es colectivo, complementario e interdependiente. Y Dios nos ha dotado de muchos dones y talentos para desarrollar en Su Reino.

A veces somos tentados a hacerlo todo solos, por inseguridad, orgullo o falta de confianza en los demás. Pero el plan de Dios es que trabajemos en unidad, cada uno contribuyendo con sus dones para que el cuerpo de Cristo crezca sano y fuerte.

Servir en equipo nos enseña humildad, cooperación y amor. Cuando cada uno cumple su papel, la iglesia es edificada, las vidas son transformadas y el nombre de Jesús es glorificado. Ya sea sirviendo en tareas visibles, como alabanza y adoración, enseñanza y discipulado, comunicación o medios; o sirviendo en lugares que no se ven, como limpieza, mantenimiento o intercesión, estamos contribuyendo al propósito global de Dios.

Leemos en Romanos 12:4–5: “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.” Sin duda, el vínculo perfecto para trabajar en el Reino de Dios en unidad es el amor, como leemos en Filipenses 2:2: “...teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa".

Preguntas para reflexionar: ¿He valorado el servicio en equipo o he intentado hacerlo todo solo? ¿Cuál es mi papel en el cuerpo de Cristo y cómo puedo servir con más dedicación y unidad?

Oración: Señor, gracias por hacerme parte de Tu cuerpo. Ayúdame a servir con humildad, reconociendo que necesito de los demás y que juntos somos más fuertes. Que contribuya con alegría y cumpla mi papel para que Tu Reino sea edificado en amor. Amén