Dios en Casa: El Milagro Del Culto FamiliarMuestra

Congregarse como familia

El culto familiar no reemplaza a la iglesia, la prepara. Las familias fortalecidas se convierten en cimientos del cuerpo de Cristo. Congregarse enseña a los hijos que somos parte de algo mayor.

Ahí nos ven alzando nuestras manos en adoración, nos ven ofrendando (y un comentario aparte: enseñemos a nuestros hijos a separar de sus ahorros una parte destinada a ofrendar a Dios en nuestras reuniones), nos ven escuchando la Palabra y nos ven abrazándonos con hermanos en la fe.

Un gran amigo me dijo una vez que congregarse es elegir las familias que rodearán a nuestros hijos y los amigos con quienes crecerán. ¡Y qué mejor lugar para eso que la familia de la fe!

Allí van a crecer, desarrollar sus dones y talentos, y descubrir su llamado.

Espero y oro para que estos devocionales hayan encendido una chispa de pasión y avivamiento para volver a cultivar el hábito de buscar a Dios juntos como familia. Que el Señor te use con poder en tu hogar, y que puedas ver milagros y transformación en medio de las rutinas y quehaceres cotidianos.

Desafío familiar: Asistir juntos al culto, saludando y sirviendo a alguien nuevo.
Ejercicio para niños: Dibujar la iglesia y a su familia adorando juntos.