¡Elige Tu Palabra! Una Práctica De Año Nuevo Para Una Vida De RendiciónMuestra

Tener un enfoque central en la vida no es una práctica contraria a la Biblia. Aunque el intérprete de la ley en Mateo 22:36 estaba poniendo a prueba a Jesús, quizá su necesidad de simplicidad, prioridad y claridad —para vivir con intensidad, acción y perseverancia— también lo llevó a hacer su pregunta. Parafraseando sus palabras: “Sí, los diez mandamientos resumen los 613 mandamientos del Antiguo Testamento, pero Maestro, ¿cuál es el más importante de todos?”. En esencia, estaba preguntando: “¿Cuál es el mandamiento que influye y da sentido a todos los demás?”. También el apóstol Pablo habla de su enfoque central cuando dice: “una cosa hago…” (Filipenses 3:13b, NVI).

Te propongo un proceso anual que te ayude, a través de la oración, a enfocar tu mente y corazón mientras eliges tu WAVFTY-AB.

• Cuando el Espíritu de Dios se encuentra contigo en Su Palabra, los tiempos devocionales suelen resonar con temas que se repiten y se conectan entre sí. Al leer la Escritura, presta atención a qué verdad bíblica, teológica espiritual cobra vida en ti, cuál te consuela y cuál te desafía.
• De los temas que se repitan, elige una sola palabra que refleje lo que Dios te está mostrando en ese pasaje de la Biblia. Ten presente el contexto y la enseñanza teológica de las Escrituras, porque uno puede usarlas para justificar casi cualquier cosa si no las interpreta correctamente.
  
• Coloca esa palabra y su versículo en lugares donde los veas con frecuencia: la pantalla del teléfono, notas adhesivas, tarjetas pequeñas o en el espejo. Compártelo con tu cónyuge, tu familia o tus compañeros de trabajo o ministerio; al hacerlo, ellos serán bendecidos… y tú también.

Una advertencia: no compares esta práctica significativa con una superstición tipo “galleta de la fortuna”. Un pasaje de la Biblia adquiere verdadero significado cuando, por la providencia de Dios —no por casualidad—, llegas a él y te sumerges en su mensaje. Ese versículo se vuelve fundamental para tu vida espiritual, tus relaciones y tu trabajo.

Por ejemplo, hace un par de años nuestra palabra organizacional fue Multiplicación (Hechos 12:24). Otro año, mi palabra personal y versículo tema fueron Presencia (Deuteronomio 31:8). Ese año, envié ese versículo como saludo de cumpleaños a muchos amigos. Esas palabras y versículos hoy marcan toda mi vida, no solo un año. Y es que, después de elegir una palabra, el paso siguiente es vivirla, con la ayuda del Espíritu Santo.