¡Elige Tu Palabra! Una Práctica De Año Nuevo Para Una Vida De RendiciónMuestra

Permíteme compartirte mi propio proceso de pensamiento al elegir mi última palabra y versículo. Mi deseo al hacerlo no es solo abrirte mi corazón, sino también invitarte a que tú abras el tuyo delante de Dios.

Durante gran parte del año pasado, estudié pasajes de la Biblia sobre la transición de liderazgo, mientras pensaba en el futuro de nuestra organización. Me impactó ver cómo el rey David preparó todo con esmero para su sucesor (1 Crónicas 28–29) y me maravilló su profunda oración. En los últimos días del año, nuestro grupo pequeño de la iglesia se reunió para compartir versículos favoritos, y un amigo mencionó 1 Crónicas 29:11. Ese momento selló mi elección del texto: lo que parecía una mención casual fue, en realidad, una confirmación providencial para mi decisión de WAVFTY-AB.

El espíritu de este profundo pasaje refleja el diálogo de David con Dios. En él, se destacan el carácter y las obras del Señor, Su pacto y Sus propósitos. Al invocar a Dios por Su nombre de pacto (Señor), David proclama:

“Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino,
y estás por encima de todo”
(1 Crónicas 29:11 NVI).

Me llamó la atención la repetición del pronombre en segunda persona: “Tuyo”. En los versículos que rodean este pasaje también aparecen las expresiones “Tu” y “Tú”. Sería difícil pasar por alto la repetición de esa palabra en la parte poética de la oración de David (1 Crónicas 29:10–13), especialmente en los versículos 11 y 12: “Tuyo”. Esa fue la palabra que elegí.

De este versículo tan poderoso y hermoso se puede extraer mucho al estudiarlo en profundidad. Pero para el resto de este plan de lectura, mi deseo es simplemente compartir contigo algunas reflexiones y aplicaciones que fortalezcan tu fe, basadas en mi método WAVFTY-AB, y que también puedes incorporar en tu propia práctica espiritual.