RestauradaMuestra

Día 1: El día que todo cambió
“El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; rescata a los de espíritu destrozado”— Salmo 34:18 (NTV).
Nunca imaginé que un “se acabó” doliera tanto que el silencio después de una llamada pudiera sentirse tan pesado, durante casi cuatro años compartí risas, sueños y oraciones con alguien que pensé que estaría para siempre. Había imaginado un futuro, una historia escrita con propósito. Pero un día, sin previo aviso, todo cambió.
El corazón no entiende de razones cuando se rompe. Solo siente el vacío.
Recuerdo las primeras noches, el insomnio, el llanto contenido, esa sensación de haber perdido no solo a una persona, sino también una parte de mí, me preguntaba una y otra vez qué hice mal, o en qué momento dejé de ser suficiente, intentaba orar, pero las palabras se atascaban, sentía que Dios estaba lejos, observando desde un cielo demasiado silencioso y sin embargo, en medio de ese silencio, Dios comenzó a hacerse notar.
Claro, no de la forma que esperaba, sino en los pequeños gestos; una canción que aparecía justo cuando más dolía, un mensaje inesperado de una amiga, una palabra en la Biblia que me encontraba antes de que yo la buscara, recuerdo una noche en particular, cuando sonó “Corro a mi Padre” de Twice Música.
No fue coincidencia.
Cada palabra de esa canción parecía escrita para mí, lloré, no por tristeza, sino porque por fin sentí el abrazo de Dios, ese momento marcó un antes y un después, entendí que no estaba sola, que podía correr a mi Padre una y otra vez, y que Él siempre me recibiría con amor.
Con el tiempo comprendí que Dios no me estaba quitando algo para castigarme, sino que me estaba preparando para mostrarme algo más grande: su amor fiel, su consuelo real y su presencia constante.
Y entendí algo que al principio me dolía aceptar: muchas veces, Dios permite que ciertas personas se vayan, no porque quiera vernos sufrir, sino porque desea ocupar el lugar que otros llenaban en nuestro corazón.
Durante mucho tiempo busqué refugio en alguien más: en palabras, en compañía, en promesas humanas, pero Dios quería que volviera a correr hacia Él, quería recordarme que nadie puede amar tan profundo, tan completo y seguro como Él lo hace, a veces tiene que vaciar un espacio para poder llenarlo de su presencia.
Me di cuenta de que no se trataba de entender por qué algo terminó, sino de aprender a confiar en quien sigue conmigo después del final y aunque duele, ese proceso también es gracia: porque en el vacío, Él vuelve a habitar.
Fue en medio de las lágrimas que descubrí que la fe también se construye entre ruinas.
Que no hay corazón tan roto que Dios no pueda usar y que incluso los días más tristes pueden ser el comienzo de una nueva historia escrita por sus manos.
Oración:
Señor, aquí estoy, quebrantada, pero en tus manos.
No entiendo todo lo que pasa, pero quiero creer que estás obrando incluso en lo que duele. Enséñame a verte en medio del silencio. Haz de mi corazón roto un lugar donde habites. Y que cada día me recuerdes que, aún en el final, Tú sigues siendo mi principio.
Amén.
Verdad bíblica:
Dios no huye del dolor, lo redime. Él no se aleja del corazón roto, lo reconstruye con ternura. Su presencia no evita las lágrimas, pero las transforma en semillas de esperanza.
Escrituras
Acerca de este Plan

En este devocional encontrarás cómo Dios toma tus pedazos y los transforma en una obra de restauración y propósito. Escribo desde un corazón que sigue sanando, desde el proceso donde aprendí que la gracia de Dios también se revela en el dolor. A través de estos días descubrirás que no hay herida que Él no pueda usar, ni silencio donde no habite Su voz. Cuando dejas que Dios restaure, nada vuelve a ser igual: todo vuelve a ser nuevo.
More
Nos gustaría agradecer a Yeisy Burnes por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/yeisyburnes?igsh=dGJ4NGFlOTVrajln&utm_source=qr
Planes relacionados

Buscar a Dios cada día

Entrando en La Presencia De Dios

Jesús Está en tu Barca

El Taller Del Artista: Redefiniendo Tu Identidad en Cristo

Reverdecer

3 Principios Espirituales Para Interpretar Un Sueño

Viajero en El Tiempo

Las artes perdidas

El Cristiano Y La Cultura
