RestauradaMuestra

Día 6 : Volver a servir

Versículo:

“Cada uno debe usar el don que ha recibido para servir a los demás, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas” — 1 Pedro 4:10 (NTV).

Después de aprender a esperar y a confiar, descubrí que servir se convierte en un acto de fe. Mi tiempo en el servicio en la iglesia me ha mostrado que no se trata de lo que hago, sino de cómo lo hago y con quién lo hago: con el corazón enfocado en Jesús y con humildad; Una vez escuché: “Sin humildad no puedes agradar a Dios”, y estas palabras me han acompañado desde entonces. Servir me ha enseñado algo precioso: que cada esfuerzo, cada pequeño detalle, puede ser un momento para acercarme más a Jesús. No importa si es en un área grande o pequeña; lo que cuenta es el corazón dispuesto a dar y a estar presente. Hay domingos en los que me levanto a las 4:30 de la mañana para llegar a la iglesia a las 6:30. No siempre es fácil, pero en ese tiempo temprano, mientras todo está tranquilo y la iglesia aún se prepara, siento la presencia de Dios de manera especial. Es como estar en primera fila, viendo Su obra en acción, sintiéndome envuelta en los primeros ensayos de la alabanza y en la vida de la iglesia. Servir no es un logro personal, ni un espacio para brillar, es una oportunidad para ser un canal de Su amor y fidelidad, mientras ayudo y presto atención a los detalles, mi corazón aprende a descansar en Él, a entregar cada momento como un acto de oración silenciosa, y a recordar que mi propósito está en Sus manos, es un acto de esperanza, un recordatorio de que Dios transforma el tiempo, la dedicación y la disciplina en algo mucho más grande que nosotros mismos y mientras camino en este servicio, incluso esperando el momento de regresar a ciertas áreas que amo, puedo ver cómo Él utiliza cada gesto, cada esfuerzo, para moldear mi corazón y mostrar Su fidelidad. Aprendí que servir no es solo dar, sino recibir también: recibir crecimiento, paciencia, gratitud y la certeza de que Dios está en todo lo que hago, de que cuando actúo con amor y disposición, Dios transforma mi esfuerzo en bendición, no solo para otros, sino también para mi corazón.

Oración:

Señor, gracias por darme la oportunidad de servir y participar en Tu obra. Ayúdame a hacerlo con un corazón dispuesto, con amor y humildad, recordando que cada momento es una oportunidad para acercarme más a Ti. Fortalece mi corazón y permíteme confiar en Tus tiempos y planes mientras camino a Tu lado. Amén.

Verdad bíblica:

Servir con un corazón dispuesto nos acerca a Jesús, nos enseña a confiar y nos permite ver Su obra en acción. No se trata de reconocimiento, sino de ser parte de Su propósito y permitir que Él transforme nuestro corazón en el proceso.